Ya los libros no muerden
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los libros
perdieron los dientes y las garras. Ya no muerden, ya no dañan a los que les
temían. Esto, según las informaciones de los libreros, que regocijados reportan
un aumento en sus ventas, comparadas con anteriores ferias del libro.
Aunque las
reseñas periodísticas destacan que este año es menor la cantidad de visitantes
a esa fiesta de la cultura, tal parece que los que han ido concentran su interés
en comprar obras y no comida.
Esto no debería
ser motivo de asombro, puesto que los protagonistas en esa actividad son
precisamente…. sí, los libros.
Sin embargo, la
queja perenne de las editoras ha sido las escasas ventas, pese a los buenos
precios, que aseguran ofrecen.
Pero esta vez
algo cambió. Ahora es distinto y aunque la faena recién empieza, ya se
vislumbra ese final feliz de los criticados y ensalzados cuentos de hadas.
Es loable que así
ocurra. Que la población entienda y asuma que saber no pesa, no ocupa espacio
(frase empleada de forma recurrente por mi abuelo, de escaso nivel académico y
con una admirable avidez de conocimiento). Qué bueno que esos textos en su
mayoría estén al alcance de todas las clases sociales.
Como si hubiese
una implícita intención de colaborar con la formación de una sociedad que
reafirma sus valores, una cantidad diversa de obras es ofertada para una
también variada cantidad de electores.
Los niños son el
segmento más beneficiado con ese amplio catálogo. Cuentos infantiles, además
coloreables son vendidos desde diez pesos y la inmensa mayoría no rebasa los
RD$100.
No solo son
libros. Talleres de arte, conferencias, exposiciones. La XVII Feria
Internacional del Libro tiene actividades para todas las exigencias. Es sin
lugar a dudas, un espacio digno de visitar.
Lástima que la
afluencia de público no sea tan alta este año, desinterés atribuido por algunos
a la poca y tardía promoción. Que en este caso no puede ser vista como gasto,
sino como inversión.
Pero el asunto
es que ya la feria está en pleno y dudo que haya alguien que no esté enterado,
por lejos que sea su hogar.
Ah, esta
promoción sí es gratuita.