Frutos de las medidas monetarias y fiscales (OPINION)
La gente ha hecho conciencia de los efectos de las variables económicas exógenas sobre la economía de la nación dominicana.
Gracias al desarrollo de las comunicaciones, hoy la gran mayoría de la población dominicana está consciente del porqué del aumento de los precios de los productos y servicios que se producen y se ofertan al público en general.
El ciudadano común dominicano ya no es inocente, ni se deja sorprender y mucho menos engañar de sectores desafectos al gobierno o por personas que solo buscan infundir miedo, que son negativas, que solo ven en sus vidas la presencia de malos presagios.
Calumniadoras revirtiendo o retorcedoras, manipuladoras de la verdad, de los hechos económicos y financieros que se desarrollan en el gobierno que encabeza el ciudadano presidente, Luis Abinader Corona, quien en los actuales momentos encabeza una obra de gobierno encomiable, a pesar de los tantos escollos que ha tenido que enfrentar desde el 16 de agosto de 2020.
Es menester mencionar la deuda pública que heredó de las pasadas autoridades del PLD, problemas de gestión administrativa y financiera, corrupción y una descomunal pandemia que en ningún momento le ha permitido tregua para poder desarrollar su programa de gobierno que tanto había acurrucado, vendido, consensuado y añorado aplicar inextenso, teniendo que variar muchas de las acciones ante las circunstancias que ha tenido que enfrentar desde el inicio de su gestión.
El presidente, de manera valiente, inteligente, con una capacidad de empatía, de resiliencia, de pro actividad y versatilidad, pudo enfrentar los escollos y superarlos con éxitos en el mediano plazo.
A lo anterior, se le sumó la crisis de precios que afecta a todo el mundo y las consecuencias impredecibles de una guerra entre Rusia y Ucrania.
Ante el aumento de los precios desproporcionados, por razones de baja producción, oferta, problemas en la cadena de distribución y comercialización, altos fletes, retrasos de entrega de mercancías, entre otros problemas para obtener los insumos, materias primas, commodities, altos precios del petróleo, gas natural, carbón para la producción.
Todo esto llevó a la banca central y a los ministerios de hacienda del país y el resto del mundo, a variar sus políticas monetarias y fiscales para poder enfrentar la crisis económica y financiera que se había generado.
En ese sentido, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) o Banco Central de la nación de Norte de América y en el lar nativo, el Banco Central de la República Dominicana, flexibiliza sus tasas de políticas monetarias, como facilitarles grandes cantidades de recursos, a través de los intermediarios financieros a favor de los distintos sectores económicos del país para evitar un colapso en los sectores productivos, comerciales y de servicios.
Mientras Hacienda y su política fiscal cónsono con la política monetaria de la entidad emisora, flexibilizando el cobro de impuestos, aranceles y expandiendo el gasto público para que más sectores pudiesen manejar más liquidez, aumentando el gasto público corriente a través de los distintos programas sociales, otorgando más recursos mediante las emisiones de más tarjetas de consumo.
Al pasar el tiempo se ha podido probar que dichas políticas monetarias y fiscales, hoy han parido muchos frutos.
Esto así, ya que en los primeros días de abril de manera sorprendente, en el mediano plazo, se percibe que las actividades económicas casi se han restablecido por completo, el empleo se ha recuperado, la demanda y la oferta han experimentado significativa recuperación.
El gobierno sigilosamente monitorea a nivel nacional e internacional el comportamiento de la situación económica y financiera que impacta o podría impactar en la economía local.
No ha dejado de aumentar las ayudas financieras a los sectores más vulnerables de la economía.
Hoy aumenta la producción agrícola y pecuaria, la oferta de productos que solo era de la exclusividad del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre) extendiéndose a colmados y supermercados.
Realmente, las políticas aplicadas por el gobierno han surtido sus efectos al extremo de que la población disfruta de seguridad alimentaria, estabilidad de precios de los combustibles gracias a los subsidios que semana tras semana aplica el gobierno a los precios de los combustibles.
Muestra de la mejoría experimentada, a pesar de que la situación económica y guerrera internacional, sigue su agitado curso, el Banco Central de la República Dominicana, dio a conocer recientemente un informe sobre el comportamiento de los precios correspondientes a febrero y marzo del presente año 2022.
Este informe recoge que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en marzo fue de 0.67% con respecto a febrero 2022, mostrando una desaceleración frente a las tasas de 1.18% y 0.92% observadas en enero y febrero del presente año, por lo que la inflación acumulada en el primer trimestre (enero-marzo) fue de 1.80%.
En lo que respecta a la inflación subyacente mensual, la misma registró un comportamiento de moderación, similar a la del IPC general, al pasar de 0.65% en enero y 0.60% en febrero a 0.51% en marzo, ubicándose en términos interanuales en 6.99% al cierre de marzo.
Este último indicador aísla el comportamiento de ciertos alimentos con gran variabilidad en sus precios, como los combustibles, servicios con precios regulados, tarifa eléctrica, transporte, bebidas alcohólicas y el tabaco, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.
El Banco Central de la República Dominicana, puntualizó que la dinámica de los precios domésticos continúa reflejando presiones inflacionarias externas, más persistentes de lo previsto, las cuales se han intensificado con el conflicto militar Rusia-Ucrania, provocando aumentos adicionales en precios de los insumos y bienes primarios.
Asimismo, se mantienen altos los costos del transporte marítimo de contenedores, por encima de la pre-pandemia y permanecen disrupciones en las cadenas de suministros a nivel internacional.
La inflación interanual, es decir, de los últimos 12 meses, desde marzo de 2021 a marzo de 2022, se situó en 9,05%, 2.3 veces superior al 4.0% del centro del rango meta.
Vale precisar que el resultado interanual, un aspecto relevante del mismo, es que el conjunto de medidas anunciadas por el Gobierno han comenzado a afianzarse.
El quehacer económico de un país, no es tema de fácil solución, pues las variables que inciden en las actividades económicas con muy dinámicas las que pueden cambiar de un minuto a otro, de ahí lo complicado que es hacer política monetaria ya que cuando una variable está bajo control, la otra anda suelta y, es precisamente la que puede poner la nota discordante.
Mediante el comportamiento de los precios de febrero y marzo de 2022, se confirma una vez más que los efectos de las medidas económicas que se han tomado en meses atrás han sido positivos.
Poco a poco se estabiliza la situación, aunque tiene una gran dependencia de la situación económica y guerrera internacional.
Se puede colegir finalmente, que el gobierno hasta el momento ha alcanzado con éxito sus objetivos ante un entorno sumamente turbulento.
Se espera que en los próximos meses los resultados sean más halagüeños.
felixl.felixsantana.
jpm-am