Las mentiras y el imaginario colectivo
En estos tiempos en que se habla tanto de falsas noticias, a menudo verificables en su falsedad debido la existencia de fuentes acreditables (Esperemos), no se puede dejar de reflexionar, visto con los ojos de nuestra propia contemporaneidad, como en la historia de la humanidad tantas falsas creencias o ideas, no sustentables en la realidad, han subyugado, esclavizado y hecho sacrificar vidas humanas.
Tal vez, algunas han sido necesarias para aprender y evolucionar. Pero en algunas cosas parece que vivimos en un círculo vicioso, donde creencias y temores nos colocan en caminos ya recorridos en el pasado y que no nos han llevado a nada bueno.
La pregunta es, donde está el verdadero avance del hombre como ser humano? El desarrollo de su parte espiritual, que no necesariamente significa perder la objetividad.
El autor israelita Yuval Noah Harari, en su ensayo filosófico “Homo Deus, Breve historia del Futuro”, considera que la imaginación del hombre, el creer en ciertos conceptos y creencias, a veces no reales, ha permitido el crear una sociedad estructurada.
Según él: “El homo sapiens ha logrado dominar el mundo porque es en grado de tejer una red intersubjetiva de significados: una red de leyes, fuerzas, entidades y lugares que existen en una imaginación compartida. Esta red ha consentido a los hombres organizar cruzadas, revoluciones socialistas y movimientos para la defensa de los derechos humanos”.
“Por qué Corea del Norte e Corea del Sur son tan diferentes?, no es porque tienen genes diferentes (es la misma raza) sino porque son dominados de imaginarios diferentes”.
Un elemento que puede influir poco o mucho en el imaginario colectivo de una sociedad es la religión, que según el autor Yuval Noah “es una narración global” creada por los hombres, y no por Dioses, que ha dado una legitimidad a normas, leyes y valores humanos”.
Los seres humanos, como las naciones, también tejen en el transcurso de sus vidas una serie de creencias, convicciones y opiniones, que no obedecen a hechos concretos sino a experiencias vividas, traumas e ideas aprendidas en la familia y en la sociedad circundante. Y todo ello influye en sus vidas por que influyen en sus actuaciones. Pero a la vez estos mismos hombres son engranajes de una sociedad que los plasma según las estructuras sociales y las creencias de un determinado momento histórico.
El autor Yuval Noah señala que: «Los hombres piensan de hacer la historia, pero la historia, en efecto, gira en torno a esta red de narraciones que nos creemos”. Y en ese constante devenir histórico el hombre acepta como validas todas las reglas y sigue lo que hacen todos los otros. En pocas palabras, se somete al sistema.
En el ensayo “La Banalidad del mal” de la filosofa Helen Arendt, reflexiona sobre esta condición del hombre de la cual las sociedades deben estar atentas. En 1961 Adolf Eichmann es enjuiciado en Israel por haber ordenado la muerte de miles de judíos. En su defensa alega que lo hizo porque quería ascender en su trabajo y, como buen empleado, obedecía las órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias.
O sea, cometió un genocidio no porque fuera un psicópata o un apasionado antisemita, sino por motivos fútiles como la obediencia de burócrata a la autoridad socialmente aceptada y por cuestión de sobrevivencia.
En su libro, el filosofo Yuval Noah Harari narra un hecho histórico que nos puede hacer reflexionar sobre uno de los valores que si se mantienen en el tiempo, porque es el más sagrado en una sociedad civilizada, el valor de la solidaridad humana. En la primavera de 1940, Francia fue invadida por los nazistas, por lo que muchos judíos franceses trataron de escapar al sur. Para ello necesitaban conseguir visas para ir a España y Portugal y, tratando de salvar sus vidas, lo solicitaron al consulado de Portugal en Bourdeaux, junto a otros tantos prófugos.
Si bien en ese momento en Portugal había una orden estricta del Ministro de Relaciones Exteriores de no firmar visas sin su autorización, el cónsul portugués, Arístides Sousa Méndez, decidió ignorar esta orden, “tirando por la borda treinta años de vida diplomática”. Junto a su colaborador, trabajó día y noche preparando visas para salvar a treinta mil personas de “la trampa nazista”.
El Cónsul fue destituido de su posición, pero logro su objetivo. “Aquellos funcionarios franceses, españoles y portugueses, “que poco si cuidan de la dificultad de los seres humanos”, pero tienen respeto por los documentos, reconocieron como válidas las visas emitidas en dicho consulado.
Su objetivo. “Aquellos funcionarios franceses, españoles y portugueses, que poco si cuidan de la dificultad de los seres humanos”, pero tienen respeto por los documentos, reconocieron como válidas las visas emitidas en dicho consulado.
La enseñanza de Cristo que promueve el amor y solidaridad entre los seres humanos fue dejada a un lado por muchos cristianos y/ o anglicanos, que encontraban justificada su acción en las normas y creencias de la época, torturando y asesinando bárbaramente a aquellos que pertenecían a otro religión.
En el ámbito económico y bélico se han creado muchas historias que buscan influir en el imaginario de los pueblos para justificar guerras o decisiones pesantes en la economía de la gente, en otras ocasiones ara esconder errores cometidos por incompetencia o negligencia.
En China
El Filósofo y autor israelita Yuval Noah Harari, narra en su libro otra anécdota histórica acontecida en la China comunista de Mao Tse Tung. Entre el 1958 y el 1961 Mao inicia el proyecto de “El Grande Salto adelante”, que consistía en transformar la china en una grande potencia industrial y militar. Para financiar la compra de armas y maquinarias había pensado usar el excedente de la producción de cereales y ordenó el que se triplicase la producción. “Esto no sucedió, pero los funcionarios locales, aterrorizados y deseosos de complacer sus superiores entregaron reportes con datos falsos, informando de sensacionales aumentos de la producción agrícola”.
“Así, en el 1958 el gobierno chino recibió el informe que la producción anual de cereales era el 50% más alta de lo que era en realidad. En base a estos reportes el gobierno vendió toneladas de arroz a países extranjeros en cambio de armas y maquinarias pesantes, pensando que habría quedado suficiente para alimentar la población china. El resultado fue la peor carestía de la historia y la muerte de decenas de millones de chinos”. “Cuando los reportes oficiales no coinciden con la realidad objetiva, es a menudo la realidad que sufre ese error”.
Si miramos hacia atrás, y reflexionamos sobre tantos hechos históricos, reconoceríamos cuales son los valores positivos que se mantienen inmutables en el tiempo, que son, entre otros, la solidaridad social, la etica, la búsqueda de la verdad y el espíritu crítico y creativo que nos hace mejorar constantemente y que son el hilo de Ariadna que nos hace escapar del laberinto de la bestia que todavía existe en el ser humano.
En fin, esos son los valores humanos que debemos continuar a tejer en el imaginario colectivo como valores imprescindibles y no la ambición despiadada y el miedo.
jpm-am
Ese es el mismo Cristo que se imagina, pertenece al pueblo (hoy impostor y convertido) mas criminal que existe?