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El cambio, una necesidad nacional
La palabra cambio es un compromiso que requiere de visión, vocación, dedicación, sacrificio e implica a la sociedad y la producción. Los resultados se obtendrán de manera paulatina y ascendentes acorde con las respuestas aportadas por los principales actores involucrados, entre ellos los gobernantes, políticos, sectores económicos y el pueblo en general.
Existen parámetros que nos inducen a la promoción del cambio. Entre estos, los resultados de la producción que nos muestran un real crecimiento económico, el desarrollo sostenible o sea superación de la pobreza.
Por el contrario, el aumento de la desigualdad amenaza con el arrastre de la capa media de la sociedad a la pobreza e incremento de las emigraciones.
Para alcanzar un real cambio, debemos lograr la actualización del modelo industrial, la transformación del esquema agropecuario nacional, enfatizando en el concepto empresarial, las inversiones internacionales, despertar y promover a los potenciales inversionistas nacional. Alcanzar una sociedad más empresarial, tecnológica, productiva, exportadora y participativa.
El actual modelo existente desde el descubrimiento y posterior colonización en 1492 está llegando a su fin. Este da luz verde a la organización y fortalecimiento de un concepto oligarca-feudal-esclavista atrasado de la sociedad y la producción.
Debemos fomentar, fortalecer una mentalidad, acción empresarial, moderna y participativa para bien de todos. Una nueva República Dominicana acorde con un cambio en la estructura social y productiva del país e incluso, de toda Latinoamérica y con ello, el logro de 1 y no 2 América como ocurre en la actualidad: una América rica y otra pobre.
jpm-am
Para lograr un verdadero cambio se requiere crear conciencia de desarrollo colectivo, educando a todos los sectores que intervienen en proceso para lograr un cambios de aptitudes y de mentalidad. Que tengan capacidad de generar riquezas.
Hoy China ha retomado su condición de la gran potencia del pasado, ellos aprendieron, nosotros no aprendemos, nosotros estamos en un circulo vicioso político, donde los vicios perniciosos son promocionado desde el estado y nos los envían con palabras, y acciones eufemísticas, como la extensión de los horarios para expender bebidas en los centros de consumo de este gran medicamento que alivia la angustia de aquellos que no tienen capacidades.
Sin una formación académica adecuada y una educación consistente, no habrá desarrollo tangible, se escribirán enciclopedias voluminosas y quizás bibliotecas enteras, sobre las que nadie esta interesada, sin embargo: Se escribirán reguetones, bachatas, y consecuencialmente, me remito a la Guerra del Opio en china, hasta que los chinos no superaron los efectos de la misma aprendiendo que los habían vencido con los efectos diabólicos del opio .
Debo iniciar mi comentario diciendo: La educación y la formación académica post Trujillo ha venido en deterioro, me explico: Durante la Era del Benefactor, la educación y la formación académica superaba con creces la que hoy en día tenemos, ese es un valladar que nos impide tener una prospectiva de desarrollo nacional, cada gobierno que surge de las urnas viene con ¨Planes¨ los cuales se quedan solo en eso: PLANES, al final NADA.
Totalmente de acuerdo con el autor, creo que el cambio debe de ser práctico no teórico, aveces los gobiernos hacen uso de la semiótica para inculcarnos un bienestar ficticio.