Saturación de comercios chinos
Si bien hay que aplaudir la confianza de los comerciantes chinos en el país, el exceso de establecimientos instalados aquí se convierte en una competencia desleal hacia los empresarios dominicanos.
El inmenso poderío chino y su gran maquinaria productiva no deben servir para perjudicar a los tradicionales negocios existentes en República Dominicana.
No se trata ya de instalar algunas tiendas, los chinos están saturando el mercado con sus establecimientos cada vez de mayor dimensión
En mi natal Baní, por ejemplo, acaban de abrir una tienda inmensa en la carretera Máximo Gómez, frente a la comunidad de El Llano que se une a varias más existentes.

Hay una en la calle Duarte, frente al parque central, en lo que una vez fue el restaurant Hollywood, otra en la calle Máximo Gómez, justo frente al parque del ilustre libertador de Cuba, donde estuvo por muchas años el Partido Revolucionario Dominicano.
Asimismo en los alrededores del mercado municipal, frente a la famosa estación de gasolina conocida como la bomba de Pín, donde estuvo Pollo Rey. De igual modo en la entrada Este de la ciudad al lado del supermercado Bravo y no lejos de ahí en las antiguas instalaciones de la Ferretería Banileja.
En el gran Santo Domingo enuméralas se torna difícil debido a la proliferación de las mismas pero observemos como en la avenida Luperón hay dos, la inmensa Dulce Hogar y otra justo al lado así como una no tan lejana en la Isabel Aguiar frente a la estación de gasolina que se conoce como como la bomba de Polanquito y, no tan distante, otra en la antigua carretera Duarte próxima a la avenida Luperón y la zona del kilómetro nueve.
Seguramente en otros poblados sucede igual.
Las quejas vienen de más allá puesto que algunos países latinoamericanos también han externado su preocupación e incluso bloques como la Unión Europea se han quejado y amenazan con imponer aranceles a la creciente importación china.
El gobierno debe limitar la instalación de empresas de capital chino, además de los controles aduanales y otros aspectos que les están aplicando.
Los chinos y sus capitales son bienvenidos al país pero no se les debe dar riendas sueltas pues perjudican importantes sectores nacionales.
jpm-am

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Saturación de comercios chinos













Nuestro país gasta miles de millones en promoción del país a inversionistas extranjeros,acaban de pintar de verde una estación de trenes en New York en eso.Existen inmensidad de negocios propiedad de dominicanos en el Alto Manhattan y el Bronx,en Queens,New Jersey y Massachusetts,etc y nadie se queja,por el contrario en R.D están muy orgullosos del triunfo de empresario dominicanos en Estados Unidos.
Banilejo, primero este es un estado derecho y aquí todo el mundo que está legal tiene derecho,la competencia nos hace ser competitivos. Es tiempo de que el dominicano cambie de actitud, es malo en comercio, malo en servicio, vive en una búsqueda constante de ver cómo exprimen y abusan del cliente.. Tal vez 1000 tiendas más chinas provoquen un cambio en la ignorancia y el egoísmo visceral del dominicano. Es como ir a la casa del terror