Instituciones democráticas
Sin lugar a dudas se percibe que el malestar que acusan las instituciones dominicanas ha llegado a un extremo bastante peligroso ya que cualesquiera opiniones en contrario al estado de cosa que hoy se vive en la nación dominicana es motivo de expresiones fuera de lugar, altisonantes e intolerantes.
No es un secreto para nadie que la Republica Dominicana ya se encuentra en cuidados intensivos debido a que la población ya no soporta más las bellaquerías, la prepotencia, el irrespeto, la falta de escrúpulos, la falta de humildad pero sobre todos los epítetos anteriores la violación a los estamentos que se supone que sirven de fundamento a la vida de una sociedad que se precia de moderna y civilizada.
Las personas llamadas líderes y que hoy dirigen los destinos de la Republica Dominicana denotan un franco atraso en el accionar de la cotidianidad de la vida dominicana.
Se habla, se pregona, se vende y hasta se vanaglorian las autoridades de turno de que el país transita por derroteros nunca antes pensado ya que hoy la inversión extranjera directa representan más del 40% en el sector turismo, que aumenta la cantidad de turistas que ingresan al suelo patrio.
Que el crecimiento económico es sostenible y una vez más el país cerrara con un crecimiento respecto al Producto Interno Bruto (PIB) de un 7%, que la infraestructura ha mejorado sustanciosamente, que en los últimos cuatro años se han construido más de 62,000 viviendas.
Que la economia dominicana está blindada que por nada ni nadie los shocks externos (Brexit, crisis del Euro, del Juan, del Brasil, y otras latitudes pueden afectarle ya que la virgen de la Altagracia protege a los dominicanos día a día, que se vive al último grito de la moda en comunicaciones telefónicas y viales, entre otras linduras y realizaciones agradables a los oídos dominicanos.
No obstante a todo lo anterior, de ser cierto, la mentalidad de quienes se supone que deben encausar la nación dominicana por un nivel de institucionalidad a toda prueba se encuentran en un estadio de atraso total por omisión, desconocimiento, por intereses encontrados, intereses particulares o simplemente por miopía.
La semana recién transcurrida fue testigo de todo tipo de epítetos negativos en contra de las expresiones vertidas por el señor Rafael Blanco Canto, presiden del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) ante la Cámara Americana de Comercio por el solo hecho de hacer uso de sus derechos ciudadanos de externar sus consideraciones respecto a la falta de institucionalidad democrática e imperio de la ley que afecta a la Republica Dominicana.
Lo anterior fue motivo para que el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), señor Reinaldo Pared Pérez, el señor Euclides Gutiérrez Feliz y otros connotados dirigentes de esa parcela política se dirigieran al presidente del CONEP acusándole de desestabilizador de la supuesta paz que reina en la nación dominicana.
Pero el señor Canto no se quedó solo en sus pronunciamientos pues se ha desatado una ola de apoyo a las declaraciones exteriorizadas por el presidente del CONEP, ola que cada día alcanza mayor fuerza y que puede convertirse en viral y prender en los ánimos alicaídos de todos los dominicanos conscientes y preocupados por el porvenir de sus país.
Se lee en algunos diarios de circulación nacional que un dirigente del Reino Unido expresó recientemente, a raíz del Brexit, que la democracia dejaría de funcionar si solo sirve a un solo sector, es decir, si solo favorece al gobierno o solo al pueblo.
Este apoyo se profundiza al extremo de que hasta el señor Hipólito Mejía Domínguez, expresidente de la Republica Dominicana, ha emitido sus consideraciones a favor de las ideas pronunciadas por el señor presidente del CONEP y ha llegado a informar que en las próximas horas le hará llegar una comunicación al señalado dirigente empresarial en apoyo irrestricto a sus palabras.
De lo anterior se puede colegir que las fuerzas vivas de la nación dominicana han comenzado a dar muestra de preocupación por el estado de cosa que hoy vive y que están dispuestos a ponerle un alto a las malas acciones con ribetes dictatoriales que hoy se sienten con fuerza en todo el país.
Está bueno ya que el país siga atravesando por senderos tortuosos de falta de institucionalidad pues de nada vale lo que mucho o poco que se ha logrado sino no se respetan los cañones preestablecidos y se trata de mantener al país en el ostracismo.
Se hace un llamado a todos los dominicanos de buena voluntad para que se pongan de pie y reclamen sus derechos de forma firme, sin dobleces y con ánimo de que el país salga del laberinto en el que muchos quieren mantenerlo.
Un solo grito debe escucharse: “Instituciones democráticas, que se sancionen y aprueben las leyes que hagan falta para institucionalizar el país y que se respeten las ya existentes” que sirven de cimientos a la vida civilizada que se merece la población dominicana.
No más vacas sagradas, no más privilegios, no más abusos, no más despilfarro de los recursos del pueblo dominicano, no más corrupción.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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