Doctor Lantigua deja sentido vacío en NY
En todo contexto de existencia humana existen quienes por su connotación y accionar social dan notaciones de ser imprescindibles.
Son aquellos que por sus principios y extraordinaria sensibilidad tienden a dejar un vacío significativo, en su espacio de convivencia cotidiana, al momento de migrar transitoria o definitivamente por diversas razones.
Hablamos de los que generalmente, sin nunca proponérselo y dejar de ser humildes y altruistas, hacen falta y son necesarios.
Concretamente, en esta oportunidad, estamos compelidos a referirnos al caso ejemplarizante del abnegado, prestigioso y armonioso ciudadano de origen sancarleño y brillante profesional en el área de la medicina, doctor Rafael Lantigua Ciriaco, dominicano que en la plaza neoyorquina supo granjearse la admiración y el respeto, convirtiéndose en un auténtico lazarillo para quienes recurrían a la llamada Gran Manzana en busca de recuperar su estado de salud.
Allí, logró descollar con sencillez y dando notaciones de persona parsimoniosa y de propuestas sensatas y equilibradas, interviniendo en la búsqueda de salidas salomónicas en aquellos conflictos sociales y de política partidaria que proyectaban una imagen y un comportamiento colectivo cuestionable desluciendo la esencia de la naturaleza humana de quienes los protagonizaban.
Cotidianamente, sus incontables intervenciones valiosas, en ánimo de respaldar las iniciativas de proyectos y programas que contribuyeran al mejoramiento de vida de la población hispana, acuñando matices de urgencia, además de asumir una acentuación impresionante y habitual, proyectando matices de una costumbre impostergable.

Alejado de la soberbia y la altanería que suele arropar a los presumidos y anarquistas sabihondos que pululan homenajeando la imprudencia y el desenfreno, el doctor Rafael Lantigua Ciriaco, el afable Rafi de siempre, terminó convirtiéndose entre los suyos y aquellos reducidos y conflictivos adversarios, en el mediador por excelencia de poco hablar y de convencer con el ejemplo.
Embajador
Consecuencia de tan irrefutable impronta, ahora cuando el emblemático médico ha sido justipreciado por múltiples razones al ser designado en el Viejo Continente como Embajador Dominicano Extraordinario y Plenipotenciario, con asiento en Roma, Italia, se siente de manera relevante el vacío dejado por su ausencia física en diferentes escenarios donde con frecuencia nos tenía acostumbrados a su atinada y valiosa intervención para posibilitar el deseado consenso y el accionar apremiante.
El hueco dejado en el contexto neoyorquino, en donde, tal como ocurre en otras demarcaciones los representativos de la llamada diáspora dominicana parecen reflejar una dinámica salpicada de percepciones y valoraciones que tienden a dar notaciones de conflictos, fruto de las pasiones naturales que caracterizan los intereses y aspiraciones partidarias y las deficiencias académicas, entre otras causas, exige un urgente relevo con un perfil psicosocial un tanto similar al exhibido por el doctor Lantigua Ciriaco, que reencause el marco aspiracional y el modelo conductual colectivo de la población dominicana y su liderazgo en la denominada Babel de Hierro.
Se trata de una respuesta que no debe tardar mucho tiempo en tanto es una especie de garantía para reconocer el inmenso sacrificio, los singulares esfuerzos y el ennoblecedor aporte profesional de un conciudadano solidario y receptivo a quien no debemos responder de manera irresponsable con una actitud y un comportamiento cimentado en la dejadez y el olvido.
El vacío dejado por el doctor Rafael Lantigua Cirriaco en la impresionante y bulliciosa urbe de New York es evidente, es sentido por todos y ningún promotor de las diatribas, en su sano juicio, osaría en negarlo, por tanto, el momento es propicio para que esta necesidad sea cubierta y asumida con responsabilidad y sensatez.
¡¡Sinceramente, vale la invitación a atreverse a dar el paso a una permuta…!!
jpm-am

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Tomar esa medida de aceptar ser embajador creo que fue un error departe del Dr Lantigua. El medico es medico siempre y no fluye con facilidad en la politica, su meta es siempre salvar vidas.
El doctor.Lantigua es uno de los pocos medicos que tadavia tienen pacientes, no clientes.
Mi respeto Juan Cruz Triffolio.El Dr. Rafael Lantigua es oriundo de Puerto Plata, no de San carlo.
El articulo no es claro en principio, amigo Cruz Trifolio. El Dr. Lantigua fue mi mano derecha al ingresar a N.Y. a principio de 1990. Como profesional me guio en mi carrera y mi salud también. Eso lo hizo con toda la comunidad latina y la diaspora. En el Dominicanos 2000, fue guía y asesor. Hoy tenemos concejales, congresista federal, y otros funcionarios políticos por la actitud de servicios comunitario del Dr. Rafael Lantigua. A. Vásquez.
Mi mas sincero pésame a sus familiares, Dios les de conformidad.
Señor, lea bien, el Dr. Lantigua no ha muerto, fue nombrado Embajador Plenipotenciario con asiento en Roma.
Abinader le hizo una maldad no solo a la gente de NY del PRM que viven matando como **** enjaulados sino al PRM que necesita una persona que la base lo escuche, oiremos las fieras del PRM aqui matandose uno con otro.