Conspiraciones contra Ucrania, la democracia y el orden global
La reciente declaración de Donald Trump sobre la necesidad de detener la «carnicería» que se está llevando a cabo en Ucrania, ha suscitado una diversidad de reacciones. Sin embargo, lo que resulta más intrigante en su falsa narrativa es el uso de términos que carecen de claridad en cuanto a quiénes son realmente los verdaderos responsables de esta implacable guerra dirigida por Putin.
Y es que Trump habla, y con razón, de una «carnicería», pero sin identificar al carnicero ni a la víctima. Este vacío en su retórica, deja entrever un sesgo desconcertante. Es evidente que el agresor es la Rusia comandada por Vladimir Putin, que ha desatado con su invasión, un conflicto bélico brutal y devastador. Al no señalar claramente a Rusia y a Putin como responsables de esa carnicería, Trump intensifica un discurso que justifica las agresivas acciones rusas y de paso la grave situación que hoy padece Ucrania, culpando a la víctima y no al victimario de la responsabilidad del conflicto armado.
Sabemos que Trump se ha caracterizado por su tendencia a defender los intereses de Rusia en lugar de apoyar de manera clara a su víctima, Ucrania. Su retórica muestra un patrón que ha estado presente desde su introducción en la carrera política, donde con frecuencia se muestra más preocupado en agradar a los dictadores que en ofrecer un respaldo firme a los líderes democráticos.
Mientras Donald Trump llama a “detener la carnicería” en Ucrania, el silencio sobre quién es el carnicero y una defensa solapada de los responsables de la agresión, revelan una clara incoherencia en su postura. Para conseguir la solución a un conflicto tan complejo, es elemental que los líderes globales, principalmente aquellos con una alta influencia, adopten una posición clara y con fundamentos. Mostrar responsabilidad y condenar al agresor debería ser el primer paso hacia un intento serio de conseguir la paz. De otro modo, los esfuerzos por detener la «carnicería» son, en el mejor de los casos, gestos hipócritas y vacíos.
Finalmente, en mi opinión, es un imperativo del momento, que Europa y todo el mundo democrático cierren filas en unidad de criterios, para crear un sólido bloque que haga frente a la situación generada por la nueva administración estadounidense que hoy dirige Donald Trump, quien está llevando al mundo a una peligrosa disyuntiva caracterizada por el desconcierto inducido por sus actuaciones desestabilizadoras que solo favorecen a los enemigos de la paz: Rusia, China, Irán, Corea del Norte y a otros regímenes lacayos.
jpm-am
Usted lo que es,un comunita resentido y dolorido por la gran paliza que trump le dios a su sinior joe biden.
Dios quiso que trump fuera presidente de usa, cuándo impidió que ustedes los comunita lo mandaran a desaparecer.
Dios es que quita y pone presidente recuerde eso, y gracias a trump el mundo sera mejor sin gerras y sin la ideología de género,sin frontera abierta,sin corrupción,sin la entrada de drogas,y con dios adelante
Se nota que usted no ha leído a este señor, que se atreve a llamarlo comunista. Ese y Morató son dos anti comunistas reconocidos y odiados por los verdaderos comunistas de este foro.
Lo que este señor hace es defender la democracia, atacar el comunismo y a la ultraderecha neofascista defensora de Putin y su imperialismo de nuevo cuño.