Filogenia extraordinaria muestra fotográfica
Escribir de Julia Guzmán Conde sin establecer unos antecedentes filiales sería improcedente para una mejor comprensión de quién es y cómo ha llegado a ser la extraordinaria artista que se expresa a través de la fotografía en su primera exposición individual “Filogenia” Empecemos por las damas, Silvia Conde, su madre unida maritalmente con Eddy Guzmán, fotógrafo y arquitecto, ha estado vinculada desde muy temprano al movimiento artístico y cultural dominicano gracias a él, quien llegó a fundar el Salón de Arte y Arquitectura como apoyo al movimiento Extramoderno, generado por quien escribe a finales de los 80 inicios de los 90 y donde se puso a circular en libro del Primer Festival de Fotografía de Santo Domingo “Fin de Milenio”. Desde las décadas del 70 y 80, Eddy Guzmán ha sido amigo y colega, ha estado vinculado a la cúspide de los más distinguidos y reconocidos exponentes del arte contemporáneo dominicano. Hermano de Peyi Guzmán, cineasta, primo de José García Cordero, pintor, íntimo amigo y colega de Miki Vila, arquitecto, de Jean Louis Jorge, cineasta, Orlando Menicucci, Raúl Recio y José Cestero, pintores, Johnny Bonnelly, escultor, Carlos Francisco Elías, periodista, Luis El Terror Días, y tantos más que prolongarían demasiado esta lista. Pues bien, esta ilustre pareja en matrimonio, solo ha procreado estrellas, Laura, la mejor y más reconocida cineasta dominicana, Hulda, pintora y Julia la más joven de ellas, que se manifiesta como excelente fotógrafa desde su primera exposición individual. No escapa a la mínima observación que las nuevas generaciones vienen dotadas de una sensibilidad e inteligencia especiales, y hasta me da la impresión que a través de los genes también vienen con un conocimiento y unas experiencias adquiridas. Es el caso de Julia, cuya madurez, con esta exposición monográfica Filogenia sobre líquenes, -el resultado simbiótico entre algas y hongos-, demuestra coherencia y dominio del concepto y de los recursos expresivos en la fotografía, en este caso temática y formalmente. Su monográfica y recurrente síntesis del tema se concentra en el detalle, en la visión macroscópica, un recurso visual propio, original y específico del modo de representación fotográfica, como el primer plano en el retrato, la visión panorámica, etc… Curiosamente una visión macro que nos transfiere a la estratosférica, convirtiendo el sujeto detalle en maravillosos paisajes extradimensionales, como si los observáramos desde un satélite o desde otro planeta. Justamente, a mi modo de ver, el recurso macro de la fotografía, tan abusado por la mayoría de los fotógrafos, en la búsqueda de generar un impacto sea por el color o lo insólito de la abstracción que se suele generar en la investigación y representación de texturas, en el caso de Julia está desprovisto de toda contaminación o aberración visual expresiva. Con Filogenia Julia alcanza lo sutil, lo sublime, a través de una estética mesurada, sin estridencias, que busca y pretende la síntesis de un pensamiento frío y calculado en torno a las formas, las ideas y los sentidos. Y lo logra… Dentro del gran conglomerado de mujeres fotógrafas en la República Dominicana, Julia Guzmán Conde, sobresale, es un punto y aparte acompañado de tres suspensivos.