Nicolás Maduro: en Venezuela “no hay ni va a haber” crisis migratoria
CARACAS.- En pocos días, el 20 de mayo, cerca de 20 millones de venezolanos están llamados a participar en unos comicios que elige presidente y que de forma particular han tenido poco respaldo por la comunidad internacional.
Los focos se dirigen hacia la figura de Nicolás Maduro, el heredero de Hugo Chávez, que busca la reelección en unos comicios en los que la oposición dura, representada por la MUD, no participará.
En diálogo exclusivo con Marc Perelman, de France 24, Maduro le respondió a las últimas advertencias de representantes del Gobierno de Estados Unidos y algunos países vecinos que han sostenido que ya es hora de que se aparte del poder y que haya un cambio de Gobierno en Venezuela. Para Maduro ellos “están tratando de crear una presión en el país” que “no es nueva”.
El jefe de Estado sostuvo que varias administraciones (Clinton, Bush, Obama y Trump) han demostrado que “la política estadounidense sobre la revolución bolivariana es desecharla, someterla a presiones y buscar un cambio de régimen”. Resaltó que con Trump se ha puesto en marcha una línea extremista “como el KKK, nos persigue el KKK de Washington”, dijo.
Pero Maduro no tiene miedo a una invasión militar, como ha alertado su homólogo de Bolivia, Evo Morales. “En los planes de ellos todas las locuras las piensan”, dijo, pero rescató que gracias a “las condiciones geopolíticas y las fortalezas de la revolución bolivariana hacen inviable absolutamente cualquier opción de esas de esas características”.
Sobre la teoría del golpe de Estado, Maduro dijo que a pesar de que “la doctrina Monroe ha vuelto con mucha fuerza”, si EE.UU intentara un golpe “el contragolpe civico-militar, popular, sería tan grande como el del 13 y 14 de abril del año 2002”.
“Nosotros no actuamos por miedos, actuamos por certeza”, afirmó a France 24 el presidente venezolano.
Interrogado por Perelman sobre la posición que tiene la comunidad internacional acerca de las elecciones de las cuales se ha dicho no serán transparentes y que no serán reconocidas, Maduro sostuvo que “son amenazas inaceptables” y apela a la libre determinación de los pueblos pues “nadie debe meterse en los asuntos internos de otros países” pues “Venezuela es un país con un expediente democrático intachable, impecable”.
Maduro: “se han mantenido los niveles de alimentación necesaria para la población”
Sobre la crisis económica en Venezuela, que según el FMI hay una inflación de más del 13.000 %, Maduro le restó importancia a los análisis del Fondo porque este es “parte de los sicarios que se han venido contra nuestro país”.
El presidente venezolano encuentra que lo que existe es una “una inflación inducida por un ataque al sistema cambiario” por lo que tuvo que decretar una reconversión monetaria como parte de la medidas antiinflacionarias y de estabilidad.
Para Maduro tener “un imperio encima” sigue siendo una de las razones para explicar algunos de los problemas económicos que tiene el país petrolero.
Pero si acepta que hay problemas económicos, otra idea tiene de la crisis humanitaria.
Para Maduro “es mentira” que haya una epidemia de sarampión y difteria. Acepta que hay problemas de abastecimiento pero decide mirar hacia Colombia para decir que el país vecino está “peor” en el tema. Aún así Maduró afirmó que se han “mantenido los niveles de alimentación necesaria para la población”.
Maduro sobre la crisis migratoria: “no la ha habido ni la va a haber”
En otro tema que Maduro tiene discrepancias es en el número de venezolanos que han salido del país hacia otras naciones buscando oportunidades de empleo. No cree en las cuentas de su homólogo colombiano Juan Manuel Santos quien ha dicho que cerca de 1.500.000 venezolanos han llegado a Colombia. Para Maduro, ese país “forma parte de la campaña permanente contra Venezuela” y la cifra es “un invento”.
Sobre la migración venezolana Maduro dijo que el comportamiento es como “en cualquier país del mundo”, por lo que sostiene que en su país “no ha habido ni va a haber” una crisis migratoria.
Maduro rechazó la idea de que su país sea mostrado como si reinara el caos. “Venezuela tiene un orden, un rumbo, un proyecto de país. Un conjunto de avances y logros, una esperanza en la construcción de una nueva sociedad alternativa al capitalismo neoliberal que se le ha impuesto al mundo entero”.
“Si de algo no me pueden acusar a mí es de corrupto, de bandido”. Así respondió Nicolás Maduro cuando Perelman lo interrogó por las acusaciones de unos supuestos pagos a la campaña presidencial de 2013 de la constructora brasileña Odebrecht, que dejó una estela de escándalos en varios países de América Latina.
Maduro sostuvo que “no he necesitado ni necesitaré el dinero de Odebrecht jamás en mi vida porque el centro de mi vida no es el dinero; es una causa, es la cuasa de Venezuela.
Con varios países amenazando con desconocer los resultados de las elecciones del 20 de mayo, Nicolás Maduro insiste en que “vamos a tener una gran victoria electoral”.