El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) conociendo la idiosincrasia de los dominicanos, desde el 2004 a la fecha ha montado la estrategia de crear en la ciudadanía la psicología de que ellos son inderrotables electoramente hablando, para lograr captar una franja importante y determinante de votantes que sólo votan en los procesos electorales por el que va a ganar, y con esto provocar que los que no simpatizan por ellos se abstengan de ir a sufragar el día de las elecciones, desmotivados porque ven que aunque vayan a ejercer el voto como quiera el PLD ganará y seguirá en el poder.
La idea de ver al PLD como invencible nos la vendieron los leonelistas. Incluso llegaron más lejos con su táctica, a tal punto que hubo un momento en que plantearon que sólo con el mandatario Leonel Fernández se podía ganar en el partido morado; utilizando, cantando y popularizando en todas las actividades del León el tema musical del maestro Ramón Orlando, que dice: “No hay nadie más pa’ sustituirte, amar a alguien más me es imposible”, cosa que no es así, no sólo porque el tiempo se encargó de demostrar lo contrario con la llegada del licenciado Danilo Medina a la Presidencia de la República, sino también porque se le ha imposibilitado a Leonel retornar al poder, y para el príncipe volver a ser presidente en este país tendrá que “Hilar Fino”.
Los resultados finales 70 a 30 en las elecciones del Colegio Médico es un claro mensaje a la clase política dominicana que tienen secuestradas las organizaciones partidarias desde hace mucho tiempo, cohibiéndoles de espacio a una sociedad que busca solución, temas concretos y determinantes para los pueblos, tales como son: Salud, educación, alimentación, electricidad y seguridad ciudadana.
Si bien es cierto que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) perdió humillantemente en el Colegio Médico, debido a que presentó de manera oficial su candidatura con el Dr. Clemente Terrero, no es menos cierto que el PRM tampoco ganó porque la Dra. Amarilis Herrera fue derrotada en su representación proclamada por el Frente Nacional de Seguridad Social del partido, quienes salieron victoriosos fueron los médicos que impusieron a su candidato el Dr. Wilson Roa.
Cuando observamos de forma reflexiva esos resultados y los cálculos de las últimas encuestas, se puede apreciar claramente que la sociedad está actuando con niveles de independencia y que se está separando del pensamiento político reinante.
También demuestra que ya no son los partidos ni los cabecillas que determinan la simpatía de los votantes, que no son los líderes que deciden por los ciudadanos, que las organizaciones políticas no tienen control sobre su militancia, es decir, que la complejidad del escenario partidario recae sobre la capacidad, el discurso, la preparación, el manejo político-social y sobre todo en el talento.
Este proceso demuestra que los políticos pocos talentosos y sin talento van a desaparecer, que nadie se crea dueño de la voluntad popular, ya que el pueblo se está colocando por encima de la clase política gobernante y de oposición, y que por el camino que se va, es a elegir un presidente que aparentemente no se vislumbra en el escenario actual.
Esa persona no se observa en las reuniones donde los líderes tradicionales se reúnen, pero sí tiene arraigo en el seno de la sociedad dominicana, hasta ahora no sabemos para qué fecha o momento será, pero no es muy lejos, y más con la coyuntura actual donde la atmósfera está confusa.
Espero que mis proyecciones no se vean como una recitación de lo que va a ocurrir exactamente, pues no soy predictor y mucho menos vidente, ni hago una profecía, sino más bien una proyección apoyado en mis análisis y la incapacidad de los líderes actuales.
JPM