El ministro de Defensa: el colmo de la irresponsabilidad

Si no estoy equivocado, creo haber escuchado de viva voz del ministro de la defensa del país, decir, que los militares y policías que asesinen a supuestos delincuentes, no sean requeridos por los tribunales del país. Declaraciones desafortunadas e insólitas y con ribete de sangre derramada en el piso. Con sus aseveraciones, el alto oficial está comparando la vida de un ser humano, con la de cualquier ave de corral. Para muchos estas declaraciones surgieron en un momento de desesperación del alto oficial, cuando asistía al funeral de una suboficial, misma que fuera asesinada por delincuentes comunes, cuya intención principal era la de sustraerle el arma que portaba. Sin dudas un crimen repudiable desde todo punto de vista, e inaceptable para la sociedad. No obstante estos hechos, consideramos que acoger como buena y válida esta sugerencia de tendencia criminal, no deja de ser un contrasentido, en virtud de que su aplicación sería violatoria a los cánones constitucionales del país. Yo, y quien lee este artículo, sabemos que en el país hay un grado de inseguridad que espanta. Sin embargo, los métodos utilizados por las autoridades, con la intención de controlarla, son incorrectos. Estas consideran que con el derramamiento de sangre puro y simple van a resolver el problema. Están radicalmente equivocadas. En este caso el refrán que dice, muerto el perro muerta la rabia, no aplica. Los agentes causales de este mal, están enquistados en el seno de la sociedad y obedecen a diferentes factores, los cuales pueden ser endógenos y exógenos y también inducidos fruto del alto grado de corrupción imperante en el país. Esta degradación social que estamos viviendo hoy día, solo podrá ser reducida mejorando la educación, reduciendo la exclusión social, resaltando los valores familiares y al mismo tiempo con la creación de nuevos puestos de trabajos ofertados a los jóvenes en edad productiva. No utilizando a los policías como canes entrenados en la persecución de jóvenes, que si bien muchos son victimarios, no dejan de ser víctima de este sistema desigual en el cual les ha tocado vivir. Una forma viable de incentivar a la juventud a la reorientación, sería la creación de un sistema de escuelas técnicas vocacionales, orientadas a recibir a jóvenes de escasos recursos, sin trabas y que las mismas laboren en tres horarios mañana, tarde y noche. Que se divida el país en seis regiones, de manera que los estudiantes sean residentes de las zonas aledañas a cada centro educativo e incluso, que el estado y el sector privado coadyuven con algún incentivo económico a titulo de préstamo, para ser saldado cuando el beneficiario alcance el momento productivo. Los recursos destinados para este revolucionario plan podrían provenir del reciente aprobado presupuesto del 4% para la educación. Haciendo esto de manera responsable, veremos en un tiempo relativamente corto un descenso de la violencia y la criminalidad en el país. Estos jóvenes se formarían en diversas ares técnicas tales com Ebanistas, Carpinteros, Plomeros, Electricistas, Torneros, Mecánicos, Pintores Automotrices, Choferes de vehículos pesados, entre otras aéreas técnicas profesionales de las cuales adolece el país. Pero no, para muchos deshebrados, es mejor genera ideas que fomentan la violencia, para seguir sembrando los 48 mil Kilómetros cuadrados de cruces, con muertos de cuyo destino, no solo ellos fueron los responsables. Se imaginan ustedes, si con las condiciones actuales, la policía asesina en promedio, más de un supuesto delincuente diariamente ¿Que sucedería, si les dieran el salvoconducto para matar, a ese grupo de carniceros camuflados con ese uniforme gris y pasamontañas?… Esta sería la decisión perfecta, para exterminar a una gran parte de los jóvenes pobres del país, que por una u otra causa se viera envuelto en problema con la justicia. Sigfrido, que tus intenciones no se cumplan, aun teniendo la vehemencia del cardenal. Dice un pasaje bíblico que de la abundancia del corazón habla la boca. Señor ministro, con sus aseveraciones usted deja al descubierto, no solo su incapacidad creativa, sino también su misantropía oculta, anidada en su retrograda convicción de militar. Sugiera, plantee soluciones más humanas, busque alternativas viables que sabemos que las hay, no se monte en el carro del populacho, que usted y yo sabemos que el primitivismo caduco, para dar paso a otro tipo de sociedad. Obvio que el modelo de desarrollo implementado en el país, por los gobiernos pele distas, jamás ha estado orientado a la inversión en el desarrollo de la gente. Estos han gastado sumas incalculables de millones de dallares, sin haber podido resolver ninguno de los problemas ancestrales existentes, fueren estos de fácil o difícil solución. Menciono a este Partido, porque sus dirigentes han estado administrando el estado y el gobierno, por 14 años de los últimos 18 transcurridos. En honor a la verdad, la República Dominicana tradicionalmente ha sido un país gobernado por delincuentes, si se entiende que este calificativo es aplicable a todo aquel que viola la ley. Los senadores, diputados, síndicos, regidores, funcionarios civiles y militares, y casi la totalidad de los representantes del gobierno, son uno consuetudinarios violadores de las leyes del país. De acogernos a este principio, tendríamos que colegir que todos son delincuentes. Solo que estos están a una escala superior y como tal, pueden hacer y deshacer. Yo podría estar de acuerdo con el deseo expresado por el ministro de la defensas de país, siempre y cuando todos aquellos, que les han robado las esperanzas al pueblo, gracias a sus acciones corruptas, estén todos en las cárceles. Todos ellos han sido y son delincuentes, incluyendo a todos aquellos que les han antecedido en el cargo que usted ocupa hoy día, sin que nunca hayan sido requeridos por justicia. Sin embargo, a los hijos de machepa que se insertan en el mundo de la delincuencia a niveles más bajo, las propias estructuras corruptas del estado se encargan de darle para abajo. No estoy defendiendo a los delincuentes, solo quiero recordarles que vivimos bajo un régimen de derechos. La incapacidad policial se pone de manifiesto, en cada incidente donde muere un joven delincuente o supuesto atracador. Esto es así, porque los miembros de los cuerpos policiales nuestros, su entrenamiento se basa en la protección de la vida y las propiedades de los ciudadanos, no obstante, ni una ni la otra, por el contrario, da la impresión que ellos solo conocen un reglamento, sacar el arma disparar y matar. Con actuaciones así, solo se siembra odio y mas división a lo interno de la sociedad dominicana. jburgoslive@hotmail.com

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