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Graves fallas en el proyecto de ley de naturalización
Condenado a ser declarado inconstitucional por sus gravísimas fallas, algunas totalmente obvias, está la forma actual del proyecto de ley que persigue la naturalización retroactiva, instantánea y en masa (o sea anónima) de miles de extranjeros.
Entre otros problemas, el proyecto beneficia a elementos criminales, independientemente de la gravedad y naturaleza de su delito, así como también a personas afectadas por graves enfermedades físicas o mentales, y a otros que son o pueden convertirse en una carga fiscal y social para el sufrido pueblo dominicano, el cuál ya tiene cuatro millones de pobres ( 40% de su población) incluyendo un millón de indigentes, una tasa de desempleo de un 15% (y de 30% entre los jóvenes), y un enorme déficit presupuestario, encima de una inmensa acumulada deuda pública. A pesar de no tener precedentes en la historia jurídica de la República Dominicana, el proyecto ha sido irreflexivamente aprobado en solo varias horas por la Cámara de Diputados. Si su objetivo era acabar con el problema “a la carrera”, lo contrario ganarían con una ley viciada que a la postre fracasa constitucionalmente. La naturalización sin precedentes en masa y retroactiva de miles de extranjeros envuelve numerosos problemas de índole puramente jurídico-constitucional, algunos de los cuales han sido discutido por separado, por nosotros y otros (por ejemplo, ver https://almomento.net/articulo/158644/Juridicamente-inadmisible y https://www.almomento.net/articulo/163147/Nacionalidad-efimera ). Más abajo discutiremos fallas graves y obvias de naturaleza práctica, que no debieron llegar a la Cámara de Diputados, y mucho menos ser aprobadas por ésta. Los beneficiarios del proyecto son los extranjeros alegadamente nacidos en el país entre el 16 de junio de 1929 y el 18 de abril de 2007 que fueron inscritos en los libros del Registro Civil dominicano, en violación de todas las constituciones dominicanas desde 1929, y de una ley que está vigente desde el 1939. De ese grupo, la ley excluye solamente a aquellos cuyos registros fueron “instrumentados con falsedad de datos, suplantación de identidad, o cualquier otro hecho que configure el delito de falsedad en escritura pública, siempre y cuando el hecho le sea imputable directamente al beneficiario”. Primero cabe notar que, aun si se pudiese probar con absoluta certeza que varios años atrás un extranjero fue inscrito en el Registro Civil dominicano porque los padres, o terceros, se valieron de sobornos o fraudes, el menor se quedaría naturalizado de por vida. Aún cuando reconocemos que el menor no tendría culpa de lo sucedido, corregir su nacionalidad no sería un castigo, sino sencillamente asignarle la nacionalidad que verdaderamente le corresponde. Pero el anterior NO es el mayor problema. Increíblemente, el proyecto de marras naturaliza en masa a individuos con historial delictivo, sin importar la gravedad y naturaleza del delito. Lo mismo da que el extranjero haya sido encontrado culpable de múltiples asesinatos, que sea un violador en serie incluso de menores, un reconocido asaltante a mano armada, sicario, o secuestrador. Comoquiera queda naturalizado. Esto no admite justificación. El proyecto tampoco excluye a otros extranjeros que el sentido común dice deberían ser excluidos de cualquier naturalización en cualquier lugar del mundo, tales coma) Personas con graves enfermedades infecto-contagiosas o terminales (lo que va en detrimento de la salud publica y fiscal del pueblo dominicano). b) Enfermos mentales, aun si fuesen violentos y representasen un peligro para el pueblo. c) Indigentes y desamparados, que son o pueden convertirse en un peso fiscal y social para el pueblo dominicano.d) Analfabetos (reales o funcionales) y otros individuos de escasa formación que tienen pésimas perspectivas laborales.e) Menores de 7 a 17 años de edad. Los menores naturalizados en masa presentan problemas especiales. Por ejemplo, sus padres o tutores, si es que los tienen pues podrían ser huérfanos, podrían NO calificar para el plan de regularización, o podrían dejar de calificar aunque inicialmente calificasen por tiempo limitado. En dicho caso, el proyecto no especifica qué hacer. Por ejemplo, (i) ¿ se irían los padres, dejando al naturalizado menor en el país, y en este caso a cargo/costo de quien? o (ii) ¿ habría que “regularizar” aunque no califiquen a los padres automáticamente hasta que el menor sea adulto, y en este último caso, abarcaría la regularización a toda la “alegada” familia, la que podría llegar a ser muy numerosa, si se pasan por “hermanitos” a primitos, amiguitos, vecinitos, etc?. Una simple solución a este problema sería limitar la naturalización en masa a los nacidos antes del 1997 (no hasta el 2007 como es ahora), lo que aseguraría que solamente los mayores de edad califiquen. Los demás podrían solicitar la naturalización ordinaria a su debido tiempo. Vale ahora recordar que de acuerdo al artículo 137 de la constitución vigente, todos los miembros del Consejo de Ministros, incluyendo al Presidente de la República, deben tomar decisiones “en beneficio de los intereses generales de la Nación y al servicio de la ciudadanía”. De igual manera, de acuerdo al Artículo 93(2g) debe el Congreso “velar por la conservación y fructificación de los bienes nacionales en beneficio de la sociedad”. Una ley que viole estos artículos es inconstitucional, aun si cumpliese con todos los demás. En definitiva, aun cuando el proyecto aprobado “al vapor” por la Cámara de Diputados es defendible como una solución simple y práctica, tiene gravísimas fallas de naturaleza práctica, además de otras de índole jurídico-constitucional que son más sutiles pero no menos importantes. Si el Senado de la República no quiere que el proyecto fracase la prueba constitucional que le espera, debe estudiarlo seriamente, y asegurarse de corregir el mayor número posible de las mencionadas fallas, y de todas las demás que han sido o serán discutidas/encontradas separadamente. De otra manera, en lugar de ponerle fin a la controversia “a la carrera” lo que harían sería extenderla más de lo necesario. virgilio.rodriguez@yahoo.com
