El tan violentado derecho a la igualdad

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LA AUTORA es periodista. Reside en Santo Domingo.

El caso de Sudiksha Konanki, la joven india desaparecida de un hotel, perduró  muchos días y aunque en todas partes un tema tumba a otro, este solo empieza a disiparse con la petición de sus padres  de declararla  fallecida. La tragedia desnudó más nuestras enormes desigualdades. Sí,  entre dominicanos y dominicanos.

Igual, ha bajado el interés el habeas corpus y la salida del único sospechoso,  el estadounidense Joshua Steven Riibe, que según el Ministerio Público estaba en calidad  de testigo, retenido en el hospedaje y sin pasaporte, que le incautó y hubo de solicitar otro a su embajada.

El enigmático acontecimiento  desviste falencias por múltiples lados, algunas poco tocadas, como la vigilancia  del  establecimiento para evitar baños fuera de horario en las playas. Pero lo más trascendental es el énfasis en esta desaparición, por encima de las diarias en el país, que a ninguna autoridad parecen importar.

La tragedia saca a relucir la que viven miles de familias que no saben dónde están sus parientes y la diferencia en el trato con la desaparición de la joven, va más allá de que sea extranjera, de que  daña al turismo. No. Entre nacionales perdidos  igual hay abismos.

No es lo mismo

La búsqueda de personas de escasos o ningún recurso económico no es comparable a la que hacen los cuerpos investigativos cuando de alguien acomodado trata ni la relevancia que dan los medios de comunicación. No es lo mismo, no señor.

Esa diferencia está reflejada en tantos y tantos escenarios, marca las relaciones humanas y deja claro que el derecho a la igualdad es uno de los más violentados, que el trato en cualquier instancia pública o privada depende  de la clase social.

Por tanto, los contrastes comienzan entre nosotros mismos. Claro,  más notorios cuando benefician a foráneos  y vemos como privilegio una regla que debe abarcar a todos los ciudadanos.

Lo que está mal no es la atención a la misteriosa desaparición. Es lo correcto ¿Lo incorrecto? que todo ese protocolo  de búsqueda no sea aplicado en todas las situaciones y reitero, que en el trato a desventuras entre los propios nacionales, las autoridades evidencien  distancias tan grandes.

Las desigualdades nos empapan, amenazan con ahogarnos. Es lo primero que debemos notar, la forma en la que somos tratados unos y otros pertenecientes  a este mismo tramo de isla, lo que hemos de suponer nos hace iguales.

jpm-am

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Hi Camilo
Hi Camilo
5 horas hace

Aristóteles decía que la «igualdad se alcanzaba cuando se trataba a los iguales de la misma manera y a los desiguales de la manera proporcional a su desigualdad» está claro que la desaparición de la Turista es de importancia para los sectores de poder, mientra una persona local se desaparece y ni siquiera las autoridades quieren tomar la denuncia de su desaparición, por eso somos desiguales, ahí radica el interés y la exposición mediática.

ASURBANIPA
ASURBANIPA
7 horas hace

LA IGUALDAD SOLO EXISTE EN LA MISERIA Y LA AUSENCIA DE MERITOCRACIA ,ES LA INERCIA SI NO NOS MOVEMOS Y NO HACEMOS NADA TODOS LLEGAMOS A LA MISERIA POR IGUAL .EL HECHO DE QUE SEA UN BLANQUITO RICO Y NO SE HAGA NADA LO MISMO SUCEDE CON UN HAITIANO CUANDO DECAPITA UN DOMINICANO NI SIQUIERA SE DA LA INFORMACION POR TEMOR A QUE TE CHANTAJEN CON EL RACISMO