La responsabilidad histórica de Leonel Fernández
Soy un convencido de que Dios, la ciencia y el destino juegan un papel de extraordinaria importancia en la sobrevivencia y desarrollo de los hombres y las sociedades independientemente de sus esfuerzos particulares.
Sin lugar a dudas, que estos tres elementos tienen una influencia extraordinaria sobre los acontecimientos humanos en general, pero muy espacialmente, en la vida y trayectoria de aquellos personajes que gravitan o han gravitado con intensidad en la vida política de sus pueblos.
Por esa razón no es extraño por ejemplo, que Marco Aurelio, un modelo de gobernante sagaz e ilustrado creyera de manera apasionada en esas creencias en referencia que se entienden marcan la vida de los hombres y los pueblos en momento determinado de su historia.
Para muestra varios botones: Marco Aurelio cuando se le informó que Casìus, su mejor capitán, conspiraba contra su autoridad, se limitó a decir : “Sí los dioses han destinado el imperio para Casius, para él será, porque ningún príncipe ha podido matar nunca a su sucesor. Si los dioses no quieren que reine, él mismo se entregará en nuestras manos, sin que tengamos necesidad de mancharnos con una crueldad”.
Más adelante, Maquiavelo, el genio político que enseñò en el “Príncipe” al gobernante a esclavizar al pueblo y que en los discursos sobre Tito Livio enseño a su vez al pueblo el arte de exterminar al tirano, es aún más explicito” La suerte –dice- tiene una influencia espectacular sobre los hechos de los hombres. Y contra esa fuerza misteriosa, agrega, la rebelión resulta inútil porque todo el curso de la historia demuestra claramente que los hombres pueden secundar su destino, pero no pueden oponerse a él ; pueden tejer los hilos de su vida, pero no pueden romperlos”.
Extrapolándolo a la República Dominicana y revisando las trayectorias de los hombres públicos que han gravitado en la vida política y social en los últimos 50 años, concluimos, que son pocos los predestinados por la divinidad y el destino para jugar un papel estelar en el desarrollo de su pueblo.
Entre esos hombres se podrìa citar, sin la más mínima duda, apartando las pasiones políticas, distancias y las circunstancias en que ellos se desenvolvieron durante su paso por el poder y la vida pública en el siglo XX, al profesor Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Joaquín Balaguer, Rafael Leónidas Trujillo.
En tanto que, para este Siglo XXI de la posmodernidad, todo parece indicar que la encomienda es para el doctor Leonel Fernández Reyna. ¡Que histórica responsabilidad profesor!….