La brecha social en RD

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El autor es comunicador. Reside en Nueva York

POR LUIS M GUZMAN

La República Dominicana ha experimentado un notable crecimiento económico en las últimas décadas; sin embargo, persisten desafíos significativos en términos de pobreza y desigualdad.

Según el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) la pobreza monetaria a nivel nacional disminuyó del 27.7% en 2022 al 23.0% en 2023, y la pobreza extrema se redujo del 3.8% al 3.2% en el mismo período. A pesar de estas mejoras, una proporción considerable de la población aún enfrenta dificultades para satisfacer sus necesidades básicas.

La distribución del ingreso en el país refleja disparidades notables. Datos del Instituto Nacional de Estadística (ONE) indican que, en 2023, el 49.36% de los trabajadores formales ganaban menos de 30,000 pesos mensuales, mientras que el 17.04% percibía entre 30,000 y 50,000 pesos al mes. Esta concentración de ingresos en niveles bajos limita la capacidad de muchas familias para acceder a servicios esenciales como educación, salud y vivienda digna.

La pobreza infantil es particularmente preocupante. Según UNICEF, en 2023, la tasa de pobreza monetaria infantil en el país fue del 34%, alcanzando hasta un 59.4% en algunas zonas del suroeste. Además, se estima que el 6% de los niños y niñas viven en condiciones de pobreza extrema. Estas cifras evidencian la vulnerabilidad de la población más joven y la necesidad de intervenciones específicas para mejorar su bienestar.

Las disparidades regionales también son evidentes. El MEPyD reporta que, en 2023, la pobreza en áreas rurales descendió del 30.9% al 24.6%, mientras que en zonas urbanas disminuyó del 27.0% al 22.7%. Las macrorregiones Ozama, Norte o Cibao y Sur experimentaron reducciones significativas en la pobreza, con disminuciones de 5.5, 5.1 y 4.9 puntos porcentuales, respectivamente. Sin embargo, la macrorregión Este mostró una reducción más modesta, pasando de 24.5% en 2022 a 23.6% en 2023.

La desigualdad de género es otro aspecto crítico. En 2023, el porcentaje de mujeres en condición de pobreza monetaria pasó de 29.4% en 2022 a 24.1% en 2023, una reducción de 5.2 puntos porcentuales; para los hombres, la disminución fue de 4.0 puntos porcentuales, pasando de 26.1% a 22.1%. Aunque ambos géneros experimentaron mejoras, las mujeres siguen enfrentando desafíos particulares en términos de acceso a oportunidades económicas y sociales.

Estrategias

Para abordar estos desafíos, el gobierno dominicano ha implementado diversas estrategias. La Estrategia para la Reducción de la Pobreza en la República Dominicana (ERP-RD) tiene como objetivos disminuir la pobreza a la mitad, mejorar la salud y la educación, y promover la equidad de género, entre otros.

Esta estrategia se basa en pilares como un entorno macroeconómico estable, el aumento del gasto público social y el desarrollo rural regional.

Además, programas como “Supérate” han sido fundamentales en la lucha contra la pobreza. En 2023, este programa capacitó a más de 53,000 personas en habilidades técnico-vocacionales, beneficiando a 9,303 mujeres y 43,965 hombres. Estas iniciativas buscan mejorar la empleabilidad y las oportunidades económicas de los sectores más vulnerables.

A nivel internacional, la República Dominicana ha recibido apoyo para fortalecer sus políticas sociales. En 2024, la Corporación Andina de Fomento (CAF) aprobó un fondo de 2,478 millones de dólares para proyectos en América Latina y el Caribe, incluyendo iniciativas en el país destinadas a modernizar infraestructuras y promover la equidad social.

Sin embargo, persisten desafíos estructurales que requieren atención. La falta de empleos bien remunerados, la informalidad laboral y las brechas en la calidad educativa son obstáculos que limitan el progreso en la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Es esencial fortalecer las instituciones y garantizar la transparencia en la implementación de políticas públicas para lograr un desarrollo más equitativo.

La participación de la sociedad civil y el sector privado también es crucial. Organizaciones no gubernamentales y empresas pueden contribuir mediante programas de responsabilidad social, inversiones en comunidades vulnerables y promoción de prácticas laborales justas.

La colaboración entre todos los sectores de la sociedad es fundamental para abordar de manera efectiva las causas profundas de la pobreza y la desigualdad.

Aunque la República Dominicana ha logrado avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad en los últimos años, aún enfrenta desafíos significativos. Es imperativo continuar implementando políticas públicas efectivas, promover la inclusión social y económica, y fomentar la colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado para construir un futuro más equitativo y próspero para todos los dominicanos.

jpm-am

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