La importancia de conocer el índice de masa corporal
Todo el mundo -sin importar su condición socioeconómica, edad, sexo, estado civil o posición laboral- debe empeñarse en conocer su Indice de Masa Corporal (IMC) porque es una información que permitirá al médico manejar y prevenir enfermedades importantes.
El IMC es el cálculo, desarrollado por Adolphe Quetelet, que permite determinar la cantidad de kilogramos que tiene el individuo por cada metro cuadrado de superficie corporal. Visto así suena muy sencillo y no deja de ser un número, no olvidemos que los números no tienen sentimientos, somos nosotros que les imprimimos acciones, bondades y les atribuimos beneficios o no.
Una simple operación matemática que consiste en dividir el peso en kilogramos de la persona entre la talla en metros cuadrados nos dará como resultado el cociente que corresponde al Indice de Masa Corporal del individuo.
El IMC es importante porque permite al médico tratar enfermedades, prevenir y pronosticar muchas patologías que producen cada día más discapacidad, exclusión social y muertes a las personas, impactando de manera muy negativa a las variables tomadas en cuenta para calcular el Indice de Desarrollo Humano (IDH) de los pueblos.
Cuando el IMC está elevado hay mayor riesgo de sufrir diabetes, enfermedad cardiovascular, osteoartritis, varios tipos de cáncer, resistencia a la insulina, colelitiasis (piedras en la vesícula biliar), apnea obstructiva del sueño (roncar mientras se duerme), asma bronquial, síndrome de ovario poliquístico, síndrome del túnel del carpo, esteatosis hepática (hígado graso), hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, várices, embolia pulmonar, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), disfunción eréctil y síndrome metabólico.
SIGNO VITAL.
Conocer el IMC tiene tanto valor para la salud del ser humano que en estos momentos es considerado parte de los signos vitales que el médico debe medir a todos sus pacientes, tal y como lo hace con la presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura y frecuencia respiratoria. Es lamentable, pero esta medición del IMC muy pocos galenos la hacen, a excepción del nutriólogo, que la ha convertido en una herramienta capital para el manejo de sus usuarios.
¿QUÉ NOS DICE ?
Cuando el IMC nos reporta un resultado que va de los 18.5 a los 25 kg/m2, nos dice que la persona está en el peso normal. El plan debe ir encaminado a mantenerlo en ese parámetro y se le elabora una dieta de mantenimiento.
Si el resultado está entre 25 y 29.9 kg/m2 el diagnóstico es de preobesidad o sobrepeso y amerita una intervención para llevarlo a la normalidad y evitar las consecuencias de este estado. Del mismo modo se debe actuar en los casos siguientes
Mientras que cuando el IMC reporta un valor que está comprendido entre los 30 y 34.9 kg/m2 hay obesidad grado l.
Si su IMC oscila entre 35 y 39.9 kg/m2 usted tiene un diagnóstico nutricional de obesidad grado ll.
Por otro lado, si su IMC se encuentra entre 40 y 44.9 kg/m2 usted está afectado por obesidad grado lll, conocida también como mórbida.
La obesidad grado lV, llamada por muchos hipermórbida, es en la que al enfermo se le reporta un IMC de 45 kg/m2 ó más.
El IMC alto es un factor de riesgo importante para las Enfermedades Crónicas no Transmisibles. Este riesgo aumenta a medida que este valor sube de 25 kg/m2. Entre 1980 y 2013 ha subido la proporción global de adultos con sobrepeso de 28.8% a 36.9% en el sexo masculino y de 29.8 a 38% en el femenino, según el Boletín de la Organización Mundial de la Salud publicado en julio del 2015.
Una investigación (Harvard Alumni Health Study, 2000) realizada por la Universidad de Harvard, E.U., determinó que las personas con un IMC entre 20 y 26 kg/m2 son las que tienen mayor longevidad. Mientras que aquéllas con esta cifra por encima de los 30 y las que tienen menos de 18, son las que tienen menor esperanza de vida.
jpm