Una vida aguantando frío por cortes NYCHA
NUEVA YORK.- Krystal Smith y su hermana Milagros Melendez llevan más de 20 años aguantado frío en el apartamento de Brooklyn en el que viven desde que eran niñas, según ellas, por la negligencia con la que las autoridades de Vivienda de Nueva York han manejado sus quejas y reclamos.
Hoy, con 25 y 27 años de edad, y con nuevos niños en la casa, esta familia puertorriqueña sigue sintiendo las inclemencias del frío en época de invierno.
Dormir se ha vuelto toda una odisea en la que abrigos y chaquetas son usados como pijamas y plásticos y cobijas recubren las ventanas, en un apartamento que parece un iglú.
“Aquí todos tenemos astma. Nos duelen los huesos. Los nenes andan todo el tiempo enfermos, con una gripe que no se les quita y no nos resuelven el problema”, comentó Milagros, quien retó a las autoridades de la Ciudad a que pasen al menos una noche en su casa, para que sientan en carne propia la pesadilla que ellos tienen que vivir.
“Aquí nos la pasamos literalmente congelados. Parece que viviéramos en Alaska, y lo peor es que esto no es nuevo, pues desde que yo tenía 7 años siempre ha sido así”, agregó Krystal, madre de dos niños, quien actualmente está embarazada.
Y es que debido a una política de la Autoridad de Vivienda de la Ciudad (NYCHA) que ordena realizar cortes de calefacción en las noches, muchas de las 400 mil personas que viven en los 328 proyectos de vivienda públicas de la Gran Manzana aseguran que viven congelados.
La agencia ordenaba la suspensión del servicio en los hogares cuando la temperatura exterior estuviera por encima de los 20 grados, algo que dejó a miles de neoyorquinos expuestos a un frío que se calaba hasta los huesos, especialmente durante las horas de la madrugada.
Por esta situación, la defensora del pueblo, Letitia James presentó una demanda contra NYCHA, tras la cual se llegó a un acuerdo este martes, que trae beneficios para los residentes.
“Durante muchísimo tiempo a los neoyorquinos en nuestras viviendas públicas se les ha negado el acceso a hogares decentes y calientes”, aseguró James, tras presentar los puntos del acuerdo. “Gracias a nuestro arreglo, NYCHA ya no podrá negarle la calefacción a los inquilinos cuando la temperatura afuera esté muy por debajo del frío intenso”.
Anette Cummings, otra de las neoyorquinas que se sumó a la demanda y quien vive en un edificio que NYCHA maneja en Brooklyn, no recibió el anuncio con mucha confianza, pues insiste en que siempre dicen lo mismo y no pasa nada.
“Esto ha sido terrible, porque he vivido aquí desde 1996 y por 20 años me he estado quejando del frío espantoso y no han hecho nada. Ojalá esta vez si sea cierto y no sean puras historias”, dijo la inquilina de 64 años, quien también tiene que recurrir a sus cobijas y plásticos para tapar las ventanas.
La situación de su casa se empeora más porque insiste en que hay una plaga de ratas que las autoridades de Vivienda no quieren tomar en serio.
Al hablar del acuerdo, que fue conseguido tras un proceso legal manejado por la firma Legal Services NYC and King & Spalding, la Defensora del Peblo dijo que trabajará para que se cumpla.
“Hoy tenemos una victoria importante para los residentes de viviendas públicas, ya que nos mantenemos firmes en nuestra lucha para asegurar que cada neoyorquino tenga viviendas justas y decentes”, indicó la funcionaria.
Entre tanto, NYCHA dejó ver su deseo de que los inquilinos de la ciudad tengan una mejor calidad de vida y manifestó su compromiso ante los acuerdos logrados, con los que se archivó la demanda.
“Asegurarnos de que nuestros residentes tengan una calefacción adecuada en el invierno es absolutamente esencial para la construcción de comunidades seguras y sanas. Vamos a seguir trabajando estrechamente con la Defensora del Pueblo para garantizar que nuestros residentes tengan comunidades cálidas que puedan llamar hogar”, aseguró un portavoz de NYCHA, en un comunicado.
Pero a la dominicana Odalys Polanco, quien viven en un complejo de viviendas públicas en El Bronx, las palabras de NYCHA le suenan a pajáritos de oro.
“Ellos siempre hablan, pero no cumplen. Aquí en mi casa la boila está dañada, y de nada ha servido la cantidad de quejas que he puesto llamando al 311. Es más, hoy están hablando del acuerdo y llevamos tres semanas sin calefacción en ningún momento del día”, comentó la inquilina.
“Nos han tenido mucho tiempo aguantando frío, pero solo les voy a creer cuando me vengan a cambiar la boila y cumplan con su palabra”, dijo.
el peor casero de nyc es la autoridad de housing
pues ve a pagar una renta de1,500mensuales y deja de vivir de sección 8
y que hace una bandera boricua en casa de esas monas dominikis? ladrones, la bandera es un simbolo patrio que debe respetarse malditos ladrones todo lo roban no se conforman con lo que tienen.
el marido es un boricua