Degradación de la Asociación Dominicana de Profesores
La Asociación Dominicana de Profesores nació en 1970 dentro del furor antibalaguerista que existía y la necesidad de los profesores por obtener mejores estándares de trabajo, pero básicamente nació ese gremio dentro del furor político de la época por respeto a la democracia y el derecho a la libertad sindical.
Eran otros tiempos porque aunque tiene un trasfondo político el nacimiento de la ADP y de otros grupos laborales públicos y privados, lo cierto es que sus dirigentes la mayoría residentes en la izquierda revolucionaria tenían otros comportamiento sobre todo la moral en alto y un comportamiento respetuoso hacia los demás.
Como era de esperarse el gobierno antidemocrático de Balaguer reprimió a los fundadores del gremio profesoral, radicalizándose estos y tomando acciones más que gremiales de tono meramente político.
Aún así la ADP jugó su papel en defensa de los derechos sindicales y democráticos realizando huelgas que aunque de contenido político lograron sus objetivos laborales.
Eran otros tiempos, la Asociación Dominicana de Profesores, sus principales dirigentes y miembros no tenían el hambre del consumismo en sus huesos que existe ahora.
No había lucha interpartidaria aunque si fuertes diferencias ideológicas que se llevaban al seno de la entidad.
Han pasado los años y lo que fue la ADP combativa y gremialista ha ido degenerando en una entidad puramente economicista y huelgaria que origina el rechazo de una gran mayoría de la población.
Los entes que se mueven alrededor de la ADP merecen un comentario especial porque las asociaciones de padres y amigos de la escuela, así como los grupos estudiantiles tampoco juegan su papel en defensa de la educación, sino que se suman a la vagancia y estilo de vida crediticio de los profesores a los que antes llamábamos maestros porque realmente sabían y enseñaban a sus alumnos.
Partidarismo
Hoy tenemos una Asociación Dominicana de Profesores puramente partidaria pero dentro del sistema de vagancia que envuelve esta situación.
Igualmente encubren en la ADP todas las debilidades que enseña una sociedad en decadencia como son las violaciones a niños y niñas, el cobro de salarios sin trabajar, títulos falsos y la promoción de huelgas a nivel nacional, y provincial sin que les dé nada de vergüenza a sus promotores.
En fin el sistema educativo se cae, no hay enseñanza, sí búsqueda de prebendas por los profesores que mientras más pueden tomar crédito más pronto lo hacen.
Sólo luchan por aumento salarial, nada de defender los derechos al aprendizaje del estudiantado, mucho menos de los profesores algunos analfabetos.
En eso estamos y así no vamos a ningún lado, la ADP necesita una revisión de fondo porque de lo contrario terminará como un gremio más donde el dinero es lo que se impone no la capacidad académica de sus integrantes.
jpm-am