Concertar: tratar que el país sobreviva

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Tiene que darse en el país una gran concertación, no para regalar   empleos. Mucho menos para garantizar impunidades. Lo demanda la realidad  política y social nacional. Las fuentes productivas están quebradas, el desarrollo se encuentra congelado y mientras la mayoría dobla la rodilla hay que pensar que se debe seguir adelante.

Ahora no es el caso de una mera negociación de acuerdos, públicos y de aposentos, sino de tratar que el país sobreviva. A pesar de los cálculos  optimistas del Banco Central, la dura realidad es que la economía está en punto de colapso.

Al parecer solo las remesas se mantienen firmes, con  los dominicanos que residen en el extranjero enviando su ayuda oportuna a sus familiares. Por suerte, ya se descartó la alocada idea de poner impuestos a las remesas.

El turismo es difícil que arranque. No depende únicamente de la situación  nacional. Se trata de que los países que generan el mayor flujo turístico hacia el país, padecen  una segunda ola de la epidemia. Ello hace impensable que piensen en vacaciones italianos, ingleses, franceses, alemanes y norteamericanos.

Ningún gobierno en solitario está en capacidad de hacer frente a la crisis general ocasionada por la pandemia. Puede  haber buenas intenciones, buen plan de trabajo, pero el problema abarca a todos los sectores nacionales. Se debe dar mayor dosis de colaboración.

Una de las principales responsabilidades recae en los partidos políticos. Con un tramo   tan lejano para las elecciones presidenciales, no se justifica que mantenga líneas propias de etapas de proselitismo y que sean indiferentes ante la suerte de todos los dominicanos.

Concertación  no significa doblar rodillas, ni cambiar principios. Es sencillamente comprender que el país necesita la cooperación  de todos para hacer frente a esta situación. Los enfermos y los muertos no tienen banderías partidistas. Todos están siendo víctimas por igual del corona-virus.

Los grupos políticos deben comprender que una concertación no es para cambiar el acercamiento por un empleo, o negociar impunidades. Cada cual debe seguir con su propia lucha diaria, pero  ofrecer su esfuerzo de lucha  en el colectivo que busca enfrentar la pandemia.

A las autoridades les toca motorizar esos encuentros de acercamiento. Se deben dejar a un lado las posturas  prepotentes que exhiben algunos sectores al disfrutar  del poder. Cuando se trata de la supervivencia, cualquier despropósito es una noñería inaceptable.

Tenemos fe en que la concertación se imponga, que sea asimilada  por los gremios profesionales, las amas de casa, los partidos y todos los dominicanos. Sin unidad, con las diversidades y desavenencias naturales y aceptables, no lograremos salir adelante.

JPM

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tony nova
tony nova
4 Años hace

una diaspora que aporta la mitad del presupuesto nacional de RD unos 8 mil millones en 2020 osea 464000000000 millones de pesos dominicanos mas un suministro anual de casi 500000 cajas de alimentos y medicinas por valos de otro 100 millones de dolares y sale un desgraciado diciendo que para darle una **** de seguro medico y mantener mas parasitos del gobierno con inventos burocraticos.