OPINION: Por la memoria de Orlando Jorge Mera
Por Juan Villar
Sólo entran a la historia infinita de los pueblos los hombres y mujeres que logran traspasar el umbral de lo cotidiano. Únicamente las personas -sin importar puesto político ni condición social, que se atreven a asumir los grandes desafíos haciendo lo impensable posible y, que son capaces de construir -aun sea sobre un pantano, una obra de inconmensurable valor humano, entran a la inmortalidad. Señor presidente Luis Abinader Corona, las tristes condiciones en que usted y los dominicanos tenemos que despedir al Ministro de Medio Ambiente invitan a que usted se case con la gloria.
El momento para iniciar a desterrar el crimen -en sus más bárbaras y sutiles formas, ha llegado. Hágalo en la memoria del ministro Jorge; pero, más aún por sus niños, familiares y por el país que merecen vivir en paz. Créame que estoy conmovido. Me duele profundamente cada tropiezo, cada vida perdida -aunque siempre vea en ellas emerger una flor de Lotus. Porque cada vida perdida es -en sí misma, una oportunidad despreciada. Por eso, me atrevo a escribirle; esperando que quien me lea no sea únicamente el presidente de la República, sino también el padre de familia, el amigo, el joven empresario a quien sus amigos y familiares atribuyen bondades que no tengo derecho ni razón para dudar o negarles.
Atreverse a dar el primer picazo en contra del crimen barrial. Para lograr el objetivo hay que comenzar por desaprender lo hasta hoy estimulado y usado. Olvidar caminos viejos, practicas heredadas y atreverse a crear una “marca país” con una política de transformación, educación, empoderamiento y capacidad de autogestión de nuestros barrios. He aquí, una posible ruta que le oferto -con la experiencia de haber dirigido jóvenes -mayormente dominicanos, por 32 anos en la ciudad de New York y haber logrado crear una escuela con cero incidencias de pandillas y hechos de violencia.
1- Solicite las estadísticas de los cinco barrios más violentos de la capital
2- Pídales que el análisis incluya no solo se limite a lo poblacional; que incluyan una evaluación pormenorizada de las condiciones de vida, fortalezas, destrezas, potencialidades, recursos humanos locales y niveles de trabajo, educación, salud, conducta y psicología social, entre otras cosas.
3- Una vez hecho el estudio, llame a una reunión de su Consejo de Gobierno para entre otras cosas.
a- Determinar los proyectos y montos a invertir en cada barrio
b- Designar los ministerios que estarán envueltos
c- Convocar a las universidades, Iglesias, organizaciones civiles para que participen en la formulación y aplicación de los planes concretos
d- Construya en cada barrio un centro operativo con presencia de todas las instituciones que en el análisis poblacional hayan sido identificadas como prioritarias
e- Solicite que en los niveles pre-universitario y Universitario se construyan ejes transversales en los currículos para forjar mejores seres humanos
f- Convoque al empresariado y empresas de grandes capitales internacionales con presencia nacional para que inviertan en elevar la capacidad cívica y humana de sus potenciales fuerzas laborales. Invítelos a que hagan inversiones puntuales y permanentes en estos cinco barrios.
g- Retire en un plazo prudente toda presencia militar y sustitúyala por un cuerpo civil barrial entrenado por especialistas nacionales y extranjeros, ej. la ONU
h- Solicite que los partidos políticos, con presencia y simpatías organizadas en esos barrios asuman también su rol y sirvan para sanear la sociedad que dicen dirigir o que aspiran a hacerlo. Es un momento de alta responsabilidad social y nadie puede considerarse exento de responsabilidades directas o indirectas.
Eduquemos a nuestras jóvenes generaciones para que entiendan que por encima de las nubes más oscuras hay siempre un sol que irradia luz. Ayudemos a crear un país rico en tolerancia.
Si desea buscar respuestas humanas, constructivas y orientadas a ponerle fin a ese terrible mal que su gestión ha heredado; sepa usted que tendrá un ejército humano para ayudarlo a construir esa sociedad digna, justa y segura a la que todos y todas aspiramos.
Por Orlando Jorge Mera y las víctimas de violencia, atrévase y hágalo, Señor presidente.
muy acertada posición la de juanchy. es urgente e imprescindible para levantar nuestra esperanza de tener una sociedad que tome un derrotero de progreso en todos sus aspectos, implementar todas y cada una de estas sugerencias y de manera inmediata.
esperamos que este delicado asunto sea atendido con la urgencia requerida para que prevalezca el respeto a la vida y nunca la impunidad