Brillante y trabajadora: Cecilia Caballero
POR CHIQUI VICIOSO
La más bonita de mis amigas, presente en el museo Mella Ruso, el sábado pasado, fue Cecilia Caballero, ¿Qué haces aquí?, le dije, a sabiendas de que recién salía de cuidados intensivos.
«No podía dejarte sola en este homenaje» y la abracé como se abrazan los liris: con un miedo terrible a romperla, porque así de frágil, así de etérea, estaba esa mujer de hierro que era Cecilia.

Ayer en la tarde me dijeron que había fallecido de un infarto y me quedé asombrada. Estás seguro?, pero eso es imposible, ella estaba tan feliz el sábado que bromeamos sobre lo difícil que es, que ha sido, para las trampas de la vida destruirnos. «Tenemos nuestros ejércitos protectores» no lo olvides, dijo, «y no voy a dejar de vivir para seguir viviendo».
Palabras proféticas porque hoy se ha ido esa mujer que era la más brillante egresada de la Escuela Diplomática: la más eficiente colaboradora, la más trabajadora de todas las funcionarias que he conocido, la más leal de las amigas; la mujer más envidiada por bonita y por brillante, algo que las feas (y no hablo solo de lo físico) no pueden tolerar.
«Si quieres ser feliz se mediocre», me repetía mi madre, «medra en la oscuridad del anonimato y nadie se enterará ni de que existes». Pero Cecilia era demasiado inteligente para pasar desapercibida, demasiado brillante para no provocar que le cerraran el paso en un predio lleno de arribismos y ambiciones desmedidas.
Cecilia salió de Cancillería para acompañar a su esposo, Nelson Moreno Ceballos, presidente de la Academia de Ciencias.
Yo los presenté porque le decía a Nelson que necesitaba a alguien como Cecilia, con su capacidad organizativa, su ingenio para la solución de los problemas, su innato talento para la organización. Su matrimonio fue una bendición para el país porque nunca la Academia alcanzó un renombre nacional e internacional como cuando Nelson la presidió, disputándole la dirección de las academias a nivel mundial aún a los Estados Unidos. A su lado, una mujer que ponía en alto la inteligencia, la cultura y la belleza de la mujer dominicana: Cecilia Caballero.
Esta ciudad se me despuebla de afectos. La muerte parece cebarse en mis amigos, como recordando algo que ya sé: que se aproxima. Yo la miro de frente y sin miedo, porque siempre he sabido que del otro lado están todos los que he amado, esperándome y que en un tiempo no muy lejano volveré a renacer, y esa vez como mejor ser humano, porque he venido a aprender aquí la humildad, la bondad, el amor.
«No me vas a ganar esta guerra» la digo, a sabiendas de que ella, la muerte, siempre la gana, algunas avisadas, como la mía, otras inesperadas, súbitas y demoledoras como la de Cecilia.
Ya sé, Vallejo, que hay golpes tan fuertes en la vida, como la ira de Dios. Tan fuertes en la vida que echan a perder hasta la más simple alegría.
jpm-am

Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Un muerto y un herido durante una intervención policial en SFM
Encuestas predicen importante revés de Donald Trump en 2026
COE reporta otros 11 muertos, 144 heridos y 118 accidentes
Zelenski deja elecciones en manos socios internacionales
El Indomet anuncia para este viernes lluvias y olas anormales
García Fermín ve infundados vaticinios de Leonel Fernández
China impone sanciones contra veintena de empresas de EEUU
Rusia toma otra localidad en la provincia de Zaporiyia, Ucrania
OMS alerta sobre alto número muertes por alcohol en Europa
Fallece en SD el antiguo periodista puertoplateño Fabio Rodríguez Flores

















Justa definicion de Cecilia, Descanse en Paz1
Indeseable comentario debe borrarse. Ojalá un tercio de las mujeres de este país tuvieran la capacidad de Chiqui.
Fiel retrato de Cecilia Caballero, recuerdo cuando mi padre la conoció y quedó maravillado de ese ser tan hermoso, de esa chica tan brillante, de manos delgadas y finas, no obstante una fuerza tan grande para oponerlas a la bola de voleyball o para atemorizar con sus killings en la cancha de juego. Dispuesta, feliz, ágil, aglutinadora, capitana del equipo todos iban a verla jugar… Que en Gloria estés querida Ceci.
Muy sabia y emotive cronica.No la conoci personalmente pero si conozco de su gran labor.Sera muy extrañada.Paz a sus restos.