Danilo: ¿el  exterminador o el reinado de las tachuelas?

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EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York

Bulilo Arias, ya fallecido zapatero de mi pueblo, remendaba unas suelas con puntillas y otras con tachuelas.  A pesar de mi corta edad recuerdo que el honrado y diligente zapatero manejaba con destreza  aquellas zonas del zapato donde dejaba caer con precisión su matillo sobre la cabeza dócil de  puntillas que rápidamente se hundían  en   una suela.  Las tachuelas a juicios y precisión  de Bulilo eran parte de un deplorable remiendo cuya precaria vida útil  dependía de la próxima tormenta. A las tachuelas  ahora  yo las defino  como el escaso   poder adquisitivo de clientes que apenas podían pagarle a Bulilo con una triste  promesa.

Todo me viene a colación por  inquietud de un lector, quizás aludido o interesado, porque en  mi última entrega: “La tragedia de Leonel tiene su propio dueño: Leonel”, describo que en República Dominicana habita, sobre  las aguas negras un nuevo batracio: las tachuelas políticas que recupero gracias a la honorable labor de aquel zapatero.

Pero resulta que una cosa es la zapatería y otra son la magia del  cine que me lleva  a decir que   las maniobras  del presidente Danilo Medina superan con creces a las del actor Arnold Schwarzenegger, en aquellos asuntos donde Bulilo    pronostica       que  el  actor austriaco-estadounidense ha quedado  muy corto  con la  “exterminación política” con que Danilo  ha maniobrado para ponernos en su pantalla la reelección.

A todo buen exterminador acredítese justo aquello de que parcialmente ha carecido Schwarzenegger: el recurso divino de la memoria que le permitía a Bulilo  saber cuáles clientes pagarían para que sus zapatos fuesen reparados por puntillas y cuáles tenían que acudir al recurso deprimente de las tachuelas.  El presidente Danilo ya sabe cómo darle por la cabeza a esas  puntillas que merodean  en los enredos de la nación y como darle con la punta del pie  a  las tachuelas políticas.

Por supuesto que Bulilo vive en  la memoria de aquella aldea ya vestida del prosélito de “Municipio”; y quizás esto me favorece para decir que Arnold no hizo más que arrojar esa luz frágil de luciérnaga que el  presidente Medina agranda con maestría ya no tanto cinematográfica sino que inaugura un reinado de tachuelas que hacen de la política una broma.

Lo cierto es que nuestro presidente  cree haber matado a  dos palomas de un solo tiro: redujo  a precio de tachuelas  al Partido Revolucionario Dominicano y a su presidente, Miguel Vargas Maldonado, lo compró a  sabiendas de que era un cheque sin fondo.  Como por ahí dicen los campesinos de mi pueblo: “la ambición rompió el saco”; otros dirían  que ése mismo cartucho ya el mismo Leonel lo había enviado al vertedero del soborno.

Es que todo reinado requiere de esa cronología de hechos que  con el debido respeto a Bulilo y con  permiso de Arnold,  paso a atribuirle  al presidente Medina el mérito de haber repartido puntillas  hasta  ponerle una suela ya perforada  a la Constitución:

1.-En la misma madrugada de que se juramentara como presidente de la nación, Danilo Medina Sánchez  comienza a poner en marcha su plan reeleccionista. Y para ello adopta los mismos métodos que Carlos Andrés Pérez en Venezuela: un plan populista para venderse como hombre sencillo y redentor  de los pobres. Brinca sus famosos charquitos; le pone una píldora,  por ejemplo,  a esos vendedores  de la carretera  Sánchez y ordena que esos tarantines sean derribados y en su lugar construyeron casetas de cemento. Ya tenemos a un Danilo al estilo Eva Perón; el Danilo de los “descamisados” dominicanos; lo cierto es que Danilo conoce a  los políticos mediasuelas del patio y los paga a precio de vaca caída.

2.-Danilo nunca deja de repetir  sus aspavientos histriónicos como “auténtico” nacionalista y  desde su  propio aposento político o detrás la puerta de su despacho aludió  a la Barrick Gold Corp. Levanta la dormida euforia nacionalista que siempre ha estado en busca de una tajada del  pastel nacional. Suenan los aplausos   de las masas desposeídas que escuchan  a un   presidente que a media luz hace amarres  en los fondos de la intriga.  Nadie reclama ni habla sobre unos US$2,200 millones  aportados durante el período 2013-2016. ¿Dónde está ese dinero, Danilo?

3.-Hace apenas unos años República Dominicana coloca en los mercados internacionales US$250 millones de bonos soberanos. Estos a un interés de 6.85 generan US$1,250 millones; ¿Dónde están esos intereses, Danilo?

4.-Según el Banco Central, la deuda pública ha ascendido a US$27, 109.8 millones. Danilo, durante tu gobierno la deuda pública ha ascendido a un 11.8%.

A todo, la oposición se entretiene a ritmo de bachata, mientras, el ex narcotraficante  Quirino Ernesto Paulino disfruta de un misterioso contubernio del poder político dominicano.  Pero, el  ex capo ya fue utilizado y bien remunerado.

5.-A todo esto, el presidente Medina no pierde tiempo en desaparecer del escenario político a su principal adversario y compañero de partido: Leonel Fernández Reina. Danilo  logra colocar en una esquina del ring a la vulnerable vicepresidenta,  Margarita Cedeño de Fernández, que ahora  hace sus  maletas para  exhibir sus sombreros y sus tacos de agujas al estilo  Marilyn Monroe en las pocas  veces que visitará   al Congreso Nacional como senadora del partido oficialista. Solo nos falta que pasemos del reinado de las ya famosas tachuelas al folklórico debut de los sombreros de Margarita.

6.-Con las enseñanzas  de Bulilo,  y con los guiones  de Schwarzenegger, Danilo consolida el reinado de las tachuelas y logra que los  partidos bisagras hagan de la Constitución  un  deplorable remiendo.

7.-Danilo ordenó a que el senador Reinaldo Pared Pérez hiciera leña  de un árbol que en vida se llamó Leonel Fernández. Reinaldo realiza muy buen trabajo con las leñas del presidente del PLD; pero Reinaldo, como excelente cabildero, por ahí buscará echar más leñas al fuego  con el intento de que le den algo; ese algo es la vicepresidencia.  No hay que perder de vista que los peledeístas frente a la oligarquía nacional hacen la deplorable misión  de alguaciles baratos.  Y nada más.

8.-Y, por último, Danilo se agradaría en recibir esas enzimas  que los dominicanos hemos heredado de Trujillo: ser adulados y ensalzados como Benefactor de la Patria.

Asumo que Bulillo el zapatero y Arnold podrían decirnos que  la reelección es una pesada lona para cubrir la impunidad, pero mas que todo Danilo y su cómplice,  Vargas Maldonado, ya prebendado a una bien pagada tachuela y  es parte de un golpe bajo contra la soberanía. Vargas Maldonado representa el deplorable  manto para cubrir la impunidad.

Por mi parte, honro la memoria de Bulilo, el zapatero, disfruto de aquel  largometraje, y por supuesto, creo haber respondido  la inquietud  de  mi lector, Héctor Martínez Caraballo, quizás ya ofendido porque Arnold Schwarzenegger es una pálida copia de  su líder Danilo Medina, el exterminador, quien ha instaurado en la nación  el espeluznante reinado de las tachuelas políticas.

 

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