La crisis haitiana puede desbordar a nuestro país

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EL AUTOR es periodista y abogado. Reside en Santo Domingo.

La República Dominicana, pese a todos los problemas, políticos, económicos y sociales, claramente establecido y definidos, goza de estabilidad, seguridad ciudadana y gobernabilidad.

En nuestro territorio no hay bandas armadas desafiando las autoridades; no hay guerrilleros en la cordillera, que sepamos, no hay grupos conspirando contra el gobierno; las Fuerzas Armadas son obedientes al poder civil, la Policía Nacional está siendo transformada.

No hay, a la vista, nada que amenace la paz social. Y eso, mis amigos, tiene un precio, que todos debemos pagar. Sin embargo, no todos están dispuestos a pagar el precio de la libertad y la tranquilidad social. Hay grupos furtivos, operando en la sombra, a los que no les importa, que prefieren el caos y la violencia desenfrenada para defender sus mezquinos intereses.

El sistema democrático, con todas las precariedades de un país subdesarrollado, funciona. Tenemos tres poderes que nadie discute. El Ejecutivo, Legislativo y Congresual. En teoría -solo en teoría- uno independiente del otro. Hace apenas unos meses la población acudió a las urnas para elegir sus autoridades municipales, congresuales y presidenciales, dando una demostración de madurez y civismo.

Desde 1963, cuando el profesor Juan Bosch fue derrocado mediante un golpe de Estado cívico-militar, los procesos electorales se han realizado ininterrumpidamente a pesar de algunos intentos golpistas, fraudes electorales y otras prácticas deleznables. La democracia ha sobrevivido hasta de los propios demócratas.

Esa tranquilidad, estabilidad, seguridad ciudadana, sosiego y gobernabilidad, hay que protegerla a toda costa. Nadie, desde ningún poder, público o privado, estatal o no, tiene derecho, por intereses particulares o grupales, intentar contra la relativa paz social que vivimos.

Los llamados poderes fácticos no pueden colocarse más allá de sus propios intereses. Estarían afilando cuchillo para sus propias gargantas. A todos, pequeños y grandes, les debe interesar mantener el gobierno legítimamente establecido.

En una situación de violencia, ingobernabilidad, guerra civil, intento de golpe de Estado, etc., los que más tienen, los poderosos, los millonarios, son los que más pueden perder. (No lo olviden)

El pueblo dominicano avanza. Sus logros políticos, económicos y sociales son cada vez mayores. Así lo reconocen los vecinos de Centroamérica y el Caribe. No en balde somos la séptima economía de América Latina. Tenemos un presidente legítimo, elegido democráticamente por la mayoría de los votantes en unas comicios sin violencia y sin trauma.

Luís Abinader, presidente Constitucional, comenzará su segundo periodo gubernamental con gran reconocimiento, tanto nacional como internacional, fruto del trabajo realizado durante sus primeros cuatro años de gestión. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que el país está en buenas manos, que la nave del Estado está siendo conducido acertadamente.

Es necesario fortalecer la institucionalidad democrática; garantizar el buen funcionamiento de todas las instituciones públicas. El Estado debe ser transformado y modernizado; no puede seguir siendo una fuente de enriquecimiento de grupos económicos, de dirigentes políticos, ni empresarios apandillados.

La lucha contra la corrupción, por la transparencia y el cese de la impunidad, no puede detenerse. Por el contrario, debe fortalecerse y continuar, sin injusticia ni privilegios, (el que la hizo que la pague, sea quien sea) pero respetando el debido proceso, sin retaliación ni vendetta contra nadie, salvaguardando los derechos humanos y las garantías constitucionales establecidas nuestro ordenamiento jurídico.

Falta mucho camino por recorrer, mucho por hacer, mucho por cambiar estructuralmente para que el país continúe avanzando por los caminos de la prosperidad y el desarrollo.

He llegado a la conclusión de que el principal problema que tiene la República Dominicana no está en la propuesta de reforma fiscal o la modificación de la Constitución, que el problema más grave del país, el que más me preocupa personalmente, se llama Haití.

La crisis haitiana no sólo desborda al vecino país, sino que puede desbordar al nuestro, no sólo por la violencia propiciada controlado por las bandas asesinas, sino por el tráfico de ilegales, por la pobreza y la miseria que los azota de manera inclemente, todo lo cual tiene graves consecuencias para los dominicanos.

El tema haitiano es un tema país, porque nos afecta a todos de un modo o de otro.

jpm-am

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JUAN BOSCH
JUAN BOSCH
4 horas hace

th,como tu vive en area que todavia no te ha llegado la crisis haitiana, es que tu habla que nos puede tocar, rep dom esta colapsada,con la crisis haitiana,no hay un solo paraje,seccion,distrito municipal, municipios,provincia region que no este invadida por haitianos,

Carlos
Carlos
1 dia hace

el haitiano que se usa para ganar elecciones también deja espacio para que nos invadan constantemente huestes ilegales de haitianos. que se repare el daño, por favor!!!

La verdad
La verdad
1 dia hace

juan th pertenece a una pandilla de periodistas supuestamente marxistas leninistas maoistas etcétera por pue esa era la moda en los años 50 y 60 su dios era fidel castro y balaguer el diablo.eran todos desbaratado económicamente se bañaban con jarritos de agua y cagaban en retretes th era farandulero porque su cobardía no le permitía enfrentar a balaguer igual que otros compañeros y mucho menos después del asesinato de gollito garcía y orlando

La verdad
La verdad
Responder a  La verdad
1 dia hace

th y otros se parasitaron alrededor del convulso prd desde el triunfo de ese partido 1978/86 pero económicamente no les fue muy bien. porque en esa época todavía la corrupción periodística era incipiente y no existía muchas oportunidades pero a la llegada de hipólito se abrió la compuerta corrupta de par en par y th que sabía antecedentes del capo hipólito se montó de lleno en ese narco gobierno y el resto de la historia es de todos conocida multimillonario sepulcro blanqueado

Alex Bryan
2 dias hace

al fin escribio algo que se pueda leer !!!!

ASURBABIPA
ASURBABIPA
2 dias hace

solo la virgen de la altagracia nos puede salvar de la remora de 4 millones de haitianos destrozando nuestra economia con costumbtres agresivas mala higiene y endogamia a lo que una poblacion educada como la dominicana le es dificil soportarningun libro de economia tiene la solucion para semejante desatino.

Frank D j
Frank D j
2 dias hace

asi mismo es la vaina

___enhorabuena!!!___

antonio ro
antonio ro
2 dias hace

ya estamos desbordados, ya que en muchisimos lugares ya hay mas haitianos que dominicanos.

Marcos N.
Marcos N.
2 dias hace

como cambian los tiempos juan t.h. escribes sobre las bonanzas de que goza el dominicano, especialmente sobre el reciente proceso electoral donde le robaron 1 millÓn de votos al cobrador y la bendita junta electoral ni siquiera por decencia, ha publicado los datos sobre el mismo seguridad ciudadana, que no hay pandillas en r.d? puenso que te nsertaron un chip en tu cerebrito o buscas convertirte en bocina. !! que verguenza !!

To Mswlove
To Mswlove
2 dias hace

» si no reparte entre todos el botín, habrá motín»—-presidente lópez obrador.

eliezer ec
eliezer ec
2 dias hace

surte ese tema amigo y deje esa jente en paz