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Defensa de la honestidad
POR JOSE MERCEDES FELIZ
A Temístocles Montás lo conocí en el 1990 cuando yo formaba parte del equipo económico del periódico El Siglo, y se convirtió en uno de mis asesores en asuntos energéticos. Nunca me ha regalado ni siquiera un lápiz, pero tampoco le he solicitado nada.
Sí, lo conozco desde ese período como un profesional íntegro, capaz y honesto, y durante ese lapso jamás he oído hablar sobre su seriedad ni siquiera en los círculos periodísticos que normalmente se manejan informaciones confidenciales sobre el comportamiento de los funcionarios, aunque nunca se publican. Ningún político ni sector alguno lo ha señalado en actos pecaminosos.
Temo siempre se manejó con transparencia en su desempeño como administrador de la entonces Corporación Dominicana de Electricidad, como secretario Técnico de la Presidencia, y como ministro de Economía, Planificación y Desarrollo y recientemente de Industria y Comercio y Mipymes.
Si hoy Temo está detenido dentro del caso de Odebrecht, con acusaciones sin pruebas, dirigentes de todos los partidos políticos que han dirigido campañas electorales también deberían estar presos, porque es de conocimiento de toda la población que los financistas de campañas acuden a todos los empresarios a buscar recursos económicos y no preguntan de dónde vienen los dineros.
El ingeniero Temístocles Montás es tan sincero que el pasado viernes hizo público un documento donde consta el comportamiento de sus ingresos económicos y el apoyo financiero que recibió de empresarios para el desarrollo de las campañas electorales del 2008, 2012 y 2016.
Las imputaciones a Montás carecen de objetividad y por eso deben caerse . La honestidad y la verdad se impondrán.
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