Bukele: líder transformador que no debe tentar el poder absoluto
Por RAFAEL RAMIREZ MEDINA
No hay duda de que Nayib Bukele ha cambiado radicalmente el rumbo de El Salvador. Bajo su gobierno, el país ha pasado de ser uno de los más peligrosos de América Latina a uno de los más seguros.
La reducción drástica de la criminalidad, especialmente del poder de las pandillas, ha sido un logro que ha sorprendido al mundo entero. Para muchos, Bukele ha hecho en pocos años lo que décadas de gobiernos no pudieron ni quisieron hacer.
Además de devolver la seguridad a las calles, ha tomado medidas contundentes contra la corrupción y ha sabido conectar con la población, sobre todo con los jóvenes, a través de un estilo moderno, directo y desafiante del viejo orden político. Su popularidad es innegable, y para muchos salvadoreños, Nayib Bukele es sinónimo de esperanza, orden y progreso.
Yo, personalmente, simpatizo con su gestión. Ha demostrado que sí se puede gobernar con firmeza, con visión y con resultados. Pero precisamente por eso, me preocupa profundamente el reciente decreto que habilita la posibilidad de una reelección indefinida.
Para los simpatizantes de Bukele, la idea de la continuidad es lógica. Argumentan que se necesita más tiempo para consolidar las victorias contra el crimen y para que el proyecto de desarrollo del país no se detenga. Ven la reelección como una forma de proteger los avances logrados y asegurar el bienestar futuro.
Sin embargo, para los críticos, este decreto es una señal de alerta. La separación de poderes y la alternancia en el poder son pilares de la democracia. Una reelección indefinida puede ser vista como un camino directo hacia la concentración de poder en una sola persona, erosionando los contrapesos institucionales.
CAMBIO DE IMAGEN
Este movimiento genera preocupación a nivel internacional, donde la imagen de Bukele podría transformarse de «salvador» a «líder autoritario».

Najin Bukele
La historia política de América Latina está llena de líderes que, después de llegar al poder con un fuerte respaldo popular y ejecutar transformaciones importantes, terminan creyéndose indispensables. Muchos han cruzado la línea entre el liderazgo fuerte y el autoritarismo. El poder continuo, sin límites ni alternancia, ha sido el principio del fin para muchas democracias.
El mundo observa con atención, y es un momento en el que el apoyo popular a Bukele podría enfrentar su prueba más grande. Este paso arriesgado podría ser la sombra que oscurezca un legado de éxitos, abriendo un camino en el que el control del poder se vuelva más importante que los principios democráticos. El futuro de El Salvador es, sin duda, un tema que requiere un seguimiento cuidadoso.
No se trata de desmerecer a Bukele. Se trata de proteger la institucionalidad y los valores democráticos. Porque la democracia no solo se trata de ganar elecciones, sino de garantizar que el poder se ejerza con límites, con controles, con respeto a las reglas. Nadie es imprescindible. Ni siquiera el mejor de los gobernantes.
El Salvador merece un futuro sólido y estable, y ese futuro solo será posible si se respeta el principio de la alternancia democrática. Un buen líder también sabe cuándo dar paso a nuevas generaciones, cuando fortalecer las instituciones por encima del ego personal, y cuándo convertirse en ejemplo, no solo por lo que hizo en el poder, sino por cómo decidió dejarlo.
Bukele ya ha hecho historia. Ojalá también la haga sabiendo retirarse con dignidad, en el momento correcto, y dejando una democracia más fuerte que la que recibió.
jpm-am
El próximo paso del Presidente Bukele es la transformación económica del Salvador. Además de que no hay forma de que se vuelva un dictador porque todas sus reeleciones serán legítimas. Ese pueblo le ha otorgado confianza plena al líder Bukele.
HABIENDO UNA ESPADA DE DAMOCLE PENDIENTE DEL PUEBLO SALAVADORENO,EN CASO DE UN CAMBIO DE PRESIDENTE,PORQUE YA SE SABE,QUE LA CLASE RICA DEL ESTADO,APOYA Y CONTROLA LAS PANDILLAS,NO SE PUEDE AVENTURAR A PERDER LA DIRECTIVA DE BUKELE EN EL PAIS,PORQUE UN PRESIDENTE QUE NO ROBA ES UN BLOQUE DE CONTENCION A LA CORRUPCION QUE ES LA FUENTE DE INGRESO DE LA CLASE POLITICA OPOSOSITORA.POR ESAS CIRCUNTANCIA QUE SIGA BUKELE 12 ANIOS MAS.