Institucionalidad contra improvisación
POR GUARIONEX LUPERON
La historia se repite, generalmente cuando no se conoce. Hay que saber que en años pasados se implementaron en el país modelos de interacciones del Gobierno con los actores sociales de las provincias: las audiencias populares de Salvador Jorge Blanco, las consultas populares de Joaquín Balaguer, en el 1986, queriendo mostrar una imagen menos despótica que sus doce años mefistofélicos, las consultas del Diálogo Nacional, impulsada por Leonel Fernández, las visitas sorpresas de Danilo Medina y del actual presidente Luis Abinader, los fines de semanas y ahora, esta modalidad del ¨Gobierno a las provincias¨, movilizando a medio Gobierno, casi echándose las palomas, como un acto de desesperación y de fracaso de los sistemas de información gubernamentales.
Porque uno de los objetivos de las comisiones de ¨Gobierno a las provincias¨ que se han desplegados en todo el país es informar lo que está haciendo el Gobierno en el territorio donde actúa la comisión. El mensaje es que el trabajo de las ¨Bocinas¨ a nivel local no ha sido eficaz. Sin embargo, la queja de los medios locales y tv de redes sociales es que el mazo de la publicidad está concentrado en el núcleo de las grandes corporaciones y en la comunicación de la aristocracia partidaria de los ¨popis¨.
Pero la realidad es que en las provincias y en las regiones hay poca cosa que informar. Sobre todo, en regiones donde se ha caído la inversión pública, como en la frontera que este año se proyecta un descenso de un 38 %, y en otros casos, porque las grandes obras y acciones, con la excepción, de los grandes centros urbanos, no comienzan. Además, la reacción del Gobierno, personalmente creo que está más bien vinculada al descenso de la popularidad de la gestión gubernativa, como consecuencia de todos estos factores negativos de carácter económico y social, acumulados en estos últimos años que están afectando grandemente a la clase media y a los sectores populares.
No obstante, pese al nivel de improvisación que exhibe el Gobierno en diferentes aspectos (en el sector eléctrico, en la ejecución de los proyectos con apropiación de fondos, en la forma de enfrentar la crisis de los alimentos de primera necesidad…) sin negar el impacto de factores externos que afectan nuestra vida social, apostamos por la institucionalidad del país, a sabiendas de que con todas las dificultades hay que enfatizar, siempre que en la República Dominicana se tiene otro Estado, totalmente, diferente a épocas anteriores.
El Estado dominicano que exhibe avances institucionales sin precedentes, en materia de planificación, participación y concertación dispone de un cuerpo legal para establecer de manera formal canales de diálogo, concertación e interacción permanente entre el Gobierno y la comunidad, amparados en la Constitución.
Instrumentos y espacios de concertación legales entre iguales (al margen de la politiquería barata como esta del ¨Gobierno a las provincias¨ con una mayoría de funcionarios sin ningún poder real) a través de diversas instancias deliberativas y de concertación, figuras como el Consejo Económico y Social de la Republica Dominicana, la ley No 142-15 de Planificación e Inversión Pública, que en el artículo 14, Sección A, instituye los Consejos Regionales, instancia que permite la participación regional de los principales actores gubernamentales, legislativos, privados, gremiales y comunitarios.
En la Sección B, se instituyen los Consejos provinciales, instancia que permite la participación provincial de los principales actores gubernamentales, legislativos, privados, gremiales y comunitarios y en ese mismo orden, la ley da el mandato de formación de los Consejos municipales, que el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo tiene una vasta experiencia, dándole seguimiento a estos órganos y apoyándolos en la formulación de los Planes de Desarrollo de municipales.
En el Estado hay que acabar con la improvisación, con las agendas coyunturales de los funcionarios de turnos, pero para acabar con el mal de la improvisación, los partidos y los políticos tienen que estudiar y debatir los problemas nacionales. Conocer la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo (END), las agendas que tienen los proyectos estructurales de la nación que no son los problemas de sus partidos o de sus potenciales candidaturas personales y los compromisos del país.
Asumir posturas con la seguridad social (algo espurio), los grandes planes maestros del transporte, del agua, de la energía, de la agropecuaria, de la territorialidad y uso de suelo, de las políticas sociales, de la educación, de la era digital, la transformación que necesita nuestro país para que la gente pueda mejorar la calidad de vida y pueda competir en el mundo que se avecina.
jpm-am

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