Fabricando consentimiento

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El autor es abogado. Reside en Santiago.

Por LUIS EDUARDO GUTIÈRREZ

El sociólogo francés Julien Freund en su obra «La Esencia de lo Político» establece que la política se sustenta, entre otras cuestiones, en la dialéctica de mando y obediencia. Es decir, en todo régimen (sea democrático, tiránico, aristocrático, etc.) hay un pequeño grupo de personas que manda y una gran masa que obedece.

Como los que mandan son menos, siempre existe el miedo de que la masa que debe obediencia se rebele. Y es un miedo justificado porque la historia así lo demuestra, solo basta recordar lo que ocurrió en la Gran Revolución de 1789 que arrasó con los privilegios del Antiguo Régimen, o las revueltas en la Alemania Comunista que provocaron la caída del Muro de Berlín y del régimen autocrático de Erich Honecker en 1989.

Para evitar inconvenientes, los que mandan poseen los aparatos de coerción del Estado los cuales utilizan para sustentar su poder. Sin embargo, en las democracias liberales actuales en las que se proclaman los derechos humanos y la dignidad de la persona humana como valores sacrosantos, está muy mal visto que el poder utilice la coerción contra los que pretenden desobedecer.

Pero entonces, sacando de la ecuación a la coerción, ¿qué alternativa tienen los que mandan en las democracias actuales para evitar una revolución? Pues ni más ni menos que la propaganda. Esta respuesta puede sorprender a más de uno, ya que cuando se habla de propaganda nos vienen a la cabeza Corea del Norte, Irán y Cuba, es decir, regímenes autocráticos.

Pero la verdad es que en las democracias liberales también existe la propaganda, y son los medios de comunicación privados los que sirven de máquinas de propaganda de los gobiernos.

Quienes mejor vieron esto fueron Noam Chomsky y Edward Herman quienes en 1988 publicaron una obra fundamental titulada «Manufacturing Consent», que se puede traducir como Fabricando Consentimiento. En ella, los autores sostienen la tesis de que en las actuales democracias los medios de comunicación de masas no vigilan y controlan al poder, sino que son utilizados por este para imponer a las masas una cosmovisión del mundo que no ponga en peligro los intereses de los que mandan.

Volviendo a la dialéctica de mando y obediencia, hay que decir que los que obedecen lo hacen por 2 razones fundamentales: por miedo a la represión o porque simplemente dan su consentimiento tácito a ser mandados.

Y ya hemos dicho que en las democracias actuales la represión está mal vista, por lo tanto, es necesario contar casi exclusivamente con el consentimiento. Empero, como vivimos bajo modelos económicos impuestos por los que mandan que perjudican a la mayoría de los que obedecen, ese consentimiento no puede surgir de manera natural, sino que debe fabricarse a través de la propaganda.

Así, como la mayoría de la población sufre las consecuencias negativas de las decisiones de los que mandan, estos últimos saben que de la única manera en que las mayorías pueden dar su consentimiento a obedecer es si este es fabricado de manera artificial.

Las masas son manipuladas para que piensen que los poderosos quieren lo mejor para ellas, aunque los hechos digan otra cosa. Este se podría decir que es el gran descubrimiento (si se me permite el término) de Chomsky y Herman.

Pero el proceso de fabricación del consentimiento es más vil de lo que parece, ya que por un lado los medios de comunicación reciben del Estado sumas millonarias para la colocación de publicidad (i.e. propaganda), mientras el Estado parasita a la ciudadanía (a través de impuestos) dichos fondos.

Es decir, que la ciudadanía está pagando por su propio proceso de adoctrinamiento mientras a los medios de comunicación se le garantiza su business. ¡Un modelo perfecto!

jpm-am

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Eleuterio
Eleuterio
1 Año hace

Un análisis sin desperdicio. Los medios de comunicación son las antítesis del atraso en que está sumergido el país, el cual está convertido en un narco estado, donde nadie responde por sus intereses, debido que durante años ha sido secuestrado por los políticos de este rancio sistema.