La brecha digital en RD
Mientras que el mundo avanza aceleradamente hacia una Era dominada por la inteligencia artificial, el país está llamado a enfrentar grandes retos en lo que tiene que ver con la llamada brecha digital, la cual se manifiesta, entre otras cosas, en la falta de conectividad a internet, la falta de competencias digitales, y la falta de acceso a herramientas tecnológicas.
Durante la pandemia la realidad nos golpeó en la cara y vimos con claridad la brecha digital que golpea a nuestro país, que aún mantiene a miles de usuarios sin conexión y a otros con conexiones de mala calidad.
En un informe presentado recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), se pudo determinar que un 78.5% de la población dominicana no cuenta con niveles de conectividad a internet de manera adecuada.
Pero la brecha digital no es solo una cuestión de acceso a la tecnología, sino también de equidad social y económica. Las comunidades desconectadas se enfrentan a desafíos significativos en los diferentes ámbitos de la educación, salud, y oportunidades económicas.
Con la reducción de la Brecha Digital se procura que todos los habitantes de nuestro país puedan acceder a un internet de calidad a través de una inversión en infraestructura, con subsidios directos y con atención especial a las zonas rojas que en muchos poblados aún están desconectadas y aisladas.
Derecho social
El acceso a internet debe ser considerado hoy como un derecho social fundamental de las personas, pues el acceso al conocimiento en la actualidad depende muchas veces de si hay o no conectividad digital.
Algunos de los impactos que puede causar la brecha digital son: puede ampliar la desigualdad social, puede frenar el acceso a la educación, la innovación y el empleo, y podría poner en peligro la competitividad del país.
Ante esa situación, la República Dominicana está compelida a llevar a cabo una serie de acciones que la conduzcan, en un mediano plazo, a reducir la brecha digital. Entre esas acciones podemos señalar las siguientes:
· Invertir en infraestructura digital, ampliando la cobertura de internet, garantizando acceso y velocidades adecuadas para toda la población.
· Desarrollar programas de alfabetización digital, enseñando a los ciudadanos cómo utilizar tecnologías avanzadas para mejorar su calidad de vida.
· Impulsar regulaciones que promuevan la innovación, creando un entorno competitivo que fomente la adopción de tecnologías emergentes.
El futuro de la República Dominicana depende de su capacidad para cerrar las brechas digitales y abrazar la transformación tecnológica como un motor de progreso. La conectividad no es un lujo, es una necesidad que determinará el rumbo del país en un mundo cada vez más conectado.
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