¿El ahorro o la miseria?
Ahorrar se considera una necesidad en la sociedad de hoy. Siempre parece haber existido. Desde que se ha hecho necesario guardar y/o conservar alimentos cuando abundan, como para cuando no. Una entidad llamada “Ahorradoras” con mas de medio millón de integrantes, dice lo siguiente: “El origen del ahorro se remonta a las antiguas civilizaciones, como por ejemplo las egipcias, o chinas pero el sistema de ahorro como tal nació en la época medieval y fue en el año 1462 cuando se constituyó la primera Organización del Ahorro en Italia, que recibió el nombre de Monte de Piedad””.
En la Economía se describe el ahorro como: El ahorro es la diferencia entre el ingreso disponible y el consumo efectuado por una persona, una empresa, etc. Cuando hay ahorro los ingresos disponibles son mayores a los gastos y se representa el superhavit de dinero. Si los gastos fueran mayores a los ingresos, se presentaría un déficit. Desde una persona, la familia, hasta una nación, el ahorro es igualmente importante, ya que si todos ahorran no será necesario que las personas, empresas o el Estado pidan recursos en el exterior. Esto, en general, facilita e incentiva la actividad económica y el crecimiento en un país. Entonces es claramente importante ahorrar.
El partido nazi de Adolfo Hitler buscó presentar el ahorro como una «tradición alemana», en oposición al crédito con el que querían identificar a los judíos. Después de la derrota de los nazis en 1945, la República Federal Alemana adoptó los valores de Occidente y se convirtió en una dinámica economía capitalista. Los alemanes no recurrieron al crédito para financiar el consumo y preferían guardar sus marcos en la cuenta hasta que pudieran permitirse cualquier gasto importante.
Por ejemplo, existieron afiches publicitarios con leyendas como «Geiz ist geil», que se traduce como «Ser tacaño es fantástico», de una campaña de una cadena de productos electrónicos en los años 2000. Entonces; ¿Es realmente fantástico ser tacaño?
¿Y la miseria?
Se le llama también codicia, avaricia, tacañería, ambición (esta ultima no es necesariamente mala o rechazable. En la Psicología se les presta atención a las maníacos-compulsivos del gasto y que también han sido objeto de estudio en la Economía y la Sociología. Son personas que precisan de asistencia externa (incluso de terapia) para no gastarse el sueldo al verlo ingresar en su cuenta corriente y con el crédito muchas veces lo gastan antes de recibirlo. Sin embargo, no se ha estudiado suficiente la manía de ahorrar hasta convertirse en un tacaño miserable porque llama más la atención el que gasta.
Los autores hacen hincapié en que la conducta excesiva de ahorro, no es una variable directa de la economía del individuo, o sea, de sus ingresos. Es una relación directa con su personalidad. Instaurada posiblemente durante la infancia, sea por formación familiar expresa o intencional o como respuesta a la carencia de afecto durante la niñez
¿Cómo surge la tacañería?
El comportamiento excesivamente cuidadoso con el dinero no depende de los ingresos de la persona, sino que se trata de un rasgo de la personalidad que se ha producido desde la infancia, bien sea como fruto de la educación, cuando los padres retienen tanto el dinero como el afecto, o como respuesta a la carencia de afecto en la etapa de la niñez.
Los Psicólogos tenemos teorías como la de Freud, que relacionó la tacañería con la Etapa Anal, en la que el niño encuentra la manera de vengarse del autoritarismo de los padres, reteniendo lo único sobre lo que tiene control a esa edad, la materia fecal. Alcanzando hasta la adolescencia y la adultez, reteniendo todo aquello sobre lo que se tiene control o poder. Dinero, afectos, objetos, inclusive, aunque sea discutible, las posiciones de poder.
La psicóloga Luz María Arbeláez afirma que: “las personas con poco afecto en la niñez y la necesidad de retener lo poco que les dieron, generó la tacañería que luego aumentó con la urgencia de ejercer poder sobre las pertenencias. Siendo esto así, la tacañería corresponde a una fijación del individuo en uno de los estados de desarrollo de la personalidad durante la infancia”.
Experiencia: En una familia se generalizó con pocas excepciones esa conducta o manía y se encontró como una explicación del origen de ese patrón conductual, el hecho de las limitaciones económicas de la familia en sus inicios.
¿Es curable?
La personalidad del tacaño es compleja, sus patrones y costumbres de egresos están definidos por la percepción de que todo gasto es excesivo. De ahí la dificultad de cambiar este rasgo muchas veces mezquino que puede representar un peligro hasta en las relaciones de pareja.
“No hay mal que dure cien años”, sin embargo, la tacañería se acentúa con la vejez, esto tiene que ver con el incremento natural de la inseguridad que acompaña a la madurez. Por eso se sugiere a las personas que están buscando pareja, que se alejen de los tacaños, porque el amor no corrige este tipo de rasgos del carácter.
JPM

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