OPINION: Juana Matías

Juana Matías tenía chance para ganar la candidatura demócrata para la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el Distrito 3 de Massachusetts en las primarias simultáneas celebradas el martes 4 de septiembre, lo que la habría establecido como la primera latina de Nueva Inglaterra en alcanzar esa curul y la segunda dominicana.

Tres factores sumaban posibilidades de éxito: 1-El escollo más difícil, el incubente en ejercicio, no se presentaría; 2-Si bien es cierto que se votaría en 35 poblaciones predominantemente anglosajonas, tres de ellas reunían el mayor porcentaje de votos, y tenían la mayor concentración latina y dominicana; 3-Si de trece mil a quince mil dominicanos, de los más de veinte mil habilitados para votar salían a favorecerla, nadie le ganaba.

Esos elementos aunados al liderazgo y a la empatía que ha cultivado, esa joven abogada nacida en Alma Rosa, cuyos padres emigraron a los Estados Unidos, auguraban un panorama auspicioso.

Juana está armada de la determinación y el coraje que les permitirán llegar lejos en política, no  se acomoda en una zona de confort. Actualmente es representante estatal y de haber optado por permanecer en esa posición lo habría logrado sin mayores dificultades.

El proceso vivido tiene lecciones encomiables: la comunidad dominicana, difícil de aunar en torno a un objetivo, se unió mayoritariamente en el esfuerzo de empujar a Juana Matías; dos autobuses de dominicanos residentes en Nueva York hicieron el viaje de cuatro horas de carretera hasta Lawrence, para acompañar a la dominicana a tocar puertas, casa por casa, para sacar las personas a votar, y decenas habían llegado días anteriores como voluntarios para llamar personas desde un call center, darles un mensaje motivador y ubicarlas en sus centros de votación. El Sol de la Mañana se trasladó desde República Dominicana a realizar cuatros programas de motivación de la comunidad, generando esfuerzos de llamados al voto por parte de la diáspora de distintos Estados y desde Santo Domingo; y, el congresista Adriano Espaillat y su equipo se lanzaron a trabajar como si se tratara de una campaña propia.

El resultado es que se logró que cerca de diez mil dominicanos salieran a colocar su aporte en los cerca de trece mil votos alcanzados por Juana Matías, cumpliéndose la meta trazada en un 76% . No en el 100% como era necesario.

¿Qué factores impidieron que el titánico esfuerzo desplegado concluyera en éxito?

El agrupamiento de la cúpula demócrata y del poder económico bostonianos en torno a dos candidaturas: Lori Trahan, jefa de gabinete de ex congresista Martin Mehan; y Daniel Koh, principal asistente del alcalde de Boston, Martín Walsh. Eso sumó a esas candidaturas lo que le faltó a la de Juana Matías, apoyo económico. Trahan llegó al día D con recaudación de 1,203,856.26 dólares; Koh reunió USD$ 3,073,550.29. La dominicana recaudó apenas USD$ 540, 406.57, lo que limitó seriamente su ofensiva final.

Contando con la población de menor nivel educativo y menor grado de experiencia en primarias simultáneas su electorado precisaba de una campaña educativa para desenvolverse en un proceso en el que había que saber muy bien cuál era la boleta, entre tres disponibles: demócrata, republicana e independiente, lo que no se hizo.

El otro factor es que un núcleo minoritario de votantes, determinantes para los resultados, nunca creyeron en las posibilidades de éxito, por la juventud de la aspirante, y, no fueron a las urnas.

of-am

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