Contra descomposición: jueces que se casen con la gloria
Dos jueces dictaron sentencias recientes evidenciando que a pesar de criticarse nuestra judicatura, hay quienes están dispuestos casarse con la gloria para recomponer la nación. Uno anuló el acuerdo Odebrecht-PGR y otro ordenó reincorporación a docencia de maestros en huelga o pagar reparaciones.
Ambas sentencias demuestran capacidad de corregir desafueros de otras instancias nacionales que fomentan, o no reconocen, la descomposición que sufrimos. No la perciben. No la quieren percibir deliberadamente para seguir disfrutando mieles del poder. Y si la perciben, se hacen desentendidos.
La descomposición comienza con inseguridad ciudadana. Ya no es solo producto de delincuentes, muchas veces en complicidad con instancias responsables de contenerla. Ya delinquen los propios agentes. Los funcionarios solo consuelan: Los altos rangos militares apenas tiene “esperanza” que 7000 efectivos lanzados a calles contenga delincuencia.
Seguimos descomponiéndonos con la tolerancia frente a la corrupción e impunidad: Habiendo admitido ODEBRECHT que sobornó, todavía no se ha adoptado una disposición contundente en su contra; limitándose la PGR a convertir sus oficinas en una pasarela, como la del Soberano, para interrogar legisladores distrayendo la atención en beneficio de funcionarios gubernamentales endosantes de contratos.
La descomposición tiene expresiones degradadoras. En asentamientos humanos por falta de adecuado ordenamiento y control territorial que detenga caos imperante. Y ambientales, comenzando por el servicio de recoger y disponer basura frente a autoridades, municipales y nacionales, doblegadas por empresas que contrataron para prestarle el servicio.
También desintegradoras, como la mal concebida y peor administrada regularización migratoria y control fronterizo
Desde tiempo se reprocha al gobierno que su gestión no está produciendo beneficios sociales proporcionales al crecimiento económico. Se cita desempleo estancado y concentración de riqueza. Y servicios precarios: ¿Cómo creer en revolución educativa si funcionarios redactan compulsa a concurrir al desfile del 30M (marzo) en Santiago con problemas de redacción interpretables como que Danilo se encontraba en la batalla? ¿Para qué construir hospitales desprovistos de equipos, medicamentos e instrumental médico; en infraestructura viales sin reducir taponamientos; en energía para seguir con apagones?
¿Desde cuándo se critica que esta distorsión económica comienza con mala calidad del gasto público que genera déficits financiado con endeudamientos? Por ignorar críticas, ahora FMI propone “mejorar resultados sociales del crecimiento” evitando “mayor aumento de la deuda” conteniendo “déficit fiscal” disciplinando y “mejorando la calidad del gasto”.
La descomposición llega a negligencia – deliberada o no-, para cumplir disposiciones constitucionales y legales por funcionarios que juraron cumplirla y hacer cumplirla; como respeto a libertad de expresión, obstaculizándose recientemente impidiendo periodistas accedan a tarima presidencial por vestirse verde.
Abrigamos la esperanza que más jueces se casen con la gloria.
of-am