Un cambio en la actitud de todo ser humano

En los últimos meses la sociedad latinoamericana ha tomado como noticia fundamental los procesos judiciales que han surgido producto de los sobornos admitidos por la constructora brasileña Odebrecht. Parece que el mundo se ha terminado, y que no hay otras situaciones que deben ser tratadas. Es lamentable que el tiempo transcurra y que el ser humano se quede fijo en una situación, también lamentable.

La actitud que se debe asumir en la situación actual es de paciencia y prudencia. Además de dejar que los estamentos correspondientes hagan su trabajo, con responsabilidad y honestidad. Pero, la población no debe ser bombardeada a cada instante con la misma noticia, causando  stress  o trastornos psicológicos. Hay demasiada tensión en la sociedad latinoamericana. En consecuencia, se requiere que los problemas sean tratados debidamente, y con sabiduría.

Siempre ha habido corrupción en el mundo y siempre la habrá; es que el problema está en el hombre. Una de las razones por las que Dios destruyó el mundo antiguo, en los tiempos de Noé, fue como está escrito: «Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra» Gén. 6:11- 13.

A pesar de que Dios destruyó el mundo, para comenzarlo de nuevo con los descendientes de Noé, la mayoría de ellos se corrompió, en unos cientos de años. El salmista escribió: «Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jehová no invocan?» Salm. 14:2- 4.

El problema es que todo ser humano se ha corrompido, en los diferentes pecados y violaciones a las leyes terrenales y naturales. No se puede hablar de corruptos preferidos, porque el fornicario y adúltero también han corrompido sus caminos; el mentiroso y el idólatra están en igual condiciones; el violento y el matador, el que paga cohecho y el que lo coge son iguales. Es un mundo lleno de pecadores, o de corruptos.

Es necesario un cambio en la actitud de todo ser humano, tomando  la dirección correcta de su vida. Una vida con Dios. Necesitamos que Dios nos ayude a entender los valores que deben estar en nuestras vidas. La corrupción social, destruye a individuo, matrimonio, la familia, y a la misma sociedad. No se debe seguir en ese camino equivocado;  es un camino de fracasos. De ahí que, el cambio de actitud es impostergable, si queremos una sociedad nueva y en valores.

Cada uno necesita reflexionar, sobre qué hacer ante las situaciones calamitosas en que estamos viviendo. Renunciar al dinero mal habido, al placer desmedido, al poder enloquecedor, y a la vanidad desbordada. Realmente es posible que cambiemos de actitud, pero debe ser una gran mayoría o todos los que debemos cambiar, para causar un impacto transformador en la sociedad. Todo es posible para Dios, y para los hombres que creen en él.

Por tanto, presento a Cristo Jesús, como el que puede hacer el cambio en el mundo, y como la piedra triangular para la construcción de una sociedad diferente.  Al igual que el apóstol Pedro, digo : «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» Hch. 4:11, 12.

Si creemos en Cristo Jesús, y aceptamos las enseñanzas de él, produciendo un arrepentimiento y conversión, entonces Dios nos ayudará. Pedro dijo: «Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados  vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio» Hch. 3:19.

Necesitamos el nuevo nacimiento en Cristo, para que con la ayuda del Espíritu Santo, nos conduzcamos por el camino de la vida y la prosperidad. Dios le bendiga.

faustopina@hotmail.comJPM