Venezuela
No importan las razones que esgriman los Estados Unidos, Rusia, Nicolás Maduro, la oposición venezolana y la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la crisis de Venezuela, nada justifica lo que ese pueblo está pasando.
No se concibe que millones de venezolanos y venezolanas que hasta hace poco mantuvieran una relativa convivencia pacífica y civilizada en su territorio, ahora de buenas a primera todo esté patas arriba.
No hay razón para que esos sectores geopolíticos, políticos, económicos y sociales que están interactuando en esa crisis, mantengan a los ciudadanos de esa nación suramericana en ese estado de indignidad que a todos nos avergüenza.
Allí, en la patria de Bolívar, cada día que pasa lo que se respira es ansiedad, tensión, agitación, confrontación y resistencia absurda, entre los sectores que están en pugnas. Y eso parece no tener fin.
Dobla el alma observar como las ambiciones desmedidas de uno y otro lado han llegado a su clímax, allí lo que existe es presión, sufrimiento, dolor, sangre. De verdad que no concibo, ni alcanzo a entender razones de porque se ha llegado tan lejos, porque tanto sadismo, crueldad, indiferencia con un pueblo que lentamente desfallece.
En esa crisis política y social que viene atravesando Venezuela, sin lugar a dudas, no hay inocentes, todos los actores participantes son responsables, desde Nicolás Maduro y Rusia, hasta USA, oposición política venezolana, y una parte de la comunidad internacional
Ese pueblo lo que necesita es solidaridad, libertad, tranquilidad, entendimiento y ecuanimidad para salir delante de una situación que le ha sido creada por intereses propios y extraños. Ya basta de confrontación, los venezolanos no merecen lo que están viviendo, es hora de que los intereses en conflictos entiendan que el único camino posible en la actual coyuntura es el dialogo franco y abierto entre las partes en donde se imponga la formula estratégica Ganar Ganar.
of-am