Ya vienen las elecciones
Por: JOSE MANUEL DIAZ NIN
En los procesos electorales de la República Dominicana el fraude, la manipulación del poder y los abusos han aparecido siempre y cuando no los perdidosos, con razón o no, con pruebas o no, han creado situaciones que gracias a Dios no han tendido mayores consecuencias.
Esta situación de desconfianza de la población en los procesos electorales ha ido convirtiendo su paciencia en cólera que, en cualquier momento, podría degenerar en conflictos sociales de imprevisibles consecuencias.
¿Cómo lograr mayor confianza en los procesos electorales? ¿Cómo convencer a que los que ostentan poder que dejen de influir en dichos procesos.
He aquí la respuesta. Los partidos políticos que se ubican en la oposición deben ir unidos a defender la votación, el escrutinio y los resultados. Crear un bloque de delegados juristas para la defensa ante irregularidades.
Por su parte la Junta Central Electoral debe crear una mesa permanente para que durante todo el proceso se manejen las discusiones y apelaciones.
La Junta Central Electoral, desde ya, debe ir contemplando la creación de una comisión de notables dominicanos y extranjeros para propiciar un clima de confianza antes, durante y después del proceso.
Los partidos políticos deben exigir que en cada colegio electoral antes de digitar las actas correspondientes se cotejen los datos y posteriormente firmadas por los delegados.
Antes del procesamiento de esas actas es prudente que los representantes de los partidos la verifiquen y que estos vayan dando seguimiento a la computación, de manera que, cualquier cambio repentino en dicho conteo sea detectado al instante.
Los partidos políticos deben exigir a la Junta Central Electoral un trato igualitario en el uso de recursos económicos en las campañas especialmente los que provienen de fondos públicos.
A los partidos políticos debe prohibirle, terminantemente, la construcción de casetas en los alrededores de los colegios electorales construcciones que todo el mundo sabe cuál es su uso.
Asimismo, limitar el número de delegados o personas que merodean los colegios con afiches o atuendos de los partidos.
Las elecciones generales son una fiesta del pueblo, no es solo de los partidos ni de los candidatos. Prohibir el uso de música, bebidas alcohólicas, alto-parlantes y porque no agrupaciones de personas ajenas al proceso electoral.
Exigir a la Policía Electoral el cumplimiento con lo establecido en la ley de Partido y las disposiciones emanadas de la propia Junta Central Electoral.
Fraude hubo y habrá donde quiera que interviene la mano del hombre la posibilidad de fraude no se descarta. Las malas intenciones están en la mente del hombre no en los sistemas ni programas.
JPM