La observación electoral: un riesgo reputacional
Alguien una vez dijo: «El peligro se puede evitar cuando se ve venir».
Previo a la celebración de las “elecciones” en Venezuela, les dije a varios de mis amigos de La Fuerza del Pueblo (LFP), que ese viaje del Sr. Leonel Fernández como observador electoral (y cualquier otro político dominicano que se respete mínimamente y que también hubiese ido), le iba a traer consecuencias políticas y electorales muy negativas.
Prestarse (quien sea), para asistir como observador a unas «elecciones» tanto en Nicaragua, Rusia como en Venezuela, es prestarse para legitimar unos resultados que todos conocemos de antemano (Siempre ganarán Ortega, Putin y Maduro).
Que la invitación se la hizo el Consejo Nacional Electoral (CNE), adujo el Sr. Leonel Fernández. ¿Y qué es el CNE? El órgano electoral controlado 100% por la cúpula que hoy gobierna Venezuela, y que se encarga precisamente de anunciar los resultados amañados a través del títere de Elvis Amoroso, es decir, de todos los fraudes, y en consecuencia, por deducción, fue esa misma cúpula del Chavismo la que lo invitó, es decir, el propio Maduro.
Hoy se ve enfrentado a un problema reputacional, pues Transparencia Internacional lo acaba de incluir en una lista de 100 observadores electorales falsos, que según este mismo órgano, asistieron precisamente a Venezuela con el único ánimo de legitimar el fraude de Maduro.
No todas las elecciones se observan. Nicaragua, Rusia y Venezuela deben ser la excepción por el momento.
se fue a legalisarle el fraude al maduro. ese hlmbre es una wu no pega.