El conflicto entre Israel y Palestina
Como todos los conflictos bélicos que consecuentemente han tomado lugar durante todo el desarrollo de la historia de la humanidad, la guerra entre Palestina e Israel, persigue el mismo interés fundamental que provoca los enfrentamientos armados entre naciones dominantes y dominadas, entre clases sociales dominantes y pueblos oprimidos. Las guerras se hallan siempre, íntimamente ligadas a un objetivo que en todas sus instancias persigue una estrategia de dominio y de control de una minoría sobre una vasta mayoría. El Estado israelí, con su Ejército armado hasta los dientes, no descansará en la búsqueda del control total sobre la zona territorial palestina y de su pueblo oprimido. Del otro lado la Organización HAMAS, no dará a torcer su brazo tan fácilmente en defensa de sus intereses de poder y particulares en Gaza. Sin embargo, las tendencias bélicas del Estado de Israel contra Hamas guardan entre sí los mismos intereses de éstos contra aquéllos; es un pleito por el control y la defensa por parte de una ínfima minoría colocadas a ambos lados de las líneas de defensa, de unas tierras que ambos lados reclaman como suyas. Amparados en la prédica de una moral que se mide solo de acuerdo al alcance de sus medios de propaganda con la cual, dicho sea de pasada, se trata inútilmente de exhibir cuál es el menos malo de estos dos villanos, los pueblos palestino e israelí se hallan atrapados en el fuego cruzado que se lanza entre estos dos vaqueros de esa zona del Medio Oriente. Partiendo de esto, al tratar sobre el caso en cuestión, hemos de condenar resuelta y abiertamente la masacre que lleva a cabo el Ejército israelí contra el pueblo palestino, dado que las acciones del Estado de Israel contra Gaza, son tan criminales como lo fueron las de exterminio Nazi contra los Judíos en el siglo pasado; y de su lado lo mismo aplica a las acciones violentas de HAMAS contra los Judíos haciendo bajo la excusa de enfrentar a su Estado dominante. Del otro bando, la trama de Israel contra los palestinos tiene sus raíces fundamentales en su empeño y proyectado control de la tierra palestina para cumplir con su deseo de expansión por todo el territorio. Concepciones ideológicas de clase, nos permiten oponernos y condenar los ataques contra todos los oprimidos de la Tierra; sin embargo, en el caso del conflicto palestino-israelí tenemos que posicionarnos claramente. En primer lugar, es incongruente limitarnos sólo a condenar las acciones israelíes contra los palestinos, sino que también y en segundo lugar, hay que dejar manifiestamente establecido, que no apoyamos las acciones de HAMAS contra el pueblo Judío bajo el presupuesto de enfrentar al Estado sionista, puesto que tras esto entra en acción el abstracto juego de la moral religiosa de ambos bandos, cuando lo concreto se halla ligado en única instancia a la dominación de clase para el control económico. Es válido declarar que una cosa es el Pueblo palestino y otra muy distinta es HAMAS. Este grupo, Partido o lo que sea, es también una organización criminal que no representa los intereses y que no reivindica las necesidades más elementales de los Trabajadores palestinos. Al igual que Israel, HAMAS es una organización que defiende sus intereses de casta, de cúpula, políticos y de dominio económico inclusive sobre la población palestina a quien de manera hipócrita dice representar. Lo mismo ha de observarse con objetividad en Israel, donde se han organizado actividades políticas y manifestaciones importantes compuestas de Trabajadores, Trabajadoras y juventudes desde el seno de las masas populares en condena contra las acciones del Ejército israelí en Palestina. Notamos que en estas marchas no se ha levantado la Bandera de Hamas, pero sus voces han condenado el Terror a que se ve sometido el pueblo de Gaza. Entonces, partiendo de estos elementos de juicio, ¿Qué es lo correcto? ¿Condenar las acciones militares del Estado israelí en Gaza o expresar Odio por todo el pueblo Judío? ¿O condenar igualmente las acciones bélicas de Hamas contra el pueblo Judío? En primera instancia, lo correcto es decir: ¡No concesiones de ningún tipo a Hamas o al Ejército del Estado de Israel! ¡Llamar a la unidad política de los dos pueblos contra sus distintos opresores, contra el imperialismo norteamericano y europeo, de sus intereses geoestratégicos y de dominación capitalista en la región! ¡Trabajadores y Trabajadoras, Judíos y Palestinos, Uníos contra HAMAS y el Estado sionista! ¡Abajo el Estado israelí! ¡Abajo HAMAS!