In memorian a Rafael González Tirado
POR PEDRO RICHARDSON
Lamento profundamente la partida del maestro Rafael González Tirado, nuestro apreciado Lalo, con quien compartimos los afanes lingüísticos de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL), entidad que reúne a los estudiosos de la lengua de Europa, América, Asia y Oceanía y que a iniciativa nuestra, en un acto de intrepidez en 1979, solicitamos en la Universidad de Phoneix, Arizona, en el marco del VI congreso, la sede del VII congreso y que fue un evento de gran trascendencia.
Recuerdo las reuniones rotatorias que realizábamos en casa de los miembros de la comisión organizadora de la que quizás seamos el único sobreviviente, pues antes que Lalo despedimos al compadre George (Yoryi) Lockward, al profesor Alfredo Parra Beato, a la siempre maestra Zoraida Heredia viuda Suncar y no sé del rastro de Ana Dolores Rosario de Datt.

De ese congreso dejamos el busto de Pedro Henríquez Ureña en los jardines frontales del hoy Ministerio de Educación y las memorias que editamos en los talleres de la UNPHU.
Lalo desarrolló una ingente labor académica e intelectual que con su muerte los medios resaltan; pero falta el dato de que fue suplente a diputado en cuya condición participó en la redacción de la Constitución del 63 y que por muchos años fue responsable de que las leyes aprobadas por la Cámara de Diputados no tuvieran las falencias de hoy.
Por largos años vivió en la avenida Jiménez Moya esquina El Recodo, donde Alfal tenía su domicilio y de esa locación viene a cuento la coincidencia con que concluyo: Lalo había cedido un espacio para que uno de sus hijos estableciera un pequeño negocio que luego se hizo grande como pizzería y una noche disfrutando una de esas delicias de la culinaria italiana le recomendé «tú debes demoler esta casa y construir varios pisos de apartamentos (en ese entonces no se hablaba como hoy de torres), te quedas con uno y los demás los vende, hasta yo te compraría uno».
Con el tiempo, Lalo vendió la casa y en ese espacio levantaron varias torres de 16 pisos y vaya a ver la coincidencia que 43 años después vivo en uno de esos apartamentos, lo que me obliga a recordar a ese viejo amigo con frecuencia.
jpm-am
Siempre recuerdo la pasión y entrega con que el profesor Gonzalez Tirado impartía sus cátedras y las investigaciones sobre la el uso del lenguaje en las diferentes regiones del país. Descansa en paz querido profesor.
Recuerdo con cariño su también honorable hermano,Fernandito González Tirado,a quien escuchaba de niño en el programa Grandes Ligas en Acción, junto a Don Tomás Troncoso y Don Roosevelt Comarazami,ambos tambien de grata recordación, en paz descansen todos.