La agonía del Partido Reformista
Por LUIS MANUEL CAMPILLO
Estamos presenciando la disolución final del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), partido que estableciera la democracia como sistema político en la República Dominicana y representara en su momento la Esperanza del pueblo dominicano.
La gente está desertando de sus filas, no está dispuesta a continuar siendo manipulada, no quiere seguir sometida al chantaje a que la tienen acostumbrada los miembros de su directiva.
Los que se creen dueños de la organización que fundara el padre de nuestra democracia, señalan directivos a su conveniencia, no consultan las bases del partido, irrespetan los resultados electorales ganados por miembros que no pueden manipular y no se prestan a sinvergüencerías.
Negocian las candidaturas en su beneficio, trabajan para mantener la corrupción en el País manteniendo posiciones gubernamentales que les permitan mantener los bolsillos llenos de pesos.
La desfachatez ha llegado a tal punto, que pretenden justificar esas posiciones haciéndole creer a la gente que pueden hacerle oposición al gobierno mientras se encuentran asalariados entre sus filas.
Esta es una gran afrenta a la inteligencia del Pueblo Dominicano, pues al gobierno se va a servirle al pueblo no ha servirse del pueblo.
Estas son parte de las razones que motivaron nuestra salida de la institución en la que habíamos militado toda la vida y a la cual entregamos nuestros años juveniles en beneficio del país.
Toda la directiva del partido quiere participar en el festival de corrupción que destruye las instituciones públicas dominicanas, nadie quiere quedarse sin la cuota de beneficios que cree les pertenece; el PRSC se ha convertido es una institución para negociar posiciones no para ganar elecciones.
De acuerdo a declaraciones que diera el senador Amable Aristy Castro en la ciudad de Miami; el PRSC ha entrado en agonía en el que no hay nada que buscar, es una institución con los días contados, carente de futuro, pues cuenta con menos del 2% en la preferencia electoral del País.
Es una pena que el partido sucumba en manos de un discípulo del Dr. Balaguer, por manejar la institución con ínfulas dictatoriales tan solo para satisfacer ambiciones políticas personales irrespetando los dictados básicos de la democracia.