En torno al crimen organizado (2)

El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

Por HECTOR DOTEL MATOS
Fecha: 31/03/2022
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Una familia mafiosa agrupa principalmente hombres. Su relación es fraterna. Cada uno de ellos está comprometido en ayudar al compañero y protegerlo. La familia se desarrolla sobre criterios raciales, pero sobre todo en función de la propensión de los “candidatos” al uso de la violencia y de la astucia. Se trata, pues, más de una familia llamada “cultural” que “natural” (con excepción de la de “Calabria “, Ndrangheta”).

La organización es jerarquizada: a la cabeza, el jefe de familia. Padre espiritual, guía o profeta para sus miembros, ofrece un porvenir a los jóvenes reclutados, quienes piensan que son privados. Una mafia es una “confederación de familias”, es decir, una gran familia compuesta de varias familias autónomas.

La mafia controla apretadamente un territorio sobre el cual entra en competencia con el poder estático. En el marco de sus actividades, la mafia entiende dominar el control político y económico de su territorio; ambiciona, entonces, sustituir al Estado. Así, una mafia tiene todo interés en un debilitamiento del aparato de Estado, pues así puede asegurar una misión de policía y de justicia.

La mafia se liga fácilmente en el paisaje local. Contrario a los signos exteriores de riqueza. La mafia es un Estado que sobrevive a las evoluciones políticas gracias a los lazos familiares y a su facultad de adaptación. La internacionalización de un grupo criminal mafioso pasa necesariamente por las migraciones y la “interferencia” de las comunidades instaladas en el extranjero.

La mafia extiende sus prestezas criminales más allá del territorio donde tuvo su origen. Ella saca provecho de la mundialización, del debilitamiento de las fronteras y del crecimiento de la demanda sobre ciertos mercados (estupefacientes, falsificación, etc.), para desarrollarse. En tal sentido, se aproxima a las otras organizaciones criminales transnacionales.

Una mafia tiene sus leyes, su justicia, su policía, sus impuestos, su política. En su seno, sus miembros deben sujetarse a un estricto cumplimiento de las reglas y su orden no debe jamás ser puesto en causa; la pena de muerte es la sanción para el incumplimiento de las normas. La desobediencia al jefe mafioso debe ser absoluta, consecuencia del respeto al código de honor de la mafia.

La pesar de que la palabra mafia se emplee a menudo como sinónimo de “organización criminal” (Cuando se habla de una mafia napolitana, calabresa, rusa, turca, etc.), en su acepción más precisa alude a la Cosa Nostra y tiene su origen en la isla italiana de Sicilia.

La mafia se escudriña no solamente en el tiempo, sino también en el espacio. Pero, para conseguir la “etiqueta mafia”, deberán reunirse ciertos criterios, salidos primariamente de la observación de las mafias italianas.

Esas organizaciones parecen ser las primeras del género y tomaron dicho nombre hacia 1860. Sin embargo, podríamos remontarnos al comienzo del siglo XIX, para ver la aparición de esta forma de organización criminal, quizás, decimos, salida de antiguas sociedades secretas.

No existe definición oficial de la palabra “mafia”,. Sin embargo, varios criterios permiten calificar una organización de este tipo en sentido estricto del término y distinguirla de otras formas del crimen organizado. Frecuentemente, una mafia se constituye sobre una mitificación de sus orígenes. Ella cultiva el relato de lun pasado épico, cuida su imagen adoptando los rasgos de un bandido de honor.

La popularidad, creada y dominada por la organización, sirve no solamente de lazo entre sus miembros, sino igualmente para atraer a los más jóvenes para que, más tarde, quizás se unan a la familia. En una ceremonia iniciática, se presta juramento, y una marca de sangre es imprescindible. Integrar una organización mafiosa es nacer dos veces.

Una vez pasado el estadio de la iniciación, los impetrantes son protegidos y sobre todo deben una absoluta fidelidad a la organización. La solidaridad entre pares es tan importante que el respeto del pacto de silencio al cual ellos están obligados en lo sucesivo se castiga con la pena de muerte en caso de ser violentado.

jpm-am

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