Desaparecidos los principios e ideologías, que no muera la decencia
Con la apertura de la campaña electoral a principio de la primera semana de febrero, lo menos que podemos pedir los ciudadanos que ejercemos el derecho de acudir a las urnas el próximo 15 de mayo es que todos los que aspiran a ocupar cualquier posición electiva mantengan un mínimo de decencia en el debate político.
En ocasiones el pueblo dominicano como tal, está por encima de quienes aspiran o quieren seguir gobernándolo por un nuevo periodo.
En la contienda electoral que se aproxima es conocida por todos la caballerosidad tanto del presidente-candidato Danilo Medina, como de Luis Abinader, Guillermo Moreno, Amable Aristy castro y Minou Tavares Mirabal.
El asunto grave radica en los seguidores que se convierten en fuerza de choque.
Dado que el transfuguismo tiene categoría de premios Oscar, debido a la ausencia de reglas claras en la partidocracia criolla por no existir la esperada Ley de Partidos que lleva diez años dormida en el congreso, los electores no tenemos dolientes.
La Junta Central Electoral como árbitro de los comicios no puede ir mas allá de la ley y cuando está dentro de la ley le inventan otra. Verbigracia: el artículo 81 de la constitución de la república que determina que la distribución de los diputados debe basarse de acuerdo al último censo del país fue hecho trizas por una sentencia del Tribunal Superior Administrativo. Los principales partidos del sistema se unieron al coro de la agrupación musical Calle 13: “Vamos a portarnos mal”, y todos a una pidieron que la aplicación a la ley vigente hoy se posponga para el 2020.
Lo que antes era violación a la ley hoy se llama pragmatismo.
La mayor parte de los 26 partidos y movimientos existentes en el país solo tienen como norte alcanzar las posiciones electivas, sin propuestas definidas.
Una gran mayoría con la vista puesta en el dinero que solo alcanza para construir una casa que se derrumba en 20 años y otros con la vista puesta en el poder para construir castillos que durarán siglos.
Lo deseable es que cada aspirante, aunque sea en sueños, ponga el país como primer punto de agenda, con propuestas y todo, porque la política no es más que enamorar, conquistar, convencer; y las elecciones son la oportunidad que se dan los pueblos para determinar quién los va a gobernar en el próximo período .
¿Desigualad durante el proceso? Siempre las hubo y las habrá por los siglos de los siglos, no obstante, los pueblos no son tontos, ejemplos sobran de gobernantes en el poder con todos los recursos y han sido barridos del escenario; como de igual forma los pueblos saben quién trabaja en pro de su desarrollo con hechos reales.
Propuestas…solo eso, propuestas.
JPM