Editrudis Beltrán, sólido hacia el Alma Mater 

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EL AUTOR es periodista y catedrático universitario. Reside en Santiago de los Caballeros.

Por TONY ESPINAL

El crecimiento sostenido que exhibe la candidatura de Editrudis Beltrán  para alcanzar  la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo es indudable e indetenible. Tengo en antelación, que  se encamina sólidamente a convertirse en el próximo  inquilino de la Primada de América para el cuatrenio venidero.

Pues bien, todos los estudios internos y externos que, hasta el momento, se han hecho revelan una  ventaja competitiva extremadamente cómoda. En todo caso, las mediciones a las que me refiero se realizan periódicamente  desde que concluyeron las votaciones que escogieron a las autoridades. Y más aún, la comprobación de los resultados  evidencia un incremento progresivo e inconmensurable a un año del proceso electoral por venir. Por supuesto, en este contexto y  visto en  proyección la victoria está segura en primera vuelta.

Así es, porque si las elecciones de autoridades de la universidad del Estado  fueran hoy, no hay duda, el maestro Editrudis Beltrán ganaría con más de un 60 por ciento de los votos válidos emitidos. Según las encuestas a la que hemos tenido accesibilidad.

Cabe añadir, que lo anterior expresado ha sido logrado por el comportamiento y proceder de  Editrudis, antes, durante y después de las elecciones pasadas. La manera humana, solidaria y  condescendiente que exhibe y platica  le ha granjeado  simpatía  y propensión a su persona. Tanto en la UASD como fuera de la misma.

De ahí que, en parte, son estas prendas morales y conductuales las que colocan a Editrudis Beltrán en  camino irreversible y definitivo a la dirección de la institución.  En ese orden, una de las personas que  ha comprobado las características que describo y que adornan al  próximo rector es doña Emma Polanco.

En efecto,  siempre la ha distinguido y  tratada con respeto, estima y consideración.  Así también, en la  campaña electoral siempre mantuvo una comunicación fluida, afable  y cordial  con doña Emma Polanco. Con la cual se enfrentó de Tú a Tú para obtener el laurel.

En ese sentido,  doña Emma y Editrudis son dos auténticos académicos de asombrosa   valía y merito que honran y enaltecen la Cuatricentenaria Casa de Altos Estudios. Así pues, la historia lo colocará en un pedestal elevado.  Estas cualidades constituyeron la plataforma  para que el último  certamen electoral se hiciera de manera organizada y civilizada.  De modo semejante, instituyeron un stop para los desórdenes del pasado y   un modelo de responsabilidad y decoro  para seguir en el futuro.

Desde luego,  repito, ese ejemplo loable y  encomiable desdice y decae  a lo que ocurría y estábamos acostumbrado en pasadas elecciones de autoridades. El Campus Universitario se convertía en un escenario de combate, aguerrido y de  enfrentamientos estériles,  virulentos,  y vergonzosos que laceraban y vulneraban la buena imagen de la universidad.

Por otra parte, y en lo concerniente a la campaña electoral transcurrida tuve  la impresión de que en el triunfo de doña Emma jugó un papel preponderante su condición de mujer.  Siempre pensé que la ventaja competitiva estaba fundamentada en el género.  Además, de que no era una mujer cualquiera, sino una ciudadana de prestigio y que goza de la popularidad y de favor, al igual que Editrudis, de profesores, estudiantes y empleados.

Y más aún, otra razón digna de consideración,  es que  se trataba de la primera mujer que  en cuasi 500 años de historia uasdiana tuvo el temple, el coraje y la intrepidez de  lanzarse  a la consecución de la rectoría de la UASD. Y lo logró con creces.

A propósito de lo dicho,  independiente de su capacidad y prestigio  profesional, las dos razones antes mencionadas tuvieron  un peso específico en la ventaja competitiva que pudo observarse en las elecciones pasadas.

Dicho esto, me viene a la memoria el  famoso intelectual, poeta, dramaturgo y novelista Francés, Víctor Hugo, considerado como uno de los más importantes en lengua francesa. En su producción literaria “Hombre y mujer” describe las características de  ambos seres humanos.  Expresa el autor que” el Hombre tiene la supremacía, la mujer  la preferencia. La supremacía significa fuerza, la preferencia representa el derecho. El hombre es fuerte por la razón: la mujer es invencible por las lágrimas. La razón convence, las lágrimas conmueven “

Pero, independiente  de lo antes señalado, Editrudis aceptó el reto y compitió, como regularmente se dice, con alma noble y de buen talante. No obtuvo la corona. Antes bien, quedó en los pensamientos de los profesores, estudiantes y empleados de que encabezó una excelente candidatura que hoy es un referente positivo e inequívoco.

También, es importante destacar que antes las desventajas que favorecían una parte de la competencia en el proceso electoral, siempre, Editrudis, mantuvo el respeto, la estima y el afecto a la dama con la cual competía para alcanzar la rectoría.

JPM

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Gil Sandro Gómez
Gil Sandro Gómez
3 Años hace

La UASD ha dado buenos pasos bajo la rectoría de doña Emma, pero eso se podría perder si a la rectoría llegara un personaje de la estirpe de Editrudis. Yo espero que los uasdianos sensatos votemos para evitar que la universidad caiga en las manos de ese señor.

WEX
WEX
3 Años hace

En el fracasado marco que opera la uasd desde 1961 el rector carece de poder necesario para poner orden en la universidad y todo el que quiere hace desorden sin consecuencias.
La universidad debe ser radicalmente reformada, fuera la política partidaria y la dictadura de los gremios ladrones de empleados y profesores, y parásitos disfrazados de estudiantes.
El rector debe ser nombrado por el Congreso, o por el Consejo Nacional de la Magistratura