¡El último descubrimiento!
El último descubrimiento realizado por nosotros, es decir, el ser humano, ha dado al traste con todo lo que nos podíamos imaginar.
Ya no son otras tierras más allá del horizonte, ni siquiera «ese infinito precipicio» que lo marcaba. Mucho menos las sirenas ni dragones voladores.
Ahora la cosa va más en serio que todas las especulaciones emitidas desde que tomamos «conciencia» del lugar que habitamos.
Una bola flotando hacia un espacio en movimiento y colmado de todo tipo de gases venenosos y moles amenazantes a velocidades catastróficas.
El nuevo descubrimiento nos deja a todos anonadados al punto que todo lo dicho y afirmado queda en entredicho.
Unos científicos de Haustim, luego de extraer unas muestras de «tierras raras» no estas famosas mencionadas últimamente, sino «raras» porque las particularidades que observaron en ellas les llamaron la atención—.
Estaban dotadas de «extraños» dibujos geométricos y mantenían un movimiento «particular» que al ingresarlas al laboratorio y ser observadas con un microscopio nuclear AR17. El cual puede aumentar en un millón de QURS, el objeto. Divisaron lo imposible…
Bueno, yo sé que los tengo «en babia», como se dice, pero es que no sé por dónde empezar o cómo describir lo que será una noticia revolucionaria que dará al traste con todas las religiones y creencias e incluso con todas las filosofías conocidas.
¡Gente! Sí, como lo ha leído, han descubierto gente como usted y como yo viviendo en ciudades, avenidas, edificios y hasta aviones y ejércitos, tal y como aquí tenemos.
Toda una «civilización» con museos y hospitales y hasta presidentes y dictadores. Todo eso contenido en un trocito de tierra que podríamos destruir con una simple pisada. ¿Se imaginan?
Los científicos llevan varios años estudiando a «estos humanos» y al parecer. Han logrado comunicarse con ellos. No habían comentado antes la noticia por el impacto que esta tendría en el mundo.
En los estudios que pronto van a salir, podremos ver fotos de la vida de «estos terrestres» exactamente iguales a nosotros. No se trata de amebas o colambrias ni nada de extrañas formas, ¡humanos como usted y yo!
Con la misma cabeza, el mismo pelo, la boca, prietos, rubios, chinos y demás variables. Feos, lindos, gordos y flacos. Calles y luces que iluminan sus casas y parques.
Tienen letreros en sus negocios y hasta palacios de reyes y presidentes. Teatros y hasta películas, es decir, exactamente todo lo que nosotros tenemos.
Con decirles que tienen cohetes que han logrado llegar «hasta aquí», o sea, a nosotros, y nos han estudiado al punto que entienden que somos la mayor amenaza para su civilización.
Todo esto se sabe porque el equipo que ha logrado tener un sistema de comunicación con ellos a través de radios y celulares ha tenido acceso a libros y periódicos de antaño y actuales donde expresan la situación en la que los hemos expuesto en estos momentos.
Se sienten atrapados y a punto del colapso, ya que hemos arrancado tan solo un puño del lugar en el que estaban, un inmenso territorio selvático y aislado de las manos nuestras.
Ya se sabe, porque estos mismos lo han comunicado, que su civilización está compuesta por más de 7 mil millones de habitantes y que también tienen «países» y fronteras. Diversidad de idiomas y creencias, tal como aquí.
Al parecer, la consciencia que conocemos en la forma y aptitud goza de un mismo patrón cuando no logra definir lo que es. Los animales tienen instintos y una que otra manera de «percibir» las energías de la tierra, pero no parecen preguntarse «los porqués» de su existencia.
Ya más adelante nos iremos enterando de «este otro mundo paralelo» que habita justo debajo de nuestras suelas. Ustedes se cuestionarán la imagen y semejanza de Dios al «hacerse» diminuto e imperceptible, básicamente «un microbio».
¿Los habremos tenido recorriendo nuestro cuerpo como exploradores? ¿Habrán indagado nuestras entrañas y bailado en nuestros ojos? ¿Nos habrán intentado matar con virus y bacterias?
Gracias a Dios que aún no han desarrollado las bombas nucleares, ya que iríamos cayendo uno a uno y sin saber la causa…
De todas formas, aquí ya tenemos por dónde cortar para especular de los miles de vainas que nos han sucedido sin encontrar las causas o soluciones.
Por mi parte, estoy tratando de salir lo menos posible al patio, no sea que «esa raquiña» que me da súbitamente sea la causa de flechazos y balas que «estos humanos» me estén echando.
¡Una vaina más para hacernos la vida más complicada! Yo solo espero que «esa noticia» no salga a la luz pública porque los locos y ansiosos se incrementarán a niveles de pandemia.
Ya sospechaba yo que «esos mosquitos» eran aviones de combate y las cucarachas, modernos y aerodinámicos vehículos todoterreno.
Si usted piensa que estoy loco, ponga cuidado cada vez que una mosca se le pose en la comida; son naves piratas hurtando alimentos y tomando muestras de su ADN. Para ver cómo jodernos más la vida. ¡Salud! Mínimo Descubrirero
jpm-am
Tu ex mujer la que te mandò pal carajo por flojo….anda muy Feliz con un negro cubano de biscayne que le llaga bien lejos.