Ciudades haitianas sienten el efecto del caos en Puerto Príncipe
Puerto Príncipe, 7 abr.- Las ciudades de provincia en Haití sienten hoy el efecto del caos que vive esta capital, donde las actividades comerciales a gran escala están casi paralizadas.
Es notoria la escasez de ciertos productos de primera necesidad, la falta de liquidez en las instituciones financieras y el déficit de combustible en el mercado formal, especialmente el diésel.
En el sector informal, el precio de un galón de diésel ascendió a 1100 gourdes (8,33 dólares estadounidenses).
En Les Cayes, la población está teniendo dificultades para encontrar una serie de productos para cubrir las necesidades básicas debido a la situación de bloqueo generalizado en la capital haitiana.
El problema de liquidez es cada vez más grave en las instituciones financieras que no pueden satisfacer las necesidades de los clientes, que deben hacer largas filas frente a los bancos y las agencias de transferencia de dinero.
En Les Cayes, el combustible es casi imposible de encontrar en los surtidores de gasolina, mientras que el diésel abunda en manos de revendedores y cuesta mil 250 gourdes (9,46 dólares estadounidenses).
En Jacmel, los bancos comerciales, las cooperativas de crédito y las casas de transferencia se enfrentan a un problema de liquidez, y esto impide satisfacer a los clientes como de costumbre, precisa el diario Le Nouvelliste.
La población de las provincias empieza a preocuparse por el problema de desabastecimiento al que se enfrentan actualmente las farmacias. Ahora es imposible obtener suministros debido a la situación caótica en Puerto Príncipe.
Desde el 5 de marzo del año en curso no atraca ningún barco mercante, ni portacontenedores en Puerto Príncipe, donde las bandas criminales mantienen asediada la terminal y saquean los contenedores.
Los pandilleros ya atacaron el aeropuerto, el puerto, escuelas, universidades, comisarías, prisiones, ministerios, sucursales bancarias, almacenes comunitarios y le prendieron fuego a un depósito de 96 mil metros cuadrados en la zona franca.
También arremetieron contra automóviles particulares, un seminario religioso y más de una docena de farmacias, y en demostración de que van en serio le quemaron la casa al director general de la Policía Nacional de Haití.
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