El PRM entre el sacrificio y el relevo (OPINION)
Por Javier Fuentes
El desafío del relevo generacional no está en sustituir, sino en integrar. La historia demuestra que cuando los partidos olvidan a sus constructores, el precio es la división y el desgaste interno.
En cada ciclo histórico, llega un momento en que el cambio se impone.
Las generaciones se suceden, y el relevo se vuelve una necesidad natural. Pero el verdadero dilema no está en cambiar, sino en cómo se cambia. ¿A quién se honra, a quién se excluye, y con qué justicia se gestiona la memoria colectiva?
En 1989, en China, el Partido Comunista vivió esa tensión con una fuerza desgarradora. Las reformas económicas impulsadas por Deng Xiaoping abrían una nueva era, sí, pero una que parecía construirse sobre el silencio de los sacrificados.
Una juventud inquieta reclamaba apertura y modernización, mientras una generación entera —la que había hecho la revolución— empezaba a sentir que era prescindible, incluso molesta.
La protesta en la Plaza Tiananmen no fue solo un grito político: fue el estallido de una contradicción interna, tanto en el partido como en la sociedad. Los jóvenes pedían espacio, pero los veteranos se preguntaban: “¿Y nosotros? ¿Dónde queda nuestro derecho a vivir de lo que sembramos?” ¿Acaso la historia es tan cruel que no ofrece ni siquiera una sombra donde reposar a quienes la construyeron?
Un puente, no una tumba
La ley natural de la vida es la sustitución. Pero el pensamiento sabio —desde Heráclito hasta Hegel— nos recuerda que en toda dialéctica verdadera, lo nuevo no destruye sin asumir algo de lo viejo. La síntesis no es olvido, es transformación con memoria. El relevo generacional debe ser, entonces, un puente, no una tumba.
El PRM, como proyecto político, nació del espíritu de renovación. Fue esperanza frente a un pasado que se agotaba. Pero ahora, en el poder, enfrenta su propia contradicción: ¿será capaz de hacer relevo sin traicionar el sacrificio? ¿O se convertirá en lo que tanto criticó, desechando a los suyos apenas cruzó la puerta del Palacio?
La juventud debe tener espacio, sí. Pero no a costa del alma del proyecto. ¿Dónde estaban los que hoy se presentan como salvadores cuando se necesitaba lucha en las calles, en las urnas, en la organización barrial? No se trata de cerrarle el paso a nadie, sino de exigir justicia en la narrativa. No todo comenzó ayer.
Algunos parecen repetir, sin saberlo, el error del PCCh: hablar de reforma sin lealtad. La historia muestra que eso no solo divide al partido, sino al país. El capital político que se desprecia no desaparece: se convierte en resentimiento, en oposición, en fractura interna.
Confucio dijo que “quien no honra a los ancianos, pierde su raíz”. Y sin raíz, ningún árbol crece alto. La sabiduría de quienes han recorrido el camino no es un estorbo: es un recurso estratégico. Integrar la experiencia no es obstaculizar el futuro, es evitar que se cometan los mismos errores.
No es cuestión de edad, sino de visión. Hay jóvenes con el alma vieja y viejos con el alma encendida. La revolución, si es auténtica, necesita de ambos: de la fuerza que empuja y del juicio que equilibra. Reemplazar una por otra sin armonía solo produce caos.
El relevo no puede ser una operación de limpieza. Tiene que ser una transición con propósito, con pedagogía, con gratitud. Como en el arte del bonsái: podar sí, pero nunca arrancar de raíz. Porque el árbol muere.
En la práctica, eso implica crear espacios de mentoría, de cohabitación generacional, de diálogo permanente entre lo nuevo y lo histórico. No se trata de turnos forzados, sino de continuidad estratégica. De una visión donde el partido no se devora a sí mismo.
El PRM tiene la oportunidad —y la responsabilidad— de hacerlo diferente. De mostrar que se puede cambiar sin descartar. Que se puede renovar sin negar. Que el poder no debe transformar la identidad de un partido, sino permitirle profundizar su compromiso con los que creyeron cuando todo era incertidumbre.
La Plaza Tiananmen sigue siendo una advertencia. El sacrificio que no se honra, se convierte en reclamo. La historia lo dice claro: los olvidados no se quedan en silencio.
Intentar ignorar a los que construyeron la revolución equivalió a sofocar Tiananmen.
jpm-am

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Nunca he visto un mundo sin historia y la nueva generación debe de entender que si no hay raíces no puede haber un buen cimiento por los que hoy somos adultos mayores no debemos ser rechazados como hierro viejo.
Nosotros los adultos mayores somos capaz de seguir pensando y generando buenos proyectos para el bien de la humanidad.Juntos hacemos más respeta y valora ustedes son relevo generacional,no depredadores sus antecedentes .
El padre del actual mandatario chino,Shii Jimpin,fue un viejo alto dirigente del PVC,Partido Comunista Chino en los tiempos de Mao y Den Ziaopinpor por sus posturas renovadoras,dentro del partido, fué a parar a la cárcel por largo tiempo.
Con todo respeto,desde hace décadas,en nuestro país,lo más urgente y necesario ,dentro de los cambios deseados,es que los dirigentes políticos de todos ,que los hay serios y buenos, es que todos,imiten a Duarte
Una artículo lleno de verdades,tenemos que ser muy inteligente como partido para mantenernos en el poder,hoy en día con el avance tecnológico y la IA los años no son un obstáculo el ser humano se mide en función si tiene o no el cerebro bien AMUEBLADO; Gracias hermano
Dr. Domingo Peña Vásquez, MD.
Presidente Seccional Nueva York,
Partido Revolucionario Moderno
2026-2030. Quiero ser el Presidente de la Seccional que la inserte en la modernización de un Gobierno de Exitos.
Acompáñame y seré tu más humilde y obediente servidor.
Marcha Verde y PC…
Excelente trabajo..
Todos los de marcha verde y partisipacion ciudadana son ministros del actual gobierno una farsa
Caballero:
El PRM, fue un perfecto «engaño», auspiciado por dos instituciones lacras, como Marcha Verde y Participación Ciudadana.
Engañaron al pueblo dominicano.
Ese partido, que se despida, que no vuelve jamás a gobernar el pais dominicano.
Este ha sido el peor presidente que hemos tenido.
Dr. Raúl Hernández P.
Donde dice PRM, por favor sustitúyalo por PLD- FUPU y estará perfecto…
Caballero:
Marcha Verde y Participación Ciudadana, dos perfectos engaños, donde ya sus principales «cabecillas» estaban cobrando de fondos internacionales.
Debo decirte, que yo ni con una Carabina Cristóbal en la espalda, vuelvo a votar por el PRM.
Dr. Raúl Hernández P.