De Tejada Florentino a la señorita Gómez
Ahora, cuando se recuerda el 65 aniversario de la dolorosa desaparición física del ejemplarizante ciudadano salcedense Manuel Antonio Tejada Florentino, primer cardiólogo titulado de República Dominicana y luchador antitrujillista, paradigma del decoro, la dignidad y el compromiso en las luchas por el respeto a la libertad de expresión, los derechos humanos y la defensa de la auténtica democracia.
Hoy, cuando evocamos a un extraordinario compueblano sacrificado por la barbarie en la plenitud de su vida excepcional.
Más que un deber, es una obligación, tal como lo refiere del acucioso y expresivo doctor Pablo Yermenos Forastieri, en varios de sus valiosos apuntes, tener siempre en consideración que hacer referencia al doctor Tejada Florentino es hablar del presente y el futuro en el devenir histórico de la patria de Duarte.
Razón proyecta el mencionado y dinámico dermatólogo salcedense cuando destaca que, en otras palabras, mencionar el nombre del inolvidable hijo de doña Berta Tejada y don Luis Florentino, sin olvidar su sacrificio, entrega y vocación de servicio, fundamentalmente a favor de los sectores más vulnerables, es satisfactorio y enriquecedor por todo cuanto enseña y personaliza de manera luminosa.
En esta ocasión, no abordaremos al agobiante y paradigmático modelo de infancia que le correspondió vivir, tampoco las peripecias que caracterizan su tortuoso proceso de subsistencia hasta alcanzar materializar, en base a los vaivenes de sus sacrificios, casarse con la gloria, abrazando los más nobles compromisos y principios, siempre guiado por el propósito de disfrutar de una patria libre de las espurias y salvajes actuaciones de un sátrapa insoportable, acompañado de incondicionales adulones y matones.
Carta
Aprovecharemos el tiempo para compartir el contenido de una singular correspondencia de antología remitida por doctor Manuel Antonio Tejada Florentino a la insigne educadora María Josefa Gómez Uribe, madre de varias generaciones de profesionales salcedenses, a quien todos nombrábamos cariñosamente con el calificativo de Señorita Gómez.
Se trata de una epístola de fecha 11 de febrero de 1960, escrita con motivo de los 50 años de ejercicio magisterial de la ilustre educadora, oriunda de San Cristóbal, quien llegara a Salcedo a principios del Siglo XX.
Nos referimos a un interesante documento, poco conocido y que ha conservado el doctor Pablo Yermenos Forastieri, donde el cardiólogo Tejada Florentino, utilizando hermosas expresiones, sintetiza la gratitud imperecedera de todas las generaciones que tuvieron el privilegio de abrevar en aquella fuente inagotable de ejemplo y laboriosidad, cuyo nombre, en justicia, actualmente identifica al principal centro educativo público de nivel primario en Salcedo.
He aquí la llamativa misiva en cuestión:
“Maestra:
En el silencio de tus hijos hay también un mensaje de Amor y Reconocimiento.
Sabemos que para amarte no tenemos que decírtelo, sino proteger, amar y enseñar a los demás:
al niño que es síntesis de tu vida;
al hombre que deja de ser niño con sus temores y sus sueños;
y, al viejo que cierra el ciclo de la vida volviendo a la niñez, ahora con dolor y sin esperanzas.
Tu alma grande es nuestro nido.
Tu ejemplo, tu gran ejemplo;
tu eterno ejemplo de sobriedad, lucha y renunciamiento, es talismán y acicate para los hijos de tus palabras.
Tus generaciones de buenos y útiles servidores de la Humanidad son tus ofrendas a la Patria y el premio a tus cincuenta años de siembra, sin sacrificio… (es tu virtud).”
Manuel
Tal como muy bien lo destaca el doctor Yermenos Forastieri, en algunas de sus interesantes acotaciones sobre su pueblo natal, nadie como Manuel Antonio Tejada Florentino, hombre con visión de la historia y con un compromiso patrio indomable, en ningún tiempo, pudo hacer un homenaje de reconocimiento a esa maestra de maestras que nos enorgullece a todos los nacidos en un diminuto terruño que agiganta el corazón.
Para Manuel Antonio y nuestra inolvidable Señorita Gómez, loor eterno..!!
¡¡Gracias por su estimulante ejemplo y generosidad…!!