Danilo: ¿el exterminador o el reinado de las tachuelas?
Bulilo Arias, ya fallecido zapatero de mi pueblo, remendaba unas suelas con puntillas y otras con tachuelas. A pesar de mi corta edad recuerdo que el honrado y diligente zapatero manejaba con destreza aquellas zonas del zapato donde dejaba caer con precisión su matillo sobre la cabeza dócil de puntillas que rápidamente se hundían en una suela. Las tachuelas a juicios y precisión de Bulilo eran parte de un deplorable remiendo cuya precaria vida útil dependía de la próxima tormenta. A las tachuelas ahora yo las defino como el escaso poder adquisitivo de clientes que apenas podían pagarle a Bulilo con una triste promesa.
Todo me viene a colación por inquietud de un lector, quizás aludido o interesado, porque en mi última entrega: “La tragedia de Leonel tiene su propio dueño: Leonel”, describo que en República Dominicana habita, sobre las aguas negras un nuevo batracio: las tachuelas políticas que recupero gracias a la honorable labor de aquel zapatero.
Pero resulta que una cosa es la zapatería y otra son la magia del cine que me lleva a decir que las maniobras del presidente Danilo Medina superan con creces a las del actor Arnold Schwarzenegger, en aquellos asuntos donde Bulilo pronostica que el actor austriaco-estadounidense ha quedado muy corto con la “exterminación política” con que Danilo ha maniobrado para ponernos en su pantalla la reelección.
A todo buen exterminador acredítese justo aquello de que parcialmente ha carecido Schwarzenegger: el recurso divino de la memoria que le permitía a Bulilo saber cuáles clientes pagarían para que sus zapatos fuesen reparados por puntillas y cuáles tenían que acudir al recurso deprimente de las tachuelas. El presidente Danilo ya sabe cómo darle por la cabeza a esas puntillas que merodean en los enredos de la nación y como darle con la punta del pie a las tachuelas políticas.
Por supuesto que Bulilo vive en la memoria de aquella aldea ya vestida del prosélito de “Municipio”; y quizás esto me favorece para decir que Arnold no hizo más que arrojar esa luz frágil de luciérnaga que el presidente Medina agranda con maestría ya no tanto cinematográfica sino que inaugura un reinado de tachuelas que hacen de la política una broma.
Lo cierto es que nuestro presidente cree haber matado a dos palomas de un solo tiro: redujo a precio de tachuelas al Partido Revolucionario Dominicano y a su presidente, Miguel Vargas Maldonado, lo compró a sabiendas de que era un cheque sin fondo. Como por ahí dicen los campesinos de mi pueblo: “la ambición rompió el saco”; otros dirían que ése mismo cartucho ya el mismo Leonel lo había enviado al vertedero del soborno.
Es que todo reinado requiere de esa cronología de hechos que con el debido respeto a Bulilo y con permiso de Arnold, paso a atribuirle al presidente Medina el mérito de haber repartido puntillas hasta ponerle una suela ya perforada a la Constitución:
1.-En la misma madrugada de que se juramentara como presidente de la nación, Danilo Medina Sánchez comienza a poner en marcha su plan reeleccionista. Y para ello adopta los mismos métodos que Carlos Andrés Pérez en Venezuela: un plan populista para venderse como hombre sencillo y redentor de los pobres. Brinca sus famosos charquitos; le pone una píldora, por ejemplo, a esos vendedores de la carretera Sánchez y ordena que esos tarantines sean derribados y en su lugar construyeron casetas de cemento. Ya tenemos a un Danilo al estilo Eva Perón; el Danilo de los “descamisados” dominicanos; lo cierto es que Danilo conoce a los políticos mediasuelas del patio y los paga a precio de vaca caída.
2.-Danilo nunca deja de repetir sus aspavientos histriónicos como “auténtico” nacionalista y desde su propio aposento político o detrás la puerta de su despacho aludió a la Barrick Gold Corp. Levanta la dormida euforia nacionalista que siempre ha estado en busca de una tajada del pastel nacional. Suenan los aplausos de las masas desposeídas que escuchan a un presidente que a media luz hace amarres en los fondos de la intriga. Nadie reclama ni habla sobre unos US$2,200 millones aportados durante el período 2013-2016. ¿Dónde está ese dinero, Danilo?
3.-Hace apenas unos años República Dominicana coloca en los mercados internacionales US$250 millones de bonos soberanos. Estos a un interés de 6.85 generan US$1,250 millones; ¿Dónde están esos intereses, Danilo?
4.-Según el Banco Central, la deuda pública ha ascendido a US$27, 109.8 millones. Danilo, durante tu gobierno la deuda pública ha ascendido a un 11.8%.
A todo, la oposición se entretiene a ritmo de bachata, mientras, el ex narcotraficante Quirino Ernesto Paulino disfruta de un misterioso contubernio del poder político dominicano. Pero, el ex capo ya fue utilizado y bien remunerado.
5.-A todo esto, el presidente Medina no pierde tiempo en desaparecer del escenario político a su principal adversario y compañero de partido: Leonel Fernández Reina. Danilo logra colocar en una esquina del ring a la vulnerable vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, que ahora hace sus maletas para exhibir sus sombreros y sus tacos de agujas al estilo Marilyn Monroe en las pocas veces que visitará al Congreso Nacional como senadora del partido oficialista. Solo nos falta que pasemos del reinado de las ya famosas tachuelas al folklórico debut de los sombreros de Margarita.
6.-Con las enseñanzas de Bulilo, y con los guiones de Schwarzenegger, Danilo consolida el reinado de las tachuelas y logra que los partidos bisagras hagan de la Constitución un deplorable remiendo.
7.-Danilo ordenó a que el senador Reinaldo Pared Pérez hiciera leña de un árbol que en vida se llamó Leonel Fernández. Reinaldo realiza muy buen trabajo con las leñas del presidente del PLD; pero Reinaldo, como excelente cabildero, por ahí buscará echar más leñas al fuego con el intento de que le den algo; ese algo es la vicepresidencia. No hay que perder de vista que los peledeístas frente a la oligarquía nacional hacen la deplorable misión de alguaciles baratos. Y nada más.
8.-Y, por último, Danilo se agradaría en recibir esas enzimas que los dominicanos hemos heredado de Trujillo: ser adulados y ensalzados como Benefactor de la Patria.
Asumo que Bulillo el zapatero y Arnold podrían decirnos que la reelección es una pesada lona para cubrir la impunidad, pero mas que todo Danilo y su cómplice, Vargas Maldonado, ya prebendado a una bien pagada tachuela y es parte de un golpe bajo contra la soberanía. Vargas Maldonado representa el deplorable manto para cubrir la impunidad.
Por mi parte, honro la memoria de Bulilo, el zapatero, disfruto de aquel largometraje, y por supuesto, creo haber respondido la inquietud de mi lector, Héctor Martínez Caraballo, quizás ya ofendido porque Arnold Schwarzenegger es una pálida copia de su líder Danilo Medina, el exterminador, quien ha instaurado en la nación el espeluznante reinado de las tachuelas políticas.