Monseñor Nouel: ley 195-04, un cascarón vacío 

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El autor es escritor y periodista. Reside en Estados Unidos

Al contemplar las imponentes montañas de mi provincia Monseñor Nouel y escuchar el murmullo de nuestros ríos, no puedo evitar sentir una mezcla de esperanza y justa indignación, debido a que durante años, hemos caminado bajo el amparo de una Ley 195-04 que, aunque bien intencionada en su letra, resultó ser un “cascarón jurídico y vacío”, porque esa primera ley que nos declaró “Provincia Ecoturística”, nos dejó huérfanos de un respaldo financiero real, condenando nuestro potencial al estancamiento y a la voluntad discrecional de los gobiernos pasados y presentes.

Debo reconocer con honestidad que la iniciativa del actual senador, Héctor Acosta, marca un antes y un después en esta historia de olvido, ya que su gestión para transformar una ley declarativa en una ley ejecutiva es un acto de justicia territorial, en razón de que al establecer un monto fijo de 20 millones de pesos anuales por la próxima década, se está construyendo el puente que finalmente podría conectar nuestras bellezas naturales con el desarrollo económico que la gente merece y desde años espera.

“Para avanzar hacia el futuro con paso firme, es imperativo mirar el pasado con ojos críticos”(MB). La antigua ley pecaba de una ambigüedad peligrosa. ¿Por qué?, nos preguntamos, pues al no establecer un monto fijo, la misma permitía que los recursos fluyeran —o se detuvieran— sin un esquema de rendición de cuentas claro; y al no depender de un monto fijo, se convirtió en la excusa perfecta para que la provincia recibiera migajas presupuestarias y el poco capital ecoturístico que solía llegar a la provincia se desvanecía en un sembradío que solo cosechaba corrupción.

Pero, donde la indignación se hace necesaria, es en la existente brecha oscura entre lo que decía la ley y lo que recibía la institución, si en verdad lo recibía. A pesar de todos estos prejuicios, no deja de ser un secreto a voces que, a través de diversas vías administrativas y partidas especiales, el CODEPRONOUEL manejó a lo largo de los años cientos de millones de pesos, por lo que preguntamos a nuestras autoridades: ¿dónde están esos recursos?, porque si observamos nuestras rutas turísticas hoy, la respuesta es un silencio doloroso. En Monseñor Nouel no se ha explotado ni siquiera un 20% de su potencial ecoturístico.

Investigación

Por esta y otras razones, es que considero oportuno y urgente que se inicie una investigación exhaustiva hacia las administraciones pasadas de la institución, en razón de que no podemos permitir que el concepto de “falta de presupuesto” sirva de escudo para ocultar una gestión ineficiente o, peor aún, el desvío de fondos que pertenecían al desarrollo de nuestros municipios, por lo que, quienes han dirigido a CODEPRONOUEL deben explicar por qué, con esos cientos de millones recibidos, el ecoturismo en la provincia sigue siendo una industria acéfala y sin proyección.

Potencial ecoturístico

“La transparencia no es solo un valor ético, es el cimiento de cualquier progreso sostenible” (MB). Si bien es cierto que la ley anterior era débil, no es menos cierto que el dinero que llegó debió dejar huellas tangibles en nuestros senderos, en la capacitación de guías especializados y en la protección de nuestras cuencas, y sin esas huellas, la duda es legítima y la investigación es un mandato moral que la nueva etapa de desarrollo nos exige cumplir.

Las huellas de la Ley 195-04 proyectan hoy sombras de impunidad sobre el ecoturismo de Monseñor Nouel, donde la ambición sepultó los fondos destinados al desarrollo y la sostenibilidad de nuestros entornos acuíferos. Esa gestión opaca, que dejó en cuarentena los depósitos orientados a combatir el desempleo y enaltecer nuestra riqueza natural, evidencia cómo el interés particular prevaleció sobre el deber de transparencia, lo que evidencia que el resultado es un rastro de promesas incumplidas que asfixia el potencial de nuestros parajes y distritos, sacrificando el bienestar colectivo bajo el peso de una codicia que ignoró la razón de ser del progreso provincial.

Hoy, ante la llegada de estos nuevos 20 millones de pesos garantizados por ley, la provincia se enfrenta a un desafío de pulcritud. Este presupuesto no debe ser visto como un botín político, sino como un patrimonio sagrado de la naturaleza y de la provincia de Monseñor Nouel, por lo que, cada peso invertido debe ser un árbol sembrado, un joven empleado en su tierra y una infraestructura que respete el equilibrio de la biodiversidad.

La belleza de nuestra provincia radica en su pureza, y esa misma pureza debe reflejarse en el manejo de sus finanzas, porque el ecoturismo sólo es real cuando se trabaja con aciertos éticos y transparencia en el manejo de los recursos que lo sustentan.

No podemos hablar de conservar el medio ambiente mientras permitimos que el entorno administrativo se contamine con las viejas prácticas de la opacidad, visto que la naturaleza está al acecho, o sea, nos observa y demanda coherencia entre lo que protegemos y lo que económicamente se administra.

Exhortamos a las autoridades y la sociedad civil a que se conviertan en guardianes celosos de estos nuevos recursos, además, los habitantes de la provincia deben ser los ojos que vigilen que cada centavo de esos 20 millones que llegarán no muy tardío sean utilizados con la precisión de un artesano. La oportunidad que el senador Acosta ha puesto sobre la mesa es dorada, pero solo brillará si le limpiamos el polvo de la corrupción y el descuido administrativo del pasado.

Es tiempo de sanar las heridas de la desconfianza, el desarrollo no solo se mide en metros de asfalto o en complejos hoteleros, se mide en la confianza de un ciudadano que sabe que los recursos de su provincia están siendo utilizados para el bien común. Monseñor Nouel tiene el potencial de ser el referente ecoturístico del Caribe, pero ese liderazgo debe comenzar con una casa ordenada y cuentas claras.

Esta nueva ley debe poner fin a la improvisación, porque con un presupuesto fijo no hay excusas para no tener un plan maestro de desarrollo provincial que sea auditable y participativo, que lo aleje de los vaivenes políticos y lo convierta en un motor técnico de excelencia, donde el mérito y la transparencia sean los únicos requisitos de entrada.

La naturaleza es generosa, pero la justicia es necesaria para que esa generosidad llegue a todos. Cuando cuidamos lo público como algo propio, el éxito es inevitable.

mbaezjj@gmail.com

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Cesar Pere
Cesar Pere
11 horas hace

Pero el Senador no esta dando ejemplo sobre ecoturismo colocando su nombre en una area de montaña vista a lo largo de la autopista Duarte, sabe usted cuantas tareas de tierra desforesta existe para que se coloque ese letrero en la montaña, en esa misma zona se ha estado permitiendo la construccion de puentes sobre el canal de Masipedro para que los vehiculo motorizado de cuatro ruedas pueda subir a las areas del Salto de Jima, supongo.

Agustin Cr
Agustin Cr
17 horas hace

Excelente trabajo. Estoy de acuerdo con esas opiniones. Y se necesita una auditoria profundo a la Oficina Ecoturística de Bonao.