Fusión IAD y Agricultura crea expectativas (OPINION)
Por Pedro Caba
La fusión de importantes departamentos ejecutivos del Instituto Agrario Dominicano con el ministerio de Agricultura parece el paso previo para un gran salto de calidad de la reforma agraria.
Hay que precisar que la República Dominicana es uno de los pocos países que conserva una reforma agraria exitosa, aunque con sus limitaciones y retada ahora a ser más eficiente, de todas las economías emergentes.
La eliminación del latifundio y de la aparcería, más la justa retribución al Estado de la cuota parte resultante de las grandes infraestructuras de riego realizadas con presupuesto público ha resultado la disponibilidad de 10 millones de tareas productivas en 604 asentamientos agrarios, estructura básica distribuida por todo el país para devolver equidad al campo con grandes perspectivas presentes y futuras.
Por eso ningún gobierno después de Balaguer que impuso la reforma agraria, se ha atrevido a deshacer esta conquista social, aunque ganas de hacerlo no han faltado en muchos de esos gobiernos tan dados a crear deudas a pagar a los políticos por parte de las familias poderosas del país.
Algunas Condiciones deben Darse Preservar Reforma Agraria
Lo que han hecho los decretos presidenciales que obligan a traspasar algunos departamentos técnicos del IAD al ministerio de Agricultura, es posibilitar que los poco más de RD$2000 millones que aporta el presupuesto al IAD más la enorme cantidad de crédito del Bagrícola y otras agencias oficiales a la Reforma Agraria sean mejor utilizados.
En particular que el ministerio de Agricultura extienda su función de extensión agrícola supervisada hasta los asentamientos agrarios.
Pero como esta disposición ha llegado en el momento en que entra en vigor la ley regula los bienes de familia amplía su alcance hasta los reformados, además de otros bienes estatales que se entregan al público, para que tengan personería jurídica con alcance al crédito bancario, pudiendo traspasarse también, muchos se han hecho de la idea que por fin se materializa la vieja aspiración de los empresarios de la Junta Agroempresarial Dominicana y antiguos latifundistas de volver a recuperar sus propiedades.
Si mal no comprendo, se trata de todo lo contrario. Lo que se persigue con esta fusión es que los reformados, en primer lugar estén obligados asociarse, y en segundo lugar para que sus propiedades sean sujeto de crédito. Ambas cosas son necesarias para que la reforma agraria dé el gran salto de mecanizarse y liberarse de brazos extranjeros, al tiempo puedan integrar nuevas y avanzadas prácticas de cultivo y nuevas tecnologías.
Que el objetivo es la reforma agraria sea un ente productivo fiable para adquirir la competitividad que necesita para operar en el mercado interno y de exportación. Y al mismo tiempo una gran oportunidad de negocios para todo el mercado financiero.
Por eso apreciamos que es otro de los grandes pasos que se ha atrevido a dar el presidente Abinader, el empresario que ha llegado a la política para inyectarle sensibilidad social y quitar detonantes a lo único que se interpone al desarrollo actual del país: la inequidad.
Ojalá podamos estar en primera fila como estuvimos en toda la campaña atinente al Código Agrario y vivir estas transformaciones.
sp-am

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Deben desaparecer esas dos entidades porque para nada han servido; que ni siquiera se puede comprar la batata barata.
Esas dos instituciones son inoperante, deficiente, son cuna de botellas cierren esas porqueria
Y ya, en R. D., hay reforma agraria, boludo…!. La reforma agraria, del principio, hoy, está en manos de terratenientes, bocina.’