Dragones de Komodo hambrientos en el PRM (OPINION)
La ansiedad, el nerviosismo y la precipitación extrema, se están adueñando de la mente y el espíritu de algunos dirigentes y aspirantes presidenciales del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quienes cabalgan y pululan por calles y avenidas, callejones y barrios del territorio nacional, semejantes a dragones de Komodo hambrientos, que amenazan con devorarlo todo por delante para satisfacer su estómago político y su cerebro febril, como si las elecciones fueran el 27 de febrero del año entrante 2025.
Y, por demás, esos pocos “presidenciables”, quienes no rozan el estatus de lideres políticos, andan vueltos locos, como zánganos de jaulas abiertas, sin control, buscando simpatías adentro y afuera, tratando erróneamente de arrebatarle, ahora, la antorcha en manos del líder y campeón de 4 contiendas electorales consecutivas, desde el 2020, hasta este 2024, el presidente Luis Abinader. Aunque esto no quiere decir, de ninguna manera, que ellos carezcan de legítimo derecho de aspirar a la Pesidencia de la República, pero a su debido tiempo, aferrado a la prudencia y la sensatez.
Pienso, que esas aspiraciones adelantadas, desenfrenadas y muy alejadas del sentido común, de lo oportuno y lo estratégico, sepultaránn sus esperanzas políticas, porque la prisa, en todo, es muy mala consejera, y los arrebatos son sentencias de pérdidas y desprecio. Resulta injusto y absolutamente descabellado que esos dos o tres funcionarios públicos, afilaran el hacha y la pusieran a trabajar en sus proyectos políticos individuales desde antes de la juramentación del segundo período del presidente Abinader.
Tanto en la actividad política, en la administración del Estado, y en otros aspectos del quehacer humano, todo tiene su tiempo, y son las circunstancias y coyunturas, las que pautan el accionar y la posterior cosecha de los frutos plantados. Lo demás es puro desconocimiento dialéctico, pura bulla, brincos desaforados y bailes descarriados de la realidad y las posibilidades de éxito, porque en política el que camina más rápido y más temprano, no garantiza su triunfo, más bien podría adelantar su derrota.
Soy de opinión que quienes andan negativamente tocando su música presidencial egoísta, están empujando demasiado al presidente Luis Abinader, en vez de dedicarse ayudarle a hacer un buen gobierno, incluso que supere el del cuatrenio anterior, desde las posiciones privilegiadas que ocupan dentro del Estado, porque si ellos mismos no realizan una buena labor administrativa, y la presente administración colapsa, no habrá ganancia política para el PRM, en el 2028.
Además, me luce que esos jóvenes políticos perremeistas, ignoran u olvidaron que a los liderazgos fuertes, jamás se les debe arrebatar la antorcha, porque tal osadía, y la historia así lo registra, conduce al fracaso rotundo de quienes lo intentan. Lo sensato y sabio es y será siempre, siempre, sin sucumbir en la genuflexión, arrimarse a los hombros del jefe, del líder, del gobernante, y bailar a todas anchas su música y el ritmo de su trompeta, de su piano o de su guitarra.
A esos desesperados por la candidatura presidencial del PRM del 2028, solo les voy a recordar episodios de arrebatos de antorchas políticas a liderazgos sólidos y muy arraigados en la simpatía popular de este país y de Venezuela. En ese país suramericano, Eduardo Fernández le arrebató la candidatura presidencial al inmenso líder don Rafael Caldera, por el comienzo de la década del 1980, el fue el candidato de Copei, pero no ganó la Presidencia y jamás fue alguien importante políticamente.
Sin embargo, Caldera, resurgió poco más de una década después, y cobijado en la sombrilla del Más, un movimiento político nuevo, ganó las elecciones, en 1994, para beneplácito de todos los venezolanos. Mientras que aquí en 1985, se le arrebató la candidatura presidencial al inmenso líde José Francisco Peña Gómez, dentro del PRD, y esa afrenta lo llevó a la derrota electoral en los comicios de 1986.
El tercer episodio me tocó de cerca, con Jacinto Peynado para las elecciones de 1994, mi amigo, ya fallecido, como Caldera y Peña Gómez, le arrebató la candidatura vicepresidencial al gran líder reformista Joaquín Balaguer, ambos ganaron o “ganaron”, pero 2 años después, en 1996, el caudillo reformista se la cobró a Peynado, impidiéndole que ganara las elecciones de ese año, abrazando la causa de su extracto.
Y el cuarto episodio ocurrió ahorita, en el 2019, cuando la soberbia peledeista, desde el poder, inventó y arrebató la candidatura hacia el 2020 al doctor Leonel Fernández, en ese proceso el PLD se hundió muy profundo a partir de entonces, cosechando derrotas consecutivas, hasta ubicarlo en la vergüenza política, de la que parece no podrá sacudirse en el próximo torneo electoral del año 2028.
Hacerlo bien
Como colofón les recuerdo estos hechos a los que apuran ciegamente sus aspiraciones a la Presidencia del país dentro del PRM, que la tarea más importante de ellos, en particular, y del conjunto, es hacerlo bien, en todos los aspectos, de manera que ello sirva de carta de presentación y de aval suculento frente al certamen electoral del 2028.
Y también asegurarse el respaldo, o por lo menos la no objeción del mandatario, porque quien ignore o se aparte de ambos carriles, hará el ridículo, perderá irremediablemente, y será puesto out, fuera de base, antes de pisar la segunda almohadilla.
Sépanlo bien claro, sin el beneplácito de Abinader, sin su bendición y sin una buena gestión gubernativa, no habrá triunfo electoral para el Partido Revolucionario Moderno.
jpm-am