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2025: Ejemplo de una economía resiliente (OPINION)
En el presente año 2025, la República Dominicana debió lidiar con una serie de retos, turbulencias económicas, financieras, institucionales y de corrupción administrativa y rumores de crisis morales y financieras sin fundamentos algunos.
Así también se enfrentó a eventos climáticos que le pusieron a prueba. Sin embargo, frente a estos desafíos, sus autoridades demostraron ser mucho más resilientes e inteligentes de lo que se pensaba.
Realmente el país se enfrentó a fuerte pruebas este año donde el optimismo inicial se transformó en pesimismo a medida que enfrentaba altas tasas de interés y tasas del dólar, euro, aranceles, y deuda persistente, debido a la falta de una reforma fiscal que ponga límite al déficit fiscal por más de RD$280,000 millones equivalente a un 3.4% del PIB al cierre del año 2025.
A pesar de estos importantes desafíos, la economía dominicana tuvo un desempeño favorable en muchos aspectos de lo que muchos no esperaban.
El crecimiento superó las previsiones de más de un 2.5% del PIB, que aunque no alcanzó el 5% del PIB acostumbrado o próximo a su potencial, incluso en medio de las tensiones arancelarias y comerciales se mantuvo por encima del promedio del crecimiento de los países de la región.
La baja de las tasas de interés y la reapertura de los mercados de bonos produjeron cierto alivio.
La disminución de la incertidumbre en materia de política comercial y la baja de los mercados energéticos también contribuyeron a los resultados bastantes aceptables alcanzados en 2025.
Esta resiliencia, fue el producto de una política monetaria, fiscal, seguridad jurídica, paz política y social que proporcionaron las bases para incrementar las exportaciones, las inversiones, el aumento de los visitantes al país, creando un clima favorable para hacer negocios.
En ese contexto aumentó el número de personas empleadas y una disminución del trabajo informal.
No es un secreto que el empleo no solo es el camino para salir de la pobreza sino también proporciona dignidad, esperanza y estabilidad.
Y tal como asegura el Banco Mundial el empleo permite construir economías autosuficientes, reducir las necesidades humanitarias e impulsa la demanda de bienes, lo que ayuda a garantizar que el desarrollo sea tanto sostenible como próspero.
También el Banco Mundial resalta que el empleo debe estar en el centro de cualquier estrategia económica o de desarrollo.
La creación de empleo debe centrarse en los sectores de infraestructura y energía, agroindustria, atención de salud, turismo y manufactura.
Se plantea que para lograr los objetivos de empleo es menester trabajar conjuntamente con el sector privado, el cual debe tener un impacto significativo en el desarrollo.
Aunque los riesgos financieros y otros, siempre están latentes, la nación dominicana mostró que sus autoridades son más resilientes de lo imaginado.
De cara al 2026, el compromiso debe ser con el desarrollo resiliente, fiscalmente sólido basado en la confianza y el empleo, con el que se fortalecerán las bases para un futuro más seguro y próspero, afirma el Banco Mundial.
Cifras envidiables
La República Dominicana es un vivo ejemplo de una economía resiliente que a pesar de las turbulencias e incertidumbres cierra el año 2025 con cifras envidiables por haber mantenido el equilibrio y evaluaciones híbridas entre calificaciones de A y B, que el resto de las naciones de la región no lograron.
Hoy, la nación dominicana, exhibe indicadores sobresalientes en turismo, con más de 10.3 millones de visitantes e ingresos en torno a los US$11,800 millones, remesas familiares con ingresos de unos US$10,780.8 millones, energía y minas, con el despunte de los precios del oro, superará los US$2,000 millones.
Exportaciones totales por encima de los RD$15,300 millones, así como las inversiones extranjeras directas por encima de los US$4,900 millones, reservas internacionales brutas por el orden de los US$14,000 millones. El gasto de capital cerraría en 2.7% del PIB y el déficit fiscal quedaría en un 3.5% del PIB.
Se espera que la inflación se ubique en 4.5% al cierre del año 2025, dentro del rango meta de 4.0+- 1.0%, la tasa del dólar se ubica en RD$62.0 por US$1.00.
Los analistas esperan una depreciación del tipo de cambio de 5.18% en 2025. El déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos cerrará en 2.4% del PIB, siendo cubierto por los flujos de divisas de la inversión extranjera directa. La deuda pública cerraría en un 48% del PIB equivalente a US$61,616 millones del sector público no financiero (SPNF).
El sector zona franca alcanza un hito histórico al superar los 200 mil empleos directos, registrando 200,134 puestos de trabajo, la cifra más alta en su historia.
República Dominicana ha sido una de las economías con mejor desempeño en la región en años recientes, aunque su ritmo de crecimiento tiende a moderarse en 2025 frente a tasas más altas observadas anteriormente, manteniendo una inflación controlada, estabilidad macroeconómica y políticas prudentes del Banco Central.
El sistema financiero finalizará con gran robustez, estabilidad y rentabilidad, que superan la incertidumbre global, con activos que superan los RD$4.19 billones, un crecimiento significativo en préstamos y depósitos.
Y un aumento en la inclusión financiera, consolidando su resiliencia y crecimiento a pesar de un crecimiento económico global moderado, con un coeficiente de solvencia de 17.07% muy por encima del mínimo de 10% que requiere la Ley Monetaria y Financiera núm. 183-02.
Para el año 2026, se anticipa una demanda interna robusta, por lo que se prevé un crecimiento real en torno al 4.0-5.0% del PIB para una proyección central de 4.5% del PIB.
En fin, la República Dominicana cierra el año 2025 con un buen balance a pesar de los vaivenes del sector externo, las críticas y envidias mal infundadas. Avance resiliente producto del trabajo tesonero de sus autoridades y su gente.
¡Enhorabuena! Para todos los lectores de esta columna, feliz año nuevo 2026, lleno de salud, amor, comprensión, resiliencia y prosperidad. ¡Felicidades!. Hacia la cumbre siempre.
felix.felixsantana.
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